¿Esa candidatura suya es un reflejo de la realidad política, económica, cultural y ambiental venezolana? ¿Sopeso bien su capacidad, formación, equipo profesional y capaz que la acompaña, y conceptos claros?

Es difícil y para algunos muy triste y doloroso separar la realidad de las ilusiones. Separar lo que soñó que el pueblo haría y como en realidad ha reaccionado. Caer en cuenta de que el pueblo, el ciudadano, refleja, muestra, lo que uno no vio ni capto ni pudo prever en un momento dado. Es en realidad difícil aceptar lo que dice y muestra mayoritariamente un pueblo antes de lanzar la candidatura, donde seguramente, usted se imagino que es la mejor, que cuenta con mucho apoyo de ese pueblo, y otra cosa después de puesta en la partida esa candidatura. Es difícil aceptar la realidad que muestra el pueblo, el ciudadano, antes y después de.

Pero también ese choque de realidades cambiantes en la relación con el entorno, con el pueblo, con el ciudadano, logra, a veces, que todo lo mejor de una candidata salga a la luz, brille.

Sostienen muchos tratadistas e investigadores que todos construimos nuestras ilusiones desde donde estamos, vivimos, donde somos líderes, donde ordenamos, donde tomamos las decisiones; pero al final, en lo cotidiano, la realidad se impone porque partimos de la posición que tenemos y no tomamos en cuenta como llegar y conservar esa posición.

Aquí entra en escena la importancia del diseño y puesta en práctica de una estrategia (y tener a su lado un equipo inteligente y capaz) que garantice llegar a la posición, a la presidencia en este caso, para desde allí ejercer el liderazgo, dirigir, decidir, y, conservar la posición por el tiempo legal.

Hoy, todo propósito emprendedor de cualquier tipo y dimensiones, está obligado a tener una estrategia y un equipo tanto de acción como de comunicación. Es una necesidad.

¿Por qué y para que? Por la nueva y cambiante realidad y para mantener una constante y permanente unión, relación muy viva, con el pueblo, con el ciudadano, con electores, con las instituciones, grupos, etc., y, además, una constante retroalimentación.

Una candidata se enfrenta al desafió de quitarse de encima los viejos hábitos, liberarse de lo que “hizo de igual manera toda la vida”.

Una candidata debería desplegar todo su poder, su sensibilidad, su diplomacia para relacionarse con el pueblo, el ciudadano, el votante y sostener ese vínculo en el tiempo.

Una candidata es un ser humano y, también, teme al cambio, al ridículo, al fracaso, al parecer y no ser.

Una candidata no debe ceñirse a seguir el rumbo de las ocurrencias, tiene que imaginarse, delinear y cambiar lo futuro en presente, en realidad, encontrar en la maraña constante y permanente del cambio, la estrategia para la acción y para la comunicación, que la conduzca al éxito.

Una candidata debe cuidarse de los sugerentes que le susurran “toda la vida hemos actuado de esta manera”; pero no toman en cuenta que hoy no tienen la posición que una vez detentaron y que están empeñados en recuperar.

Una candidata, hoy, aquí, debería imaginarse y dibujar, como lo hace un ingeniero, un arquitecto, un creador, hacedor, etc., la idea, el boceto, la maqueta, el cuadro, ya que es una manera de señalar el camino de convertirlo en realidad. Cada detalle, materiales, incluso los colores y el ambiente.

Una candidata debería estar preparada para los imprevistos, cambios bruscos y constantes. La luz solar de la mañana no es la misma al atardecer.

Una candidata debería enfrentar y dar la cara ante cualquier crisis y/o dificultad. Cuidado con esconderse, bloquear la comunicación, no hablar con el pueblo, con el ciudadano.

Una crisis es una oportunidad para mostrar las mejores cualidades, aptitudes y actitudes, la sabiduría y acierto, a sus capaces e inteligentes e inmediatos colaboradores, su irrestricto apego a la verdad. Una oportunidad para sostener la comunicación con el pueblo, con el ciudadano, con elector, abierta, transparente, nunca la del “silencio que comunica”.

Una candidata debe lograr, también, profundizar la relación con el entorno nacional e internacional, demostrando su capacidad de expandir lo que es y representa. Continuara.

“Hay una fuerza motriz mas poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica, la voluntad”.

Albert Einstein, 1879-1955, alemán, el científico mas importante del siglo XX.