La prensa en alemán analizó esta semana la situación de los migrantes hacia Estados Unidos ante el levantamiento de la aplicación del Título 42, poniendo el foco en Guatemala, uno de los países con un mayor éxodo.
Gran parte de los medios en alemán se han hecho eco esta
semana de la intensificación de la migración hacia Estados Unidos con motivo
del fin de la aplicación del Título 42. Dos de ellos han puesto concretamente
la lupa en la situación de Guatemala.
El semanario Welt am Sonntag analiza las causas de la
migración masiva hacia Estados Unidos y las consecuencias para Guatemala:
"Cuando Francisco Menéndez habla sobre sus negocios
con Alemania, se le iluminan los ojos. Menéndez, guatemalteco, es el jefe de
una empresa que exporta, entre otras cosas, frutas y verduras a Alemania y
muchos otros países. (...)
Dice que la cooperación con los socios alemanes va bien.
Como a muchos empresarios del país centroamericano, a Menéndez le gustaría ver
crecer su empresa, abrir nuevos mercados y hacer avanzar a su país, pero la
economía de Guatemala está luchando con un problema: la emigración. Cada año,
decenas de miles de personas se dirigen al norte desde América Central. Este
año, las autoridades estadounidenses ya han registrado a casi 86.000 migrantes
de Guatemala. Y no son solo los pobres y las personas sin cualificación
quienes se marchan; cada vez más
trabajadores cualificados abandonan el país.
Mientras que las oenegés culpan del éxodo masivo a la
violencia desenfrenada, la corrupción y la represión estatal, los empresarios
de Guatemala han identificado una razón muy diferente para justificar la
escasez de mano de obra. Al parecer, los altos salarios por hora en los EE.
UU., atraen como un imán a los trabajadores necesarios en Guatemala y, en
última instancia, bloquean el desarrollo económico del país. (...).
Hasta ahora, los políticos en Guatemala han estado
relativamente inactivos. Y hay una razón para ello: las remesas de los
aproximadamente 1,5 millones de migrantes de origen guatemalteco que residen en
Estados Unidos, que traen a las arcas del Estado unos 18.000 millones de
dólares por año. Estas transferencias representan una buena quinta parte del
presupuesto fiscal y, por lo tanto, se han convertido en un factor de
estabilidad indispensable para la economía nacional.
Si no se hicieran estos pagos, el país colapsaría
económicamente. Por lo tanto, el Gobierno no detiene a las personas pobres y no
cualificadas, ya que, según los cálculos, cualquiera que logre cruzar la
frontera hacia los EE. UU., con toda probabilidad, en algún momento, se unirá
al grupo de quienes envían dólares a casa. Pero el hecho de que los
trabajadores cualificados también estén abandonando el país en grandes
cantidades, está poniendo nerviosos a los políticos y ha desencadenado
discusiones sobre cómo se puede detener el fenómeno."
Creciente represión en Guatemala
El rotativo Neue Zürcher Zeitung pone el foco en el caso
del empresario Ulrich Gurtner, arrestado en Guatemala tras ser acusado de
lavado de dinero. Como trasfondo, el deterioro del Estado de derecho en el
país.
"Es la base militar Mariscal Zavala, en el noreste
de la capital. Allí se encuentra la prisión de las celebridades: políticos,
capos del narcotráfico y empresarios están encerrados allí, algo que puede
intuirse por los muchos todoterrenos de lujo aparcados en el estacionamiento.
Al parecer, se pueden negociar las condiciones de detención de una persona.
Todo es cuestión de dinero.
De hecho, el complejo apenas se parece a una prisión.
(...) Un guardia de seguridad abre la puerta. Se pasa por un jardín con
parrilla y tumbonas, y allí está Gurtner, sentado en una mesa, rociando vinagre
balsámico en su ensalada. Pincha una hoja de lechuga y dice: "Aquí no
puedes tomarte nada en serio". No solo se refiere a la prisión y sus
cargos, presumiblemente por lavado de dinero. En principio, se refiere al poder
judicial, así como al sistema político corrupto.
Según un diplomático que conoce bien el país, pero no
quiere ser citado, Gurtner se interpone en el camino de muchos intereses de los
poderosos. De hecho, el caso Gurtner supone una lección sobre la creciente
represión política en el país centroamericano. Un proceso que se ha acelerado
desde 2019, con las élites económicas de Guatemala, que quieren asegurar su
poder, desmantelando la democracia del país.
Gurtner, de 66 años, es un destacado empresario en
Guatemala. Como director gerente, logró transformar en tres décadas la
organización que agrupa a pequeños agricultores cafetaleros Fedecocagua, que
pasó de ser una pequeña cooperativa hasta convertirse en el exportador de café
más importante del país, con su propia producción. (...)
Gurtner ha logrado una impresionante historia de éxito
con Fedecocagua. (...) Pero el 24 de marzo, todo se acabó: ese día lo
arrestaron. Se han programado cuatro fechas de juicio, pero siempre han sido
pospuestas. Todas las cuentas de la asociación han sido bloqueadas. (...).
Si se le pregunta a alguien en Guatemala sobre el caso
Gurtner, por lo general nadie dice nada. Eso no es inusual en el país. 'Hay
temor a represalias', dice Stefan Jost, de la Fundación Konrad Adenauer en
Guatemala. Jost ha trabajado en varios países de América Latina, pero dice que
nunca ha visto un lugar donde haya que tener tanto cuidado como en Guatemala.
'Los lugares públicos donde puedes expresarte libremente están disminuyendo',
dice Jost.
Elisabeth Maigler, de la Fundación Friedrich Naumann en
Guatemala, también observa una reducción constante de la separación de poderes.
'El poder judicial en particular está cada vez más subordinado al ejecutivo',
dice Maigler. Bajo el presidente Alejandro Giammattei, dos docenas de fiscales
y jueces y varios periodistas fueron obligados a exiliarse y algunos fueron
arrestados.
La fiscal general Consuelo Porras y el fiscal Rafael
Curruchiche han sido tildados de 'actores corruptos y antidemocráticos' por el
Gobierno de Biden y han sido sancionados. El fiscal Curruchiche hizo arrestar
al conocido periodista José Rubén Zamora el año pasado, bajo sospecha de lavado
de dinero. Curruchiche también ha abierto la causa contra Gurtner. Gurtner
asegura desde prisión que Curruchiche ha desenterrado viejas denuncias contra
la cooperativa. (...)
En 2006, el gobierno socialdemócrata solicitó ayuda a la
ONU en la lucha contra la corrupción. Una vez desplegada, la Cicig (Comisión
contra la Impunidad en Guatemala) no dejó piedra sin remover. Más de 1.500
políticos, jueces y empresarios terminaron en prisión. Entre ellos hay tres
expresidentes. Uno es Otto Pérez Molina, general de reserva y presidente de
2012 a 2015, que ahora es compañero de celda de Gurtner.
Cuando la Comisión comenzó a investigar al presidente
Jimmy Morales por lavado de dinero en 2019, este expulsó a la Comisión del
país. 'Desde entonces, han seguido a todos los que trabajaron o apoyaron a la
Cicig', dice Gurtner. Desde aquel momento, la democracia de Guatemala ha estado
en caída libre."
https://www.dw.com/es/creciente-represi%C3%B3n-en-guatemala-y-%C3%A9xodo-hacia-el-norte/a-65610027