China busca alianza con Estados Unidos en el área de infraestructura

China ha invitado a Estados Unidos a cooperar en el financiamiento y la construcción de infraestructuras en África y otras parte del mundo en desarrollo, una propuesta sin precedentes que tiene implicaciones potencialmente radicales para el futuro de la ayuda internacional al desarrollo. Los funcionarios chinos primero se acercaron a Washington el año pasado para discutir trabajando juntos en unos proyectos de una presa de 12 billones de dólares en la República Democrática del Congo, dijeron los funcionarios de Estados Unidos, pero las conversaciones se aceleraron en la cumbre anual China-Estados Unidos en julio en Beijing.

La asociación putativa está disputándose: una oferta por lo que podría ser el mayor complejo hidroeléctrico del mundo, en uno de los países menos desarrollados del mundo. Si bien el Banco Mundial ha financiado recientemente un informe para evaluar el proyecto, las propuestas para la represa Inga-3 se han discutido durante años sin resolución.

Los funcionarios chinos se han enfrentado a acusaciones de montaje en África y Occidente y en los últimos años más de su estrategia de compromiso con la región. Se le ha acusado de llevar a cabo una política de "cheque book", prestando dinero a los estados en gran medida en beneficio de sus propios grupos de construcción, que han construido todo, desde carreteras a hospitales en el continente. China parecía adoptar un enfoque más multilateral a principios de este año, cuando se puso en marcha un fondo de 2 billones de dólares con elAfrican Development Bank, pero que es una fracción de sus acuerdos bilaterales.

Funcionarios estadounidenses dicen que una asociación con China sobre Inga-3 u otra presa sería un importante avance en la colaboración en momentos en que la rivalidad militar entre los dos países en Asia está creciendo. Sin embargo, subrayan que las partes de la administración del presidente Obama, el Congreso y las instituciones financieras multilaterales siguen siendo cautelosas sobre la participación estadounidense.

Responsables en el gobierno de Estados Unidos creen que América y el Banco Mundial han prestado muy poca atención a los grandes proyectos de infraestructura en África. Sin embargo, cualquier colaboración con China será controversial debido al telón de fondo del historial de China en África con la falta de transparencia en sus transacciones comerciales. Los funcionarios estadounidenses dicen que no se ha tomado ninguna decisión.

Los ambiciosos planes de la RDC con la energías hidroeléctrica, que los partidarios argumentan beneficiaría a varias economías de África subsahariana, se discutirán en los márgenes de la cumbre entre Estados Unidos y África en Washington a la que asistieron los líderes de 50 naciones africanas. El proyecto Inga-3 es parte de un esfuerzo más grande para aprovechar el potencial hidroeléctrico del Rio Congo, el segundo más grande del mundo en términos de volumen. El plan Gran Inga está diseñado para generar 40.000 MW que sería el doble del tamaño de la presa de la Tres Gargantas en China.

Aunque el potencial hidroeléctrico del río se ha debatido durante décadas, se ha dado un nuevo impulso mediante un acuerdo el año pasado entre DRC y Sudáfrica para la compra de una gran parte de la energía que produciría. Tres consorcios de China, España y Corea del Sur, han indicado su intención de pujar por el proyecto Inga-3. El Banco Mundial aprobó un préstamo de 70 millones de dólares a DRC para la evaluación técnica, aunque dicen que aún no ha decidido si va a respaldar la construcción y no está en conversaciones con potenciales aspirantes.

El consorcio chino que puja por la presa dijo que ha "estado siguiendo activamente el avance en el proyecto Inga", y agregó: "El consorcio ha seguido de cerca la iniciativa Power Africa, y considera que la cooperación con empresas de todo el mundo, incluyendo las compañías de Estados Unidos".

Los analistas dijeron que los ambiciosos proyectos de miles de millones de dólares en la República Democrática del Congo tienen una larga historia de complicaciones, así como una tendencia a encender rivalidades geoestratégicas. Por otra parte, la interferencia opaca de los miembros de alto nivel de los miembros de la administración del presidente Joseph Kabila en los contratos comerciales ha sido de rigor, a pesar de algunas mejoras en el clima de inversión que han tenido en los últimos tiempos. Las conversaciones entre China y Estados Unidos sobre la colaboración en grandes proyectos son más avanzadas que Inga-3, pero también ha habido conversaciones sobre proyectos fuera de África, entre ellos Nepal y Pakistán.

Las corporativas africanas ganan apetito por la deuda

Cuando Helios Towers Nigeria necesitaba recaudar fondos a principios de este año, no se volvió a un banco para pedir un préstamo. En cambio, los mercados de capital internaciones hicieron señas. El bono de 250 millones de dólares, que la compañía planea utilizar para financiar la compra de los mástiles de las torres de telecomunicaciones para aprovechar el auge de las telecomunicaciones, fue por primera vez la emisión corporativa de Nigeria fuera de los sectores bancario y petrolero.

Y en el momento de la operación -que viene en medio de un año potencialmente record-breaking para los bonos soberanos africanos- ha empujado el futuro de los mercados de capitales del continente en el centro de la atención. "Estamos viendo más no-soberanos en África haciendo ofertas", dijo Nicholas Samara, un banquero de deuda de Citigroup.

La inundación de las emisiones de bonos soberanos este año por los países africanos establece un punto de referencia que las empresas están empezando a utilizar para elevar su propia deuda. Para los ejecutivos regionales, la apertura es una gran ayuda, ya que necesitan capital para expandir. "Tener un soberano en su lugar con un marco macro establece la base correcta para los no-soberanos sigan", dijo Samara.

En Julio, Costa de Marfil atrajo cerca de 5 billones de dólares en órdenes en un vínculo que se produjo sólo tres años después de la cesación de pagos del país. En el hito más importante de este año para los mercados de capitales de África, Kenia rompió un récord africano en junio con su debut en 2 billones de dólares de bonos soberanos. Senegal y Marruecos también han vendido notas. Los bonos corporativos son una apuesta más arriesgada para los inversores que los bonos soberanos, pero ofrecen un mayor rendimiento en un momento en que la rentabilidad de la deuda pública se cierne alrededor de 6 o 7%.La deuda de Helios Towers, por ejemplo, tiene un rendimiento de poco más de 8%.

La evolución gradual de los mercados de capitales en África ha coincidido con un período de tipos de interés históricamente bajos en todo el mundo desarrollado -que lleva a muchos a preguntarse si los inversores son atraídos por los fortalecidos fundamentos de los países y las empresas africanas, o la falta de atractivo de rendimiento en otros lugares. Antoon de Klerk, manager de un portfolio para Investec Asset Management, dijo que ambos factores están en juego. "Los borrowers se dan cuenta que hay un poco de tira y afloja". Además de los mercados internacionales de capital, las sociedades africanas pueden pedir prestado en los mercados nacionales, que se han desarrollado rápidamente en países como Kenia y Nigeria, o a través de acuerdo de inversión con otros países, especialmente con China.

"África ha pasado de ser un nicho a ser el mainstream en el espacio del dólar", dijo de Klerk. "Me gusta pensar en el nicho de África es ahora la deuda local, y tal vez la deuda corporativa en dólares". Sudáfrica ha dominado tradicionalmente la emisión de bonos internacionales en África, pero ahora representa una proporción menor de ofertas.

En 2010, Sudáfrica representaba el 69% de los bonos emitidos, denominados en dólares, en el mercado internacional de África. El año pasado, la proporción era del 31%, y en lo que va de este año, el país representa sólo el 10% del total, según datos de Dealogic.

En 2013, las emisiones de bonos corporativos frescos vinieron de Etiopía, Mozambique y Nigeria, mientras que este año, las sociedades marroquíes y nigerianas han emitido. En 2010 y 2011, las únicas emisiones internacionales de bonos corporativos africano vinieron desde Sudáfrica. A principios de este año, OCP Group, una empresa controlada por el Estado marroquí que tiene una de las mayores reservas mundiales de fosfato, emitió un bono corporativo de debut por 1.55 billones de dólares.

Nigeria -piensa que es atractivo para los inversores internacionales gracias a su bajo nivel de deuda pública y la alta tasa de crecimiento- también a visto una oleada de actividad no soberana, con un número de bancos emisores de deuda. En abril, el país se convirtió en la economía más grande de África después de la revisión de sus estadísticas del producto bruto interno.

A pesar de un aumento del apetito de los inversionistas por la emisión africana, las agencias de calificación no han adoptado una visión más positiva de la solvencia de las instituciones africanas. "Los ratings de África han estado en una trayectoria ligeramente hacia abajo durante los últimos meses", dijo Ravi Bhatia, director de Standard & Poors. Recientemente, S%P ha rebajado a Uganda, Mozambique, Cabo Verde y Sudáfrica.