Distintas organizaciones latinoamericanas lanzaron una iniciativa que quiere facilitar la filtración de datos que permitan denunciar casos de corrupción. La idea es dar poder a la ciudadanía para reforzar la democracia.
"Necesitamos políticas públicas y que la denuncia no sea mal vista,
sino que sea apreciada y protegida por una ley que permita que los
alertadores conserven sus puestos de trabajo y proteja su integridad
física”, dice a DW Renata Ávila, directora ejecutiva de Ciudadanía
Inteligente, una de las tres organizaciones que impulsan Latamleaks, una
plataforma que pretende abrir un espacio para que, de forma anónima y a
través de un sistema seguro de transferencia de datos, la ciudadanía
entregue evidencia sobre casos de corrupción, daño medioambiental y otro
tipo de malas prácticas.
La iniciativa quiere también servir
como escudo que resguarde la seguridad de los "filtradores” de
información relevante, replicando un modelo europeo que ha sido
particularmente exitoso y que ha entregado impactantes revelaciones,
como los "Panamá Papers".
También forman parte de Latamleaks la Fundación Internacional Baltasar
Garzón (FIGBAR) y PODER. Eduard Martín-Borregón, director de Datos,
Periodismo y Tecnología de esta organización con sede en México, explica
a DW que este proyecto latinoamericano busca "promover a los
alertadores en general, esto es promover la discusión, generar las
plataformas y generar cambios legislativos”.
Latamleaks fue presentada en sociedad el 19 de febrero de 2020 y lo que hace es reunir, en un solo sitio (http://www.latamleaks.lat)
todos los proyectos similares que se han impulsado en los últimos años
en la región, como Méxicoleaks, Perúleaks, Chileleaks, Guatemalaleaks y
Subterráneo, de Nicaragua. En ellos se pueden ingresar denuncias
anónimas por medio del navegador Tor –que no deja huella de la dirección
IP–, las que luego serán corroboradas por equipos periodísticos de
medios de renombre que colaboran con el portal.
Sueño regional
"Esto
es solo el inicio, y nuestro sueño es que podamos alcanzar un consenso
regional y que haya una ley modelo que nos permita tener un sistema
latinoamericano de protección de alertadores. Por ejemplo, si alguien
presenta una denuncia en Uruguay y está en peligro por ello, queremos
tener un sistema de colaboración que permita reubicar a esta persona en
Costa Rica, por decir algo, y que pueda hacer su vida, o generar un
fondo que nos permita apoyar a los alertadores y sus familias”, dice
Ávila.
Los grupos detrás de Latamleaks reconocen que éste es
apenas el primer paso, en un largo camino que busca generar un cambio
cultural, para que los ciudadanos se empoderen y se atrevan a presentar
denuncias que, finalmente, enriquecerán la democracia y dificultarán el
avance de la corrupción. "Estamos en un momento donde parece que hay una
ola legislativa para proteger a los alertadores, y vemos que esa ola no
ha llegado a América Latina. Queremos que en la región se converse
sobre legislar y proteger a los whistleblowers”, agrega Martín-Borregón.
"Los
medios para denunciar en América Latina son bastante frágiles. No hay
cultura ciudadana de denuncia, como en otros países. Puede ser por
desencanto, por miedo a represalias o por falta de protección. En la
última década surgieron los buzones seguros para hacer las denuncias,
pero no basta con ello. Hay que lograr que la gente entienda por qué es
importante hacer una denuncia, que ésta puede generar un gran cambio”,
agrega Ávila, que ha trabajado como abogada de Julian Assange.
Si no existe la inventamos
Para
Martín-Borregón, en los últimos años ha habido un cambio social que ha
permitido que la ciudadanía esté más atenta, lo que ha servido para
destapar escándalos como el de Odebrecht. PODER, por ejemplo, ha
impulsado Méxicoleaks y ha logrado muy buenos resultados en los cinco años que lleva operando.
"Descubrimos el caso de un candidato del PRI (José Antonio Meade) que
avaló un contrato con Odebrecht que afectaba a Pemex, vínculos de
políticos con narcos… Es una plataforma que sirve, que da resultados”,
explica el especialista, quien destaca que "la corrupción atraviesa el
mundo entero, y sería un error dar el mensaje de que solo América Latina
es corrupta”.
Ávila comparte el juicio, y agrega que, según su
experiencia, "los países son muy distintos, pero la corrupción es muy
similar. Y no se trata solo de luchar contra esa corrupción que se lleva
una valija con dinero, sino que queremos atacar también la corrupción
institucional, que es cuando las instituciones dejan de servir a los
propósitos para las que fueron creadas. Queremos fortalecer las
instituciones democráticas, ese es el foco de Latamleaks”. La abogada
guatemalteca reconoce que esta lucha "va contra el sistema, y cuando te
metes con los poderosos es un esfuerzo complicado, pero no por eso vamos
a dejar de hacerlo”.
Los responsables de Latamleaks esperan que
pronto se sumen nuevos países, y están trabajando para lograr convocar a
la mayor cantidad posible de instituciones de la región. "El objetivo
es de activismo e incidencia ciudadana para poder lograr tener un marco
de protección tan bueno o mejor que el europeo. Si la prensa no es
realmente independiente, si no hay una sociedad civil fuerte y si no hay
mirada crítica a las autoridades, no existen las condiciones para
fortalecer la democracia. Y si no existen, tenemos que inventarlas”,
sentencia Ávila.
***Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas.
https://www.dw.com/es/latamleaks-la-plataforma-que-quiere-golpear-a-los-corruptos/a-52579188