Este año, agregó las montañas de azúcar. Los almacenes de Dakota del Norte a Louisiana están abarrotados con 296.500 toneladas de cristal dulce, desde el 1 de octubre, propiedad del Department of Agriculture. En los próximos días, la agencia dice que planea vender sus stocks a una "sustancial pérdida por libra". El azúcar tiene el costos para los contribuyentes de 278.2 millones en 2013.

En una época de recorte de gastos, la transferencia inusual a menos del renuente gobierno es una vergüenza para los partidarios de la política azucarera de Estados Unidos, que tiene la intención de mantener los precios internos más altos que los precios mundiales del azúcar sin que le cueste un centavo a los contribuyentes. El programa, en vigor desde 1981, es tema de debate en el Congreso como parte de la farm bill, que se negocia cada cinco años. "Tenemos la esperanza de mantener a nuestros amigos con nosotros. Ha sido más difícil vender, pero aún no es un hecho", dijo Paul Rutherford, que cultiva remolacha azucarera en 550 acres en Minnesota.

Aunque el apoyo político para proteger el azúcar está disminuyendo, Rutherford no tiene necesidad inmediata de preocuparse. A pesar de que los subsidios alimentarios para los pobres y los pagos a los productores de cereales se enfrentan a recortes, hay un acuerdo universal de que el azúcar se mantendrá protegida. La supervivencia de un programa de apoyo a menos de 5.000 granjas de azúcar de Estados Unidos pone de manifiesto la influencia de los pequeños, pero se centra intensamente en los lobbies de la industria en Washington. El American Surgar Alliance, uno de estos grupos, ha gastado alrededor de 2,2 millones de dólares este año.

También ilustra la dificultad de adherir a los principios del libre comercio en un producto que está fuertemente subsidiado en todo el mundo. Pese a las medidas proteccionistas, los más golosos de Estados Unidos requieren millones de toneladas de importaciones de azúcar en bruto -las importaciones que llevaron a las compras de azúcar del gobierno este año. La protección del azúcar será un punto de fricción en las negociaciones en el acuerdo de Trans-Pacific Partnership entre Estados Unidos y otras 11 naciones.

La industria del azúcar estadounidense une a una alianza de productores desde el lejano sur y el norte del país. Los intereses de la caña se concentran en Florida y Louisiana, e incluyen grupos como la influyente familia Fanjul, que reconstruyó una dinastía del azúcar en Estados Unidos, después de huir de Cuba de Fidel Casto. La remolacha es rotada con el grano y la soja junto a los meandros del Red River entre Minnesota y North Dakota.

La caña y la remolacha tienden a pudrirse. En las costas del Lake Okeechobee en Florida, oeste de Palm Beach, lo que significa que la caña cortada deber ser procesada rápidamente en las fábricas cercanas. Los brutales inviernos en la bahía del Red River son el clima ideal para el almacenamiento de remolacha al aire libre en 1000fc pilas, permitiendo que los procesadores funcionen a plena capacidad durante varios meses. La temperatura durante la noche en la sede de Moorhead, Minnesota, del American Crystal Sugar cayó a menos de 14ºC. "No nos quejamos cuando hace frío", dijo Mohamed Khan, un especialista de la remolacha azucarera en las Universidades de los estados de Minnesota and North Dakota.

El problema del deterioro del azúcar diferenciado de commodities como el maíz y la soja, que los agricultores pueden acumular en los contenedores hasta que los precios sean favorables para la venta. La caña y la remolacha se deben procesar en cristal de azúcar antes de que pueda ser objeto de comercio y almacenada. Reconociendo este hecho, el programa de azúcar estadounidense se dirige a los procesadores, no agricultores individuales.

Mientras que los productores de cereales reciben pagos directos del gobierno y de los seguros de cosechas subsidiados, el programa de azúcar estadounidense "apoya los precios del azúcar estadounidense por encima de los niveles comparables en el mercado mundial", dijo el servicio de investigación económica del USDA. La ley establece un enfoque único de arriba hacia abajo a la consecución de este objetivo.

En primer lugar, el USDA otorga préstamos de comercialización a los procesadores en un valor fijo por kilo de azúcar. Si los precios del azúcar caen por debajo de este valor, los procesadores tienen la libertad de entregar la garantía del gobierno en la forma de azúcar en lugar del repago en efectivo.

Segundo, para evitar la morosidad, Tom Vilsack, secretario de USDA, declaró que cada empresa de procesamiento puede vender en el mercado interno alimentos. Este año la cuota de 9.8 millones de toneladas se asignan con precisión, de 940.017 toneladas para Florida Crystals de los Fanjuls a 371.529 para los Minn-Dak Farmers Cooperative of Wahpeton, North Dakota. Las empresas que exceden las cuotas enfrentan una penalidad de tres veces el valor de sus ventas ilícitas.

El plan elaborado en Washington cada año se filtra a los agricultores individuales. Para American Crystal Sugar, los contratos con sus cerca de 2.700 agricultores -los accionistas determinan cuantos acres cada uno debe plantar cada año. Los agricultores se comprometen a arar los excedentes de remolacha. "Cuando usted se convierte en un accionista tiene que proporcionar una cierta cantidad de remolacha a la fábrica. Si no lo hace, le impondrá una multa", dijo Khan.

La tercera parte del programa restringe las importaciones de azúcar. Vilsack, ex gobernador del estado agrícola de Iowa, dicta la cantidad de azúcar en bruto de una lista de 40 países extranjeros como Brasil y Filipinas pueden entrar en Estados Unidos con aranceles bajos, regulando los suministros. Estados Unidos no sólo le pone protección al azúcar. Los subproductos del azúcar, el arroz y la lecha tienen pesados apoyos gubernamentales. En Japón, el gobierno transfiere en ingresos brutos más de la mitad de las explotaciones azucareras, mientras que en Estados Unidos es el 18%, según la OCDE.

El sistema es administrado cuidadosamente por el USDA. Como el suministro estadounidense aumentó a 14,2 millones de toneladas en el año hasta el 30 septiembre, los precios internos del azúcar cayeron y obligaron a los funcionarios trata de evitar incumplimientos por los procesadores. En el mismo período, sólo se utilizaron 12 millones de toneladas, por lo que los intentos de Washington de equilibrar la oferta y la demanda se hace cada vez más tensas.

A pesar de los esfuerzos oficiales, los procesadores perderán 85.375 toneladas de azúcar por valor de 34,6 millones de dólares para préstamos con vencimiento en agosto. En la víspera del shutdown del gobierno federal a finales de septiembre se entregaron otros 296.500 toneladas por valor de 136.9 millones de dólares.  El segundo batch está ahora colmado en almacenes a un costo de 575.000 dólares por mes con el gobierno buscando comprador.

American Crystal Surgar entregó cerca de 100.000 toneladas en lugar de pagar 46.6 millones de dólares. "Al final se optó por renunciar a un poco de azúcar en el marco del programa, que es una situación desafortunada, dada la falta de mercado que está operando. Pero para eso es el programa y por eso estamos utilizándolo en la manera que lo hicimos", dijo Kevin Price, director de asuntos gubernamentales para American Crystal.

La razón principal de la confusión es la colisión del programa azucarero de 32 años, con una política independiente: El Tratado de Libre Comercio de América del Norte de 1994 entre Canadá, México y Estados Unidos. El pacto entró en vigor para el azúcar en 2008, lo que permite a México exportar cantidades ilimitadas. Según los pronósticos, las importaciones mexicanas continúan fluyendo este año, empujando el ratio de sobreoferta estadounidense a su nivel más alto en 13 años.

El programa del azúcar está tan arraigado que existe un grupo de presión permanente para reformarlo. La Sweetener User Association, respaldado por empresas de dulces y alimentos tales como Mars y Mondelez, fue fundada a principios de 1980. "Lo que siempre fueron capaces de decir, es que eso no cuesta dinero", dijo Tom Hammer, quien dirigió el SUA en los 90.

Este año de defaults socavaron ese argumento, la coalición de críticos del programa se ha expandido en el Congreso. La propuesta de la Cámara de Representantes que tendría a la política azucarera reformada falló 206-221 en octubre. Hace seis años, una enmienda que habría terminado el programa del azúcar falló, 144 a 282, una votación que mostró un mayor apoyo al status quo. En el Senado, la votación del año pasado para reducir gradualmente y finalmente abolir el programa de azúcar ganó el apoyo de 46 senadores, con 50 votos para anularla. Once años antes, 71 senadores votaron a favor de matar a una medida casi idéntica. "Eso me golpea como un avance significativo", dijo Pat Toomey, un Republicano de Pennsylvania y defensor del final del programa.

Cuando Estados Unidos firmó el acuerdo de comercio con Australia en 2004, el azúcar fue excluido. Australia ahora quiere que Estados Unidos abra su mercado a más azúcar en el marco de las negociaciones del TPP, según Bill Reinsch, de National Foreign Trade Council. El poder de la industria del azúcar se magnifica en el Congreso por las alianzas con organizaciones de la agricultura. El American Farm Bureau Federation and National Farmers Union, dos cuerpos de lobbies, ambos apoyando el programa de azúcar. La industria del azúcar está "efectivamente trabajando con otros grupos de la commodity. Rascan la espalda de los demás", dijo Gary Blumenthal, director del World Perspectives, una consultora de agricultura en Washington.

Para algunas empresas, la política azucarera es un obstáculo insuperable. Jelly Belly, un fabricante estadounidense de caramelos gourmet, en 2006, abrió una fábrica en Tailandia, cuando expandió sus operaciones internacionales, en parte debido a la política estadounidense, dijo Bob Simpson, presidente de la empresa. La industria del azúcar argumento que el apoyo es crucial en la protección frente a la competencia exterior. "Está en el interés público, que está en el interés de la seguridad nacional y es en interés de la seguridad alimentaria estadounidense que es capaz de alimentarse a sí mismo y no depender de otros países para el suministro de alimentos", dijo Judy Sánchez de US Sugar, que con crece con 160.000 acres de caña en Florida.

Los productores también señalan que los precios del azúcar en bruto de Estados Unidos, un promedio de 21 centavos de dólar por libra en el pasado año fiscal, son más baratos en términos nominales, que cuando se inició el programa. El precio estadounidense también tenía apenas unos pocos centavos más altos que los precios internacionales comparables, un reducción de casi 15 centavos de hace una década. Y mientras que el precio al por mayor del azúcar en Estados Unidos se ha desplomado un 35% en el último año, los consumidores pagan sólo el 2,7% menos por el azúcar y los dulces.

"Los precios del azúcar en Estados Unidos son ahora más bajos de lo que eran en promedio en la década de 1980. Tenemos una gran cantidad de agricultores cuya existencia económica está en peligro", dijo Jack Roney, economista jefe de American Sugar Alliance.

El precio del azúcar en la India

Los principales ingenios azucareros indios se han negado a comprar caña a los agricultores a los precios exigidos por el estado que dicen que los haría perder dinero, generando dudas sobre la producción en el segundo mayor país productor del mundo. La raíz del problema, los propietarios de las fábricas se quejan, se mueve incompleta en el gobierno para desregular la industria, algo que es un problema en toda la economía como la intervención estatal aquí retrocede a un ritmo desigual.

Los precios para el azúcar refinado se establecen ahora en gran medida por las fuerzas del mercado y han subido hasta un 3% en los últimos tres años. Pero los precios de la caña, establecidos por los gobiernos estatales en los niveles favorables para los agricultores, se han incrementado en un 14% durante el mismo período. "Estamos viendo este tipo de fijación de precios por todas partes en la agricultura de la India", dijo Madan Sabnavis, economista de Care Ratings. "El gobierno establece un precio mínimo piso para...el agricultor, que no está realmente vinculado al mercado".

“El gobierno de la India compra más de un tercio del trigo y el arroz cultivado por los agricultores del país a precios fijados cada temporada. Y una vez que el precio de una mercancía es elevado, rara vez bajo, añadiendo inflación.  La fijación de precios del gobierno siempre da prioridad al agricultor o al consumidor final", dijo Sabnavis. "Las mills está siempre atrapados entre las dos fuerzas", dijo.

Si la disputa sobre los precios de la caña de azúcar se retrasa significativamente en la producción, podría significar más oportunidades perdidas de exportación y las fabricas de la India no serán capaces de comprometerse con fechas de entrega en diciembre para los compradores extranjeros. Los molinos indios habían dirigido a los exportadores en alrededor de tres millones de toneladas en 2013-14.

El gobierno federal argumenta que necesita para pagar a los agricultores un precio mínimo de alimentos básicos como el trigo y el arroz para garantizar que no se cambian a los cultivos comerciales y perjudican a la seguridad alimentaria del país. También dice que se necesita un precio mínimo para proteger los ingresos de los agricultores a fin de que no queden esquilmados por los comerciantes.

En el caso de la caña de azúcar, los gobiernos estatales fijan los precios para proteger los ingresos de los agricultores. El gobierno federal sugiere un precio mínimo de la caña basado en las estimaciones de costos, pero estados como Utta Pradesh suelen optar por precios más altos. Crisil Research estima que los ingenios han registrado pérdidas netas combinadas de más de 10 millones de rupias (158 millones de dólares) para la zafra 2012-2013 con una diferencia de precios entre el azúcar y la caña ha aumentado.

Ajay Srinivasan, director de Crisil, dijo que espera pérdidas para el montaje de la temporada actual. Se prevé una caída en el precio del mercado del azúcar en alrededor del 3 al 5%. Se espera que el costo de la caña para compra permanezca igual o aumente. Esto tiene operadores de plantas llorando por la falta. "Hemos pedido que el precio de la caña de azúcar tiene que estar vinculada los precios del azúcar", dijo Abinash Verma, director general de la Indian Sugar Mills Association, un trade group.