Un día llegó una noche que fue oscura como nunca antes. Un día comenzó el después.
En el antes éramos indestructibles, inseparables y compañeros.
En el después la desolación de los primeros tiempos, la pancarta, la marcha que nunca nadie soñó marchar.
En el antes ellos, dueños de sus ideas y de sus vidas.
En el después nosotros reconstruyendo sus vidas, sosteniendo sus ideas.
En el antes, el asado del domingo en familia, con todos.
En el después, la silla y los corazones vacíos, y la mesa invadida, con ese nuevo y maldito integrante, nunca imaginado. El terrorismo.

Hace 13 años que los nuestros ya no están porque esos miserables personajes, seres perversos, bestias, oscuros asesinos invadieron el reino de la naturaleza y los tiempos de la vida.

Los destrozaron, los mataron, los arrancaron de nuestro lado, pero no lograron ni lograrán jamás, arrancarlos de nuestra memoria y de nuestros corazones.

Hoy, las 85 victimas fatales del más sangriento atentado cometido contra la Argentina cumplen 13 años menos, la impunidad y la falta de justicia cumplen 13 años más.
A los inmorales artífices de esta situación aberrante y dolorosa no les alcanzó con enterrar la verdad bajo los escombros del edificio de la AMIA.

Sino que también arrojaron al río esos escombros, ultimo resto de verdad.

Siguiendo la metodología utilizada por los malditos asesinos del proceso militar, que intentaron ahogar bajo las aguas del Río de la Plata los crímenes que cometieron.

Entre unos y otros, no hay diferencia, son la misma escoria humana, se creen dioses poderosos, invulnerables, omnipotentes, para esos la vida de las personas sólo son moneda de cambio, son el medio para lograr sus infames y oscuras ambiciones.

¿Pero saben qué? Que no se confíen, por más que pase el tiempo:

Vamos a seguir peleando.
Vamos a seguir marchando.
Vamos a seguir hablando.
Vamos a seguir laburando.
Vamos a seguir dándonos la cabeza contra la pared.
Vamos…

Vamos a seguir todos encontrándonos en este mismo lugar hasta que la verdad que quieren ahogar salga a flote.
Señores: El actual gobierno nacional reconoció que el estado argentino de entonces NO protegió el derecho a la vida de las victimas y encubrió a los responsables del atentado a la AMIA.

Es importante que el Estado se haya reconocido culpable, pero es lamentable que lo sea. Es una burla para los muertos, para nosotros, para todos los argentinos.
Señores: La Cámara Federal confirmó los procesamientos de: Galeano, Anzorreguy, Beraja, Telleldín, Stinfale, Mullen, Barbaccia, Finnen y Boragni.

Todos responsables de las irregularidades en la investigación de la causa AMIA, que no solo es el hecho criminal más grave contra judíos fuera del Estado de Israel, sino el más grande contra el Estado Argentino.

Nuestro país, no puede limpiarse la sangre que se ha derramado en él, a nos ser con el juzgamiento y condena de quien NO hizo nada para evitar que el atentado se produjese y de quien lo encubrió para que quedara impune.

Señores: Uds. saben bien de quién hablamos.
Hablamos de ESE,
ESE que nada hizo para evitar que asesinaran a nuestros seres queridos,
ESE que SI hizo y mucho para encubrir a los asesinos.
SIIIIII…Menem lo hizo!

Señores: Por fin llegó el día esperado durante tanto tiempo, la Cámara Federal ordenó investigar a Corach y a Menem.
Ya era hora de que esos mal nacidos sean citados a declarar y que rindan cuentas por lo que hicieron.

SON TRAIDORES A LA PATRIA, encubrieron dos atentados contra la Argentina, con más de cien muertos y más de cuatrocientos heridos.

Pisotearon la dignidad de la Argentina toda, y no les importó. Se esforzaron por destruir pruebas, pero llegó el momento en que la verdad empezó a salir a flote del fondo de las aguas.

Una pequeña llama de esperanza comenzó a brillar cuando la fiscalía dio a conocer los motivos por los cuales se realizó el atentado y también quienes son los siniestros responsables de ordenarlo, planificarlo y llevarlo a cabo.
Esto demuestra que cuando se quiere, se puede. Ya ocho de los asesinos tienen nombre y apellido, rostro y nacionalidad.

Los criminales son el presidente iraní de entonces, su canciller, otros funcionarios iraníes, y un libanés del Hezbollah.

La llama de esperanza brilló un poco más cuando el juez, firmó las órdenes de captura de los iraníes y más aun cuando calificó el atentado a la AMIA, como un crimen de LESA HUMANIDAD.

La llama creció cuando el Comité Ejecutivo de INTERPOL no dudó en aprobar el pedido de captura internacional por unanimidad y ordenó las alertas rojas, ignorando los absurdos reclamos iraníes fundados en mentiras y amenazas.

Pero saben qué. Un reglamento de INTERPOL impide actuar sobre funcionarios como el ex Presidente y el ex Canciller de Irán.

Señores. Para nosotros es inadmisible,
Es aberrante la idea de que sus investiduras les otorguen patente de asesino y que para INTERPOL no sea de máxima prioridad detenerlos por sus crímenes.

Irán ya dijo que no va a entregar a ningún ciudadano iraní, pero que brindara toda la ayuda necesaria para esclarecer el atentado.

Señores. Ellos nos tratan como idiotas, Son hipócritas, MIENTEN.

IRAN atentó dos veces contra nuestro país y jamás va a colaborar con la justicia argentina.

¿Quieren un ejemplo?

Se le preguntó a Irán sobre la titularidad de un número telefónico y la respuesta fue que no podían entregar ese dato porque ellos respetan la privacidad de sus ciudadanos y que, por sobre todas las cosas, son defensores de los derechos humanos.

Señores. ¿Son éstos los mismos derechos humanos que le permiten al fundamentalista del Presidente Iraní, proclamar a los cuatro vientos que hay que exterminar al Estado de Israel, o que la matanza sistemática de 6 millones de judíos en el Holocausto nunca existió?

¿Son los mismos derechos humanos que no les impidieron masacrar más de 100 personas en la Embajada de Israel y en la AMIA?

La Justicia determinó que el atentado fue planificado por Irán con un año de antelación, en represalia a la cancelación de acuerdos de tecnología atómica que habían sido contraídos por nuestro país.
Señores: Esto fue un ACTO DE GUERRA ordenado por Irán y ejecutado por el Hezbollah.

Atentaron cobardemente desde las sombras, de país a país.
Esto fue un ataque a la soberanía de nuestro país.
Esto fue un ataque a la Argentina.
Nosotros, los Familiares y Amigos de las Victimas en la AMIA exigimos que de inmediato las naciones del mundo denuncien en el marco de la ley a los estados que como Irán encubren, fomentan y financian el terrorismo.
Pero no alcanza con la conexión internacional, queremos saber toda la verdad.

No permitiremos que se deje de investigar a los cómplices locales que colaboraron con los terroristas.

La conexión local es vital, poco y nada se ha investigado, queremos resultados, exigimos que la fiscalía lo haga y en forma inmediata.

Y acá, acá no faltaron, ni faltan, cobardes serviles que anteponen sus minúsculos intereses políticos, económicos, intereses de cualquier tipo a la matanza de 85 personas, a la verdad y al ataque a nuestra soberanía nacional.

A los traidores de siempre se sigue sumando gente, sujetos, como D’Elía, que para nosotros es el vocero en la Argentina de Irán, cuyo presidente es un fundamentalista religioso, aprendiz de nazi, y del ególatra aprendiz de dictador de Venezuela.

Señores, ¿quieren saber? Cuando por pedido nuestro declaró ante el Fiscal, demostró que nada sabe de la causa AMIA. Hasta los testigos que él propuso negaron sus dichos, e incluso dijeron que “había derrapado”.

Es el mismo personaje que fue a brindarle su solidaridad al gobierno de Irán acompañado de otros miserables como el y por el grupo de demócratas argentinos integrantes del grupo Quebracho

D’Elía y otros como el reclaman que se esclarezca y se sancione a los culpables por el atentado a la AMIA, al mismo tiempo que enarbolan con orgullo las banderas de la organización terrorista Hezbollah, autores de la masacre en la AMIA y además responsables de asesinar a cientos de victimas inocentes.

Tampoco no dejan de acompañarlo algunos imbéciles que como el acusan al Estado de Israel de ser el responsable de los dos atentados sufridos por nuestro país.

Pero serviles personajes como el no nos harán mella, porque aquí estamos. De pie. Nosotros, todos nosotros. Junto a ellos. Nuestros seres queridos, Victimas en el Atentado a la AMIA.

Hablemos de las cosas positivas, de las cosas que nos movilizan y nos ayudan a seguir luchando.

Una de ellas es la actitud asumida por el Poder Ejecutivo, del que muchas veces fuimos críticos y lo volveremos a hacer si entendemos que corresponde.

Reconocemos que no vaciló en apoyar los pedidos de captura internacional, sin cambiar una coma.

Como así también el importante trabajo que desde el Ministerio del Interior se llevó a cabo para que el comité de INTERPOL votara por unanimidad el pedido de Argentina.
En el último encuentro que hemos mantenido con usted Sr. Presidente fue muy importante, ya que nos hemos llevado su compromiso de ir a fondo contra todos los encubridores, sin importar quienes sean y para denunciar a Irán en todo ámbito internacional.

Es vital el decreto firmado por usted, Sr. Presidente, en que declara el 18 de julio “día de duelo nacional”, y donde establece que el atentado a la AMIA para este Gobierno es una verdadera causa de Estado, toda vez que dicho suceso significó un directo ataque a la Soberanía Nacional.
Sr. Presidente, haga lo imposible para que aunque sea en el último día de su mandato, pueda decirnos quiénes son los responsables del atentado a la AMIA, los asesinos y los encubridores, los de afuera y los de adentro.

A ustedes les parecerá que estamos enteros, con una fuerza infinita, quizás esa sea la imagen que transmitimos.
Pero no podemos evitar quedar desencajados cuando alguien nos nombra el atentado, sabiendo o no que allí perdimos a un ser querido, ya que se nos llenan los ojos de lágrimas.

El atentado es una herida abierta, es una herida sangrante.
Todo cambió el 18 de julio de 1994 a las 9 y 53. Todo.
Muchas veces tuve la sensación de que el techo de los lugares donde estaba caía sobre mí y que yo moría aplastado.

Y a medida que pasa el tiempo, se hace más intenso el dolor, se acrecienta aún más la presencia de la ausencia, se nos raja más hondamente el alma, las lágrimas que brotan de nuestros ojos brotan desde lo más profundo de las entrañas.

Busco en mi corazón palabras que nos les haya contado, una y otra vez, a lo largo de estos interminables 13 años. ¿Pero qué importa decirlo una y mil veces más?
Ellos son padres dulces y ejemplares, amados y venerados por sus hijos.

Son abuelos comprensivos y cariñosos con los nietos que nacieron y con los que nacerán.

Son los amados hijos que te dan el calor, la sencillez, que te llenan el alma y nos hacen disfrutar lo mágico de la vida.
Todos ellos son la esencia de nuestras vidas, son el amor, son la simpleza, son la dulzura, son el placer de disfrutar, son la perseverancia, son la lucha, son el ejemplo a seguir, son la calidez.

Porque por ellos somos todo lo que podemos ser, porque ellos nos enseñan a ser lo que somos, nos enseñan a ver la vida desde otro lugar.

Ellos son la contención, son la sonrisa, las lágrimas, son el sentir, son la compañía, son la vida, son hijos, son hermanos, son esposos, son amigos, son ellos, son los únicos, los irrepetibles, los irreemplazables.

Seguramente les parecerá extraño que utilice el tiempo presente para hablar de ellos, es cierto, hace 13 años que los mataron, pero hace toda nuestra vida que ellos son y serán en nosotros.

Muchas veces pensamos que será imposible poder hacer que alguien más que nosotros pueda entender todo esto. Ponernos a recordar es tan doloroso, entender sigue siendo tan difícil, es tan duro ver que lo que nos arrancaron sigue siendo algo que no podemos mirar a los ojos.

No creemos que las palabras aquí expresadas expliquen en lo más mínimo quiénes eran, ni de cómo cambiaron nuestras vidas en este después que nos toca vivir, ni de cuánto dolor y cuánta rabia se mezclan dentro nuestro.
Estas líneas son lo que pudimos poner en palabras de lo mucho que sentimos y de lo poco qué sabemos.
Hoy ustedes, las victimas en el atentado a la AMIA cumplen 13 años menos.

Nuestra lucha es por ustedes, ustedes que florecen cada día en el recuerdo permanente de los que aún tenemos memoria, que los amamos y los necesitamos, que cada lágrima que derramamos es por ustedes.
Por ustedes que con sus sueños nos hacían volar tan alto como las águilas y hoy nos miran desde el cielo, todo es para ustedes, todo es con ustedes….por todos ustedes.