En segundo lugar, todos los ojos estarán puestos en el sistema financiero para ver si la volatilidad del mercado crea pérdidas suficientes para poner en peligro la salud de las instituciones financieras. El colapso de los bancos en 2008 transmite rápidamente más pérdidas y aún mayor temor en todo el mundo. Las autoridades tendrán la esperanza de que la mejora de los buffers en el sector financiero evite el fracaso sistemático de las instituciones.

Trabajar para ayudar a estabilizar la economía global con las caídas de los precios del petróleo y otras materias primas, que actúan como una rebaja de los impuestos para los consumidores, dándoles más dinero para gastar. Además, las autoridades pueden ejecutar políticas económicas más estimulantes de lo que podrían con la Reserva Federal elevando deliberadamente las tasas de interés de Estados Unidos en septiembre.

Pero nadie puede saber de antemano cómo la caída de los precios equity afectó a la economía mundial. Como 2008 demostró, lo que podría parecer una crisis controlable puede girar rápidamente fuera de control. Por tanto, el consenso actual es altamente contingente.

En tanto que los hogadores siguen dispuestos a gastar, dicen los economistas, el incremento en el pdoer adquisitivo de la gasolina más barata compensará la pérdida de dinamismo en la economía mundial de China y esto todavía sustenta gran parte de la esperanza para el crecimiento económico más rápido en 2016.

La economía china está en un gran problema. Pero no está colapsando

Los dos días fatales en los stocks en China están avivando el pánico global sobre el estado de la segunda mayor economía del mundo, con los comentaristas que van desde los medios de comunicación estatales chinos a Donald Trump teniendo una visión doomsday. Ha sido un día realmente brutal en los mercados chinos -y un muy, muy mal verano. Pero, mientras que lo que sucede en las bolsas de valores de China señala un gran problema, no significa que las cosas están a punto de colapsar.

El problema es que los inversores parecen estar leyendo lo que está sucediendo en los mercados de valores altamente volátiles de China como una señal del estado de la economía en su conjunto -un error, dicen los expertos. Los dos están relacionados, sin duda, pero no tanto como los que fuera de China parecen imaginar. Y la economía en general, aunque luchando con fuerza, sigue mostrando algunos signos de vida.

"Los inversores están reaccionando de forma exagerada sobre los riesgos económicos en China. El colapso de la burbuja equity nos dice casi nada sobre el estado de la economía china", escribió Julian Jessop, economista jefe global para Capital Economics, en una nota para los clientes. "Los datos recientes de otras grandes economías en general han sido buenas y hay poco para justiciar los temores de una mayor desaceleración global".

"Muchas de las preocupaciones sustantivas del mercado (el colapso económico, el colapso financiero, la devaluación competitiva) son exageradas", se hizo eco Arthur Kroeber, director gerente de GaveKal Dragonomics, en una nota a los clientes. "Pero los mercados negocian tanto en las señales de la política como en la realidad económica, y ha habido una clara ruptura de comunicación entre Beijing y el resto del mundo". Ese breakdown en las comunicaciones es principalmente acerca de cómo el gobierno de China tiene previsto gestionar la economía en el futuro -una cuestión que afecta cada vez más al mundo.

China sabe que tiene que someterse a una transición económica fundamental, alejándose de inyectar dinero en la industria pesada, inversión en infraestructura y el mercado inmobiliario, y hacia los servicios, el gasto del consumidor y la tecnología, un cambio que traerá un crecimiento más lento. El gobierno entiende esto y se ha trasladado a moderar las expectativas, llamando a un crecimiento más lento de la "nueva normalidad" y prometiendo dejar que los mercados jueguen un papel "decisivo" en los próximos años.

El problema es que las autoridades parecen dispuestas o no pueden dejar que la "nueva normalidad" se afiance. Sus esfuerzos de reforma han sido poco sistemática -se adoptaron medida sobre la moneda, por ejemplo, pero aún tienen que seguir adelante con las promesas de un shake up de las empresas estatales. Cuando el mercado stock comenzó a caer este verano, el gobierno intervino justo, dando vuelta a una serie de medidas extraordinarias, incluyendo forzar a los grandes inversores para comprar acciones y congelar las ofertas públicas iniciales. Este semana, se ha adoptado un enfoque más de no intervención, en lo que va en una clara dirección hacia el mercado.

La falta de una estrategia clara ha asustado con razón a los inversores. "Es una cuestión de confianza", dijo Wei Wei, analista de Huaxi Securities en Shanghai. "La economía de China no está realmente tan mala como la gente se imagina, pero la gente está exagerando. La caída del mercado de valores refleja las expectativas de la gente". De hecho, el panorama no es del todo sombrío. El vínculo entre el mercado de valores de China y su economía real es relativamente débil, especialmente en comparación con Estados Unidos -una resistencia a corto plazo, según los expertos, aunque apunta a una debilidad en el largo plazo.

"Lo bueno es que la crisis del mercado de valores es poco probable que resulta en un riesgo sistémico para el sector bancario, de inversiones", dijo Xu Sitao, jefe de economistas en Deloitte China. "Pero si China quiere volver a una trayectoria de crecimiento más sostenible, realmente necesitamos un mercado mucho más funcional".

Una proporción relativamente pequeña, rica del pueblo chino tiene una exposición en el mercado de valores y, aunque los márgenes de los préstamos han aumentado entre los inversores minoristas, el hogar promedio chino todavía ahorra mucho. Zhao Longkai, director ejecutivo del MBA Program en la Peking University's Guanghua School of Management, dijo que el impacto en los inversores minoristas no parece tan grande como en el último crash. "No creo que los inversionistas ordinarios están tan preocupados esta vez", dijo. "Si miro a mi alrededor y hablo con la gente, algunas personas han perdido u poco, pero es mucho mejor que hace ocho años".

También perdió en medio de las conversaciones sobre colapso el hecho que, a pesar de los problemas reales y preocupantes, la economía china sigue haciendo ganancias. Existe un debate acerca de la rapidez con China está creciendo -el gobierno prevé un crecimiento del PBI del 7%, pero algunos expertos creen que la cifra real podría ser tan baja como 4 o 5%. Incluso si la cifra está cerca del extremo inferior de ese rango, está creciendo todavía.

El sector industrial chino está luchando mal, pero ha habido signos positivos en términos de servicio y el consumo -los mismos sectores que Chica espera desarrollar. Los últimos datos muestran que el sector de servicios se han convertido en el mayor impulsor del crecimiento económico de China, expandiéndose 8,4% en la primera mitad y que representan el 49.5% del PBI, según las estadísticas del gobierno -que, aunque no es perfecta, se piensa generalmente para dar un sentido a las tendencias.

Las ventas al por menor de China crecieron un 10.5% interanual hasta los 2.43 trillones de yuanes, o 383.8 billones de dólares, en julio, ligeramente por debajo del crecimiento del 10,6% registrado en julio. En los primeros siete meses de este año, las ventas minoristas crecieron un 10,4%, según National Bureau of Statistics