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26/01/2006 | Hamas irrumpe en la política palestina

La Razón (Es) Staff

El movimiento oficialista y partido en el Gobierno Al Fatah habría obtenido el 42 por ciento de los votos en las elecciones palestinas celebradas ayer, mientras el grupo Hamas se habría hecho con más de un 34 por ciento, quedando en segundo lugar, según datos de un sondeo a pie de urna facilitados por la Universidad cisjordana de An Najah y realizado a 6.500 personas.

 

Un total de 1.341.000 ciudadanos palestinos estaban convocados a las urnas para elegir a los 132 diputados del Consejo Legislativo. La participación en Cisjordania, Gaza (que votó por primer vez sin ocupación israelí) y Jerusalén Este fue del 77,69 por ciento, según datos de la Comisión Central Electoral (CCE). «El proceso ha discurrido con total tranquilidad y el pueblo palestino ha expresado de forma civilizada y con un alto sentido de la responsabilidad su voluntad», dijo la citada fuente.
   

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, afirmó que estaba «feliz» por el desarrollo de los comicios» tras depositar su voto en un colegio electoral de la ciudad de Ramala. Abas destacó que la jornada transcurrió «perfectamente».
   

Los analistas destacaron que este alto porcentaje de participación benefició al movimiento nacionalista y todavía en el Gobierno Al Fatah. Once listas, además de candidatos independientes, se presentaron a estos comicios legislativos para disputarse los escaños de la Cámara Legislativa -que hasta ahora solo contaba con 88 bancadas-. Está previsto los resultados parciales se conozcan en la tarde de hoy, mientras que los oficiales y definitivos tardarán unos días.
   

Al margen de las cifras oficiales, estos comicios, los segundos de carácter legislativo desde los celebrados en 1996 como consecuencia directa de los Acuerdos de Oslo firmados tres años atrás, supondrán con toda seguridad un cambio sustancial en el mapa político palestino, que acogerá a los radicales de Hamas como segunda fuerza.
   

La reacción de EE UU a este ascenso islamista no se hizo esperar. A media tarde, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, fue tajante: «Nuestra visión de Hamas está muy clara. No tratamos con ellos, que forman una organización terrorista. Bajo estas circunstancias, no veo que se haya producido cambio alguno». El portavoz de Bush no quiso hacer predicciones sobre el futuro más bien incierto de las ayudas del Gobierno de EE UU a la Autoridad Nacional Palestina si Hamas entra en el Ejecutivo y señaló que «primero hay que ver cuáles son los resultados definitivos». Según McClellan, existe una contradicción cuando se trata de un grupo político que «también opera fuera del proceso político y que se implica en actos de violencia y que ha pedido la destrucción de un país vecino», Israel.
   

«Balas o votos». Por su parte, el presidente de la delegación de observadores que el Parlamento Europeo ha enviado a las elecciones legislativas en Cisjordania y la franja de Gaza, Edward McMillan-Scott, declaró que los grupos radicales islámicos no pueden esperar una legitimación por participar en unas elecciones democráticas y al mismo tiempo «amenazar de muerte y destrucción» a Israel. «Hamas deberá elegir entre las balas o los votos», señaló.
   

El grupo militante islámico Hamas ha mantenido durante estos últimos meses el compromiso de cese al fuego, lo que según McMillan es un punto «esperanzador» en unas elecciones que, a su juicio, marcarán un hito para Hamas y para la comunidad internacional.
   

Al cierre de esta edición se supo que el Gobierno israelí no realizará ninguna valoración hasta no conocer los resultados oficiales de las legislativas palestinas. Fuentes oficiales recordaron que el Gobierno ha creado esta semana una comisión de seguimiento para estudiar todos los aspectos relacionados con una posible victoria de Hamas o su participación en el nuevo Parlamento palestino. La postura oficial israelí es la de «no dialogar con terroristas» o con «un Gobierno integrado por terroristas». Israel se ha puesto de acuerdo con Estados Unidos para mantener una línea homóloga, según la cual no se hablará con Hamas en tanto no desarme sus milicias y se aparte de la senda del terrorismo.

La Razón (España)

 



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