Un cohete y un poderoso torpedo aumentan la preocupación de la comunidad internacional
El régimen iraní confirmó ayer que realizó una prueba exitosa de un nuevo y sofisticado misil submarino capaz de destruir naves de gran tamaño.
Desde el viernes, el gobierno de Teherán ha estado ensayando nuevas armas en diferentes maniobras militares en el Golfo Pérsico y el Mar de Arabia. Un cohete, lanzado desde un navío, es la tercer arma que Irán ensaya desde que comenzaron los ejercicios militares.
La televisión estatal iraní dijo que el proyectil disparado este lunes es capaz de destruir navíos enemigos y submarinos «a cualquier profundidad y cualquier velocidad». «Irán se defenderá con vigor desde tierra, mar y aire contra cualquier invasión», señaló ayer el vicealmirante Mohamad Ibrahim Dehghani, portavoz de los ejercicios militares iraníes que tienen lugar en el Golfo Pérsico.
«Uno de los mensajes para nuestros enemigos de esta gran maniobra es que deben saber que en caso de cualquier invasión a los intereses de Irán en el Golfo Pérsico, los atacaremos con vigor desde tierra, mar y aire», dijo Dehghani. Al mismo tiempo, los ejercicios, denominados «El gran profeta», constituyen un mensaje de «paz y amistad a los países de la región, amigos, musulmanes y hermanos», agregó el alto cargo de los Guardianes de la Revolución Islámica.
«Las maniobras del gran profeta del Islam ha provocado estos días preocupación entre las fuerzas inglesas y estadounidenses presentes en la región por lo que están en estado de alerta», añadió, en referencia a las fuerzas extranjeras desplegadas en el vecino Irak.
El vicealmirante aludía al anuncio el domingo del lanzamiento del «misil submarino más veloz del mundo» en el marco de esas mismas maniobras. El subcomandante en jefe de la armada iraní de la Guardia Revolucionaria, el general Ali Fadavi, señaló que el nuevo misil, cuyo nombre aún no ha sido anunciado, alcanza una velocidad de 100 metros por segundo, mientras que los proyectiles existentes del mismo tipo no superan los 25 metros por segundo.
«Es una poderosa arma diseñada para golpear grandes submarinos. Ninguna nave puede escapar de este misil por su alta velocidad», dijo a la televisión oficial Ali Fadavi, el segundo hombre de la Armada iraní.
La prueba es la segunda que realiza Irán en pocos días y se produce poco después de que el Consejo de Seguridad exigiera a Teherán poner fin a su programa de enriquecimiento de uranio en un plazo de 30 días.
Ayer, en todo caso, la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice, aseguró que su país insistirá en la vía diplomática en el caso iraní. «Creemos que la diplomacia puede funcionar», dijo Rice.