Como tantas veces hemos escrito, la guerra ha cambiado radicalmente en el siglo XXI. Ya no se enfrentan estados ni ejércitos profesionales, sino que la violencia se despliega en aquellas zonas donde los gobiernos no tienen poca o nula presencia y grupos insurgentes, mafiosos o terroristas campan a sus anchas.  En este escenario de fronteras difusas, donde la información es casi más importante que la fuerza, los aviones no tripulados cumplen un papel cada día más destacado. Si los Estados Unidos van a la cabeza es en parte gracias a la visión de Robert Gates, hoy ex Secretario de Defensa, que supo adaptar el gasto militar de su país en esta dirección.

La mayor parte del crecimiento de compradores de aviones tripulados provendrá la región de Asia-Pacífico, según IHS Jane. China, India y Japón van a la cabeza, con Japón esperando que se amplíe su programa de aviones militares no tripulados ahora prácticamente inexistente en aproximadamente un 600% en la próxima década.

Los analistas de seguridad estadounidenses dicen que los movimientos esperados para los invasores a gran escala en los drones militares son un fenómeno natural, dadas las rivalidades geopolíticas y económicas en Asia, que se espera sólo una intensificación a medida que Beijing y Tokio persiguen agresivamente sus intereses en el Mar del Sur de China. A fines de 2013, un portavoz del Ministerio de Defensa de China respondió a los informes que decían que Japón derribaría a los aviones no tripulados chinos que ingresen en su espacio aéreo, diciendo que esto representaría un acto de guerra.

El centro capitalista de gravedad se está desplazando en drones. Las enormes ganancias de las empresas puede hacer en la próxima década en la producción y venta de aviones no tripulados están llegando desde el extranjero. Cualquier regulación puesta en marcha o a nivel internacional será una lucha de la marea de ingresos.

"El mercado dicta cuando usted vende. Está claro que no es controlable", dijo Trevor Timm, co-fundador y director ejecutivo de Freedom of the Press Foundation que ha escrito extensamente sobre los drones. "Usted puede ver que los quiere y quién los tiene. Y qué país tiene la mayoría, Quienes somos nosotros para cambiar las reglas del juego?".

No es que la comunidad internacional puede actuar. No existe una convención internacional establecida en Naciones Unidas para regular los aviones teledirigidos armados- sólo una de las razones que los críticos dicen que hay una falta de probabilidad de que los drones terminarán en manos de estados canallas y actores problemáticos. Esto es lo que sucede cuando su principal mercado se contrae, y con ella, sus ganancias.

"El aumento de la competencia que estos proveedores tienen es el problema, el mercado mundial está evolucionando y Estados Unidos se encuentra bajo presión. Tiene una reducción del mercado interno que alcanzará su punto más bajo en 2016 y con el fin de mantener su base de suministro, ellos (los proveedores) tienen que mirar hacia el exterior", dijo el analista de IHS Jane. "Rusia y China se proyectan invertir cantidades significativas en investigación y desarrollo, que representarán para grandes sectores de esas ventas".

El Internatiobal Institute for Strategic Studies identifica sólo 11 países -Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Turquía, el Reino Unido, Rusia, China, India, Irán e Israel -que en la actualidad poseen drones armados militarmente. Estados Unidos operan la flota de aviones tripulados depredadores más sofisticados del mundo, pero la gran ventaja del mercado que los drones Predator, realizados por América, han disfrutado durante más de una década se reducirá significativamente en los próximos años, según el analista de IHS Jane.

A finales de 2013, el Ministerio de Defensa de Rusia firmó con la empresa ENICS un contrato para 34 aviones no tripulados de reconocimiento, comunicó  Valeri Pobezhimov, director y diseñador jefe de esta empresa situada en Kazán. "El contrato asciende a más de 100 millones de rublos (3 millones de dólares)", dijo Pobezhimov.

Comentó que el departamento militar recibirá 17 sistemas Eleron-3SV que incluyen 34 drones y que las entregas deberán finalizar en 2014. Un Eleron-3SV cuesta cinco veces menos que Zastava, un sistema parecido que se fabrica en Rusia mediante un contrato con Israel Aerospace Industries. El diseño del aparato permite dotarlo de cámaras fotográficas, termovisores, videocámaras con potente objetivo (x10) y otros dispositivos. Dotado de un motor eléctrico, mide 1,47 por 0,63 metros, pesa 5,3 kilos al despegar y puede llevar hasta un kilogramo de carga útil. Su velocidad máxima es de 130 km/h y el límite de altura, 4.000 metros.

Asimismo, en junio, la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) concedió la primera autorización para que los aviones no tripulados o drones hagan vuelos comerciales en tierra estadounidense. La compañía petrolera BP y el fabricante de aviones no tripulados AeroVironment de California, tienen permiso para usar un avión no tripulado Puma para inspeccionar tuberías, carreteras, en Prudhoe Bay, Alaska. El Puma es una pequeña nave, lanzada manualmente alrededor de 1.3 metros de largo y con una envergadura de 9 metros de altura. Inicialmente fue diseñado para uso militar.

La FAA reportó la semana pasada que está considerando dar permiso a siete empresas cinematográficas de utilizar aviones no tripulados para la fotografía aérea. Hasta ahora, las únicas excepciones a esta prohibición han sido los vuelos limitados aprobados en el Océano Ártico y Alaska. El Congreso ordenó a la FAA proporcionar aviones comerciales, pero los esfuerzos de la agencia para redactar un reglamento de seguridad para este tipo de aviones no tripulados que pesen 55 libras o menos ha sido lento, y ya por el tercer borrador. El administrador de la FAA, Michael Huerta, ha dicho que elaborar dichas normas es complejo ya que deben asegurarse de que el gran volumen de los aviones tripulados en los cielos de EE.UU. está protegido.

Los chinos quieren usar drones para otros fines, también

El comercio electrónico está en auge en China pero los servicios de entrega necesitan mantener el ritmo de la misma. La mayoría de las personas han experimentado la frustración con la entrega de sus compras, especialmente durante los periodos de picos de compras. Este problema, aunque global, es más pronunciado en China, donde los grandes volúmenes de mercancías tienen que ser entregados a través de diversos paisajes. Podrían los aviones ayudar a resolver el problema.

A pesar de una cierta cantidad de tolerancia para menos que una entrega suave de las mercancías, tal vez lo que disminuye la satisfacción por los beneficios de la compras en línea es una entrega que se convierta en una verdadera molestia, a menudo con llamadas telefónicas y un viaje para recoger el paquete. En lugar de ellos, ¿no sería genial tener un avión no tripulado para entregar directamente a usted a su conveniencia, guiado quizá por su teléfono móvil?

Aunque un cielo urbano lleno de drones parece pura ciencia ficción, los drones de entrega están siendo probados por las principales empresas de mensajería en todo el mundo. Los sistemas de suministro de aviones no tripulados se previeron en las principales ciudades, como Dubai, que creen que los casos tecnológicos y económicos se están uniendo para hacer de los drones una opción viable, eficiente y verde para el entrega del e-commerce.

China se plantea también utilizar drones para acabar con la contaminación. El primer ministro de la nación, Li Keqiang, reconoció que esta es una de las opciones que desde el Ejecutivo se están planteando para hacer frente a una situación que se está convirtiendo en un problema verdaderamente grave en el país asiático. China, en general, y sus principales ciudades como Pekín en particular, es, probablemente, el lugar del mundo con mayor contaminación atmosférica. La idea no parece la más acertada. Más si se tiene en cuenta que la gran mayoría de la polución brota del suelo, no del cielo. Es decir, sale de las fábricas y plantas energéticas. Sería más lógico regular de manera rígida y drástica la cantidad de gases contaminantes que pueden ser expulsados a la atmósfera.

Sin embargo, parece que esa no es la pretensión del Gobierno chino. De momento, prefieren que los drones se encarguen de embadurnar el cielo de productos químicos con el objetivo de que éstos puedan terminar con el ambiente gris y lóbrego desgraciadamente habitual en ciudades como Pekín por culpa de la contaminación. La empresa que se encargaría de la fabricación de estos drones es Parafoil UAV.  Su presidente, Ma Yongsheng, señaló que cada robot llevaría una carga de 700 kilogramos de químicos. Los drones tendrán un parapente para mantenerse en el aire.

Por loco que parezca, China ya ha tomado decisiones similares en el pasado. La contaminación en el país asiático ha llegado a puntos tan exagerados que los habitantes aceptan cualquier medida con tal de poder respirar mejor. ¿Será peor el remedio que la enfermedad?

418 drones militares estrellados

Una investigación del Washington Post acaba de revelar que 418 drones militares estadounidenses se han estrellado desde el año 2001. Un solo drone Predator cuesta 3,8 millones de dólares. Los accidentes ocurridos con drones se deben a las condiciones meteorológicas y, mucho más a menudo, a errores de pilotaje por control remoto.

A partir de 2015, las empresas privadas serán autorizadas a utilizar drones en Estados Unidos. De aquí al año 2025, la industria aeronáutica espera generar 100 000 empleos gracias a la construcción de drones por valor 82 000 millones de dólares.

El uso de drones ha generado hasta el momento numerosas interrogantes vinculadas al respeto de la vida privada, interrogantes a las que la investigación del Washington Post agrega ahora los problemas de seguridad que plantea el uso de esos objetos volantes sin piloto.

De acuerdo con el diario, 194 de los drones accidentados sufrieron siniestros graves, que "destrozaron la aeronave o causaron al menos 2 millones de dólares en daños". De ellos, 67 tuvieron lugar en Afganistán, 47 en Estados Unidos, 41 en Irak y 6 en Pakistán. Otros 224 drones se estrellaron en accidentes que causaron entre 500.000 y 2 millones de dólares en daños.

La investigación abre un interrogante sobre la seguridad de permitir el vuelo de sistemas aéreos no tripulados para uso comercial y privado, que se integrarán en el espacio aéreo estadounidense en 2015, según el plazo establecido por el Congreso de Estados Unidos en 2012. "Hasta ahora, la oposición pública (al uso comercial de los drones) se ha centrado en preocupaciones de libertades civiles, como la moralidad y legalidad de usar drones para espiar a la gente en sus patios traseros. El escrutinio del historial de seguridad de estos aviones ha sido muy escaso", señaló el Post.

El diario asegura que los funcionarios del Pentágono "reconocen que los drones nunca serán tan seguros como los aviones comerciales de pasajeros". La industria de los drones pronostica unos beneficios económicos de 82.000 millones de dólares y la creación de 100.000 nuevos empleos para 2025 gracias a la comercialización de esas aeronaves, para los que hay una enorme demanda, desde las agencias de seguridad a negocios como Amazon, pasando por equipos de televisión y cine. El Pentágono tiene alrededor de 10.000 drones y, para 2017, planea volar aviones no tripulados desde 110 bases en Estados Unidos, Guam y Puerto Rico, de acuerdo con el Post.