El gobierno del presidente Hugo Chávez ha tomado la decisión de excluir a su país de la Comunidad Andina de Naciones, como señal de repudio a los Tratados de Libre Comercio (TLC) que Colombia y Perú firmaron con Estados Unidos y que Ecuador está preparándose para hacerlo. Esos tratados estarían mostrando, según Chávez, que Estados Unidos se ha propuesto conformar un círculo de países amigos, contrarios a la corriente ideológica que propala el Mandatario de Venezuela.

El Presidente venezolano ha anunciado que pedirá cambios profundos también en el Mercosur, el otro proyecto de integración de la región al que su país pertenece, aunque en este caso sólo desde hace pocos meses. Su criterio es que los proyectos de integración dejen de servir al imperialismo y a las oligarquías nacionales y pasen a ser instrumento para el desarrollo económico de los sectores sociales de los pueblos.

Los gobiernos de Colombia y Ecuador anunciaron que harán gestiones para evitar que se cumpla el alejamiento de Venezuela, según dijeron sus voceros. Pero hay pocas esperanzas de que el presidente Chávez cambie de opinión, ahora que su posición contra Estados Unidos no cambiará, menos lo hará con el aumento del precio del petróleo en el mercado internacional.

El abandono de Venezuela de la CAN podría ser fatal para el organismo, que atraviesa una crisis hace rato. El proyecto de integración de los países andinos sufrió su primer golpe hace 30 años, cuando la dictadura de Augusto Pinochet decidió excluir a Chile del acuerdo debido a diferencias sobre las condiciones para las inversiones extranjeras.

Antes de este último golpe, la CAN estaba viviendo muchas dificultades, debido al poco deseo de los países integrantes de cumplir con los compromisos comerciales y acuerdos arancelarios. La misma Venezuela decidió importar soya de Estados Unidos en lugar de comprarla de Bolivia, pero además llegó a reexportar ese producto a Colombia, en violación flagrante del acuerdo de preferencias arancelarias. En este momento, cuando Venezuela hace el abandono, las importaciones que hace de soya estadounidense suman 10.000 toneladas por mes.

Las repercusiones para Bolivia serían grandes, debido a que las exportaciones nacionales con destino a los mercados de los países de la CAN representaban el 14 por ciento del total de las ventas del país. Esta cifra refleja, hay que señalarlo, el descenso que habían tenido las exportaciones bolivianas hacia esos mercados respecto de años anteriores.

La crisis podría venir a agravar la situación de las exportaciones bolivianas, que serán afectadas por la decisión del Gobierno de no suscribir el TLC con Estados Unidos. Un monto de por lo menos 250 millones de dólares se frenarán.

La dificultad que confronta la CAN se reflejará en todos los países que la conforman, no sólo porque están en juego mercados sino también la integración regional y la buena vecindad.