Los funcionarios estatales dijeron que el plan para desarrollar un sitio de alrededor de 500 hectáreas, con el gobierno de Jalisco pagando por la mitad de la tierra y el resto por los chinos. El anuncio es una buena noticia para Jalisco, que surgió relativamente indemne después de llevar la peor parte del impacto del huracán Patricia, la mayor tormenta que se haya registrado en el hemisferio occidental.

Los parques industriales como los de tamaño similar al proyecto chinos fueron desarrollados por fabricantes globales con inversiones que involucran desde sumas que van de cientos de millones de dólares a más de 1 billón de dólares. Guadalajara, la segunda ciudad más grande del país, ocupa una posición estratégica entre el puerto contenedor más de México, Manzanillo, y el cinturón industrial del centro de México, que está bien comunicado con Estados Unidos. Si el proyecto en Jalisco avanza, sería una ayuda para reparar las cercas económicas entre México y China después que fueron dañados el año pasado cuando el presidente Enrique Peña Nieto canceló abruptamente un proyecto liderado por chinos, que rondaba 3.75 billones de dólares, en México.

El contrato del tren de alta velocidad adjudicado a un grupo liderado por China Railway Construction Corp Ltd fue revocado cuando circuló información en los medios de comunicación surgieron que la esposa de Peña Nieto se encontraba en proceso de compra de una casa de lujo de uno de los socios mexicanos del consorcio. La cancelación causó consternación en Beijing y llegó justo antes de la primera visita de estado de Peña Nieto a China, lo que ha hechos hasta ahora poca inversión extranjera directa en México. Entre 1999 y junio de 2015, la inversión extranjera directa china en México era de 380 millones de dólares, menor que de Irlanda, Puerto Rico y Taiwán, y representó menos del 0,1% de la cantidad total, según los datos del gobierno mexicano.

El acuerdo del centro industrial en Jalisco pone de relieve el gran cambio en los costos de producción a través de los dos países. En el 2000, los trabajadores en el sector manufacturero de México ganaron casi un 60% más que sus contrapartes chinos, dijo el Boston Consulting Group. Ahora ganan 11% menos. Según el Bank of America Merrill Lynch Global Research encontró en un informe reciente que el salario promedio en dólares nominales en China fue de 764.30 dólares comparados con 636.60 dólares en México, y AlixPartners señaló que el salario mínimo en Shanghai había aumentado casi un 90% desde el inicio de 2010 a otoño de 2014. Pero la reciente devaluación de la moneda china "hace la decisión de la fuente del complejo de manufacturación aún más complicado", agregó.

Los costos promedio de compensación para los trabajadores de la fabricación

"México ha seguido manteniéndose más productivo que China por trabajador", dijo Justin Rose, socio de Boston Consulting Group en Chicago. "En algún momento de 2011 o de 2012, desde una perspectiva de los costos laborales, se hizo más barato poner la capacidad de fabricación en México que en China". Otros costos de producción, como la energía, también han pasado a México mientras que suben en China.

México está también mucho más cerca de Estados Unidos, el mercado de consumo más grande del mundo y uno de los puntos más brillantes en la economía global. El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, dijo que el proyecto CCCC haría de su estado una puerta de entrada a China para el resto del país, para Estados Unidos.

“La proximidad es una gran ventaja para las empresas que se ocupan de productos que necesitan ser realizados rápidamente", dijo Foster Finley, director gerente de la consultora AlixPartners. "De repente, si hay un cambio de diseño, usted está comparando justo al lado con muy lejos".“That’s a factor.” Otra ventaja para los productores de México: el peso mexicano se ha debilitado considerablemente frente a la moneda china, por lo que es, comparativamente, mucho más asequible para producir allí.

En las encuestar realizadas a más de 600 empresas por SCM World para los próximos tres años de creación de empleo. Más encuestados esperan que se creen puestos de trabajo en el gigante asiático que cualquier otro lugar del mundo. Sin embargo, cuando estos se comparan con el número de puestos de trabajo que planean cortar, China está ahora superada por India, Vietnam y México.

México tiene realmente el mejor de los mundos posibles debido a su asociación con el mercado de Estados Unidos. Eso es cierto, pero la imagen puede ser en realidad más matizada. AlixPartners, una consultora que ha inspeccionado las tendencias en reshoring (el retorno de empleos a casa desde países como China) y el nearshoring (localizando la producción cerca del mercado principal de la empresa, como el caso de México sirviendo en América del Norte) durante cuatro años, que se encuentra en una encuesta de 250 altos ejecutivos en América del Norte y Europa occidental publicaron en agosto que el ritmo de reubicación a México ha disminuido notablemente.

Si bien la encuesta de este año encontró que el 55% de los encuestados norteamericanos colocaron a Estados Unidos en la parte superior de la lista, "México -durante mucho tiempo favorito para el nearshoring en esta encuesta- quedó en segundo lugar, con 31%, por encima de la encuesta del año pasado (28%), pero abajo dramáticamente de 49% en la encuesta de AlixPartners apenas hace tres años", dijo la consultora.

¿Por qué? Como Foster Finley dijo: "Estamos escuchando que la mano de obra calificada es el factor limitante para el país". Así mientras que México tiene espacio para crecer como destino de nearshore, tiene que hacer algo más que estar al lado su mercado para atraer más inversión nearshore. Y la encuesta de AlixPartners encontró que la seguridad es otra gran preocupación. "Una de las razones potenciales de la fluctuación en el panorama hacia México podría ser la falta de certeza en cuanto a cuestiones de seguridad", dijo la consultora.

"Según la encuesta, sólo el 42% de los encuestados norteamericanos esperan mejorar en aquellas áreas en México, por debajo del 55% en la encuesta del año pasado". Esto pone de relieve el punto en que el reshoring es ahora algo más que salarios justos.

Aún así, con muestra el gráfico más arriba claramente México tiene una serie de ventajas competitivas. Es, por ejemplo, mucho más barato para hacer piezas de metal en México y la India que en China, y que las ventajas de costos parecen ser cada vez más grandes. En México y la India, estos costos son ahora unos 26% más bajos que en Estados Unidos, mientras que en China no son más que un 6% más barato, dijo AlixPartners. En 2010, en cambio los costos fueron 24% más bajos que en Estados Unidos, pero China fue un 11% más barato e India 19% más barato.

India, el tsunami demográfico de su fuerza de trabajo

India es hoy el favorito de los inversores en los mercados emergentes. Las economías de Brasil y Rusia se están reduciendo, mientras que China se enfrenta a un aterrizaje suave o duro. Por el contrario, la India está avanzando en el mercado como el de más rápido crecimiento de la economía general. Pero la creación de suficientes puestos de trabajo para mano de obra más joven y más grande del mundo será un desafío. Hace diez años, la India tenía menos de 500 millones de trabajadores. Para 2022 tendrá mil millones. La mitad de los indios menores de 25 años de edad; en las próximas décadas, este cohorte creará un tsunami demográfico que puede potenciar o hundir el despegue económico de la India.

Teniendo en cuenta su población, la India necesita crear casi el 17% de los nuevos puestos de trabajo en el mundo cada año, aproximadamente un millón de puestos de trabajo en el mundo cada año, aproximadamente un millón de puestos de trabajo cada mes. Sobre el papel, la economía de la India está creciendo a 7,5% y el desempleo es inferior al 3%, lo que sugiere que está cumpliendo con el desafío. 

De hecho, it is fallig short (se queda corto). El país está creando menos de seis millones de nuevos puestos de trabajo cada año, principalmente en los márgenes de la economía real. La tasa de participación de la fuerza laboral es baja y sólo una de cada cuatro mujeres indias trabaja. De manera perversa, el desempleo aumenta con el nivel de la educación, debido a la falta de empleos de calidad en el sector formal.

La legendaria industria de tecnología de información de la India emplea solamente 40 millones de los 1,3 billones de ciudadanos indios. Por el contrario, casi 250 millones de indios -cerca de la mitad de la fuerza de trabajo- trabaja en granjas, aunque la agricultura representa sólo el 16% del producto bruto interno.

Mientras tanto, casi el 90% de los indios trabajan en la economía informal, que ha sido responsable de casi toda la creación neta de empleo desde 1991. Esto incluye a los agricultores de subsistencia, los vendedores ambulantes, conductores y otros trabajadores marginales. Cuando la economía de la India creció a un ritmo anual de casi el 10% de 2005 a 2010, el empleo industrial en el sector formal en realidad se redujo en cinco millones de puestos de trabajo.

Estas estadísticas son una denuncia de las leyes laborales de la India. El marco regulatorio indio ahoga la creación de empleos formales por lo que es casi imposible despedir empleados o hacer crecer un negocio. Más del 80% de la producción manufacturera proviene de ineficientes microempresas con sólo un puñado de trabajadores, y las leyes laborales punitivas disuaden a las empresas a crecer. Liberar el potencial de las pequeñas empresas a través de la desregulación podría producir nuevos puestos de trabajo y aumentar la productividad, conduciendo en el largo plazo al crecimiento de los ingresos.

El milagro económico de China fue impulsado por el empleo manufacturero, ya que cientos de millones de personas se trasladaron desde las granjas a las fábricas. Pero mientras que la manufactura genera más del 30% del PBI de China, que dicen sólo el 15% del PBI de la India y emplea sólo el 12% de la fuerza de trabajo. La campaña del primer ministro Narendra Modi "Make in India" busca remediar esta deficiencia, alentar a las empresas nacionales y extranjeras para construir fábrica en la India. Esto podría producir beneficios sustanciales: cada punto porcentual del crecimiento en la industria manufacturera genera hasta 30 millones de nuevos puestos de trabajo.

India es el mayor destinatario mundial de la inversión extranjera directa en 2015, por delante de China y Estados Unidos. El fabricante de electrónica Foxconn está abriendo una planta por 5 billones de dólares en el estado de Maharashtra, que creará 50.000 nuevos puestos de trabajo. Su presidente estima que la compañía podría tener una fábrica en todos los estados de la India en 10 años. Tiene la esperanza de crear un millón de nuevos puestos de trabajo en la India para 2020. Sin embargo, la fabricación de la India tendrá que luchar para despegar como China. India sufre de mala infraestructura, meno de obra cara y altos costos de transporte. La fabricación en India es sólo un 5% más barato que los mayores ingresos en México.

Cambios en los patrones de comercio y la tecnología hacen que la fabricación se re-apuntale en las economías desarrolladas. India está excluida de las cadenas de suministros globales orientadas en torno a China y alianzas comerciales como la APEC y la Trans-Pacific Partnership. Incluso si se amplía considerablemente, la fabricación no puede producir suficientes puestos de trabajo para los jóvenes indios. Las restrictivas leyes de tecnología y empleo han animado a la automatización. Las fábricas indias de Ford, por ejemplo, están llenas de robots.

Al mismo tiempo, India sufre de una escasez aguda de habilidades. Menos de uno de cada tres trabajadores ha completado la educación secundaria, y menos del 10% no tiene ninguna formación profesional. Si bien las reformas generadoras del empleo son bloqueados por el estancamiento político en Nueva Delhi, no todo está perdido. Los estados como Gujarat y Tamil Nadu son negocios, y atraen mucha inversión extranjera directa.

Estados como Rajasthan y Haryana están experimentando con las reformas laborales y de la tierra que hacen que sea más fácil hacer negocios, con los resultados alentadores. La competencia entre los estados debería alentar una mayor liberalización, mientras el vasto mercado interno de la India significa que los trabajadores pueden moverse a las ciudades donde hay trabajo.

La construcción de los clusters industriales en las zonas económicas especiales, como el Corredor industrial Delhi-Mumbai, podría producir ganancias significativas de empleo. La inversión en infraestructura de desarrollo -como saneamiento y agua potable, mejoraría la fuerza laboral de la India. La iniciativa “Toilets Before Temples” de Modi -una campaña del gobierno para mejorar la salud pública a través de una mejor gestión de residuos, refleja este entendimiento.

India necesita infraestructura. Hasta un 70% de la infraestructura urbana del país requerirá en 2030 aún no se ha construido. La construcción crea más empleos que cualquier otra industria. De 2005 a 2012, la construcción y la fabricación crecieron un 9% anual, pero la construcción añade 19 millones de puestos más de trabajo. La mayoría de los trabajadores de la construcción son poco calificados haciendo de esta una industria en transición útil para las personas que salen de la agricultura.

India debe encontrar una solución única para sus problemas de empleo. Con las reformas y la buena gobernanza, no hay ninguna razón cultural de la India que no puede convertirse en el próximo tigre asiático.