Durante la crisis energética de Venezuela del año pasado, el gobierno de Hugo Chávez combinó todas las formas de lucha. Según documenta un cable de la embajada norteamericana en Caracas, llegaron  a ese país asesores cubanos, brasileños e incluso estadounidenses.

Sin embargo, estos últimos parecían operar encubiertos.  Una fuente le contó a esa embajada que un ingeniero de ese país había tenido que firmar un acuerdo de confidencialidad según el cual no podía revelar su nacionalidad ni  el propósito de su trabajo en Venezuela.