También en Chile, las "fake news" se han apoderado del debate, mientras sitios que verifican información pelean contra esta tendencia y expertos buscan explicar por qué la desinformación cala tan hondo en los electores.
Desde hace algún tiempo, las campañas políticas están
marcadas por la presentación de afirmaciones dudosas o derechamente falsas. El
imperio de las llamadas "fake news" o noticias falsas, que algunos
prefieren llamar "desinformaciones", se ha ido estableciendo en la
discusión democrática, con todos los problemas que ello implica. Se instalaron
fuertemente en el referéndum por el "brexit" en el Reino Unido, o en
el plebiscito del acuerdo de paz con las FARC en Colombia, ambos en 2016, o
durante la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, entre 2017 y 2021.
El ejemplo más reciente se vive en estos momentos en
Chile, donde la campaña para el plebiscito del 4 de septiembre ha estado
plagada de noticias falsas, como que la nueva carta magna eliminaría la
bandera, que se podría abortar hasta los nueve meses de embarazo o que se
acabaría la Policía uniformada, y otras que entran en el campo de lo
discutible, como que no se podrán heredar los fondos de pensiones o que los
mapuches quedarán impunes en caso de cometer delitos.
A esto se suman acusaciones contra el Servicio Electoral
(Servel) e incluso polémicas por testimonios inventados y afirmaciones
equívocas que se han podido ver en la campaña televisiva de la opción rechazo. Por lo mismo, la opción apruebo
presentó el 18 de agosto la plataforma Plebiscito Sin Mentiras y el Servicio
Electoral ha dedicado varios artículos en su web a desmentir "fake
news".
La importancia del chequeo
En un escenario revuelto y donde la desinformación
abunda, es natural que la ciudadanía se confunda y no sepa bien a qué atenerse.
La circulación de versiones impresas falsas de la propuesta constitucional, e
incluso el hecho de que exconstituyentes hagan campaña repartiendo folletos con
información cuestionable, no ayuda a mejorar el panorama. Por eso, los
periodistas que se dedican al chequeo de datos han encontrado un nicho que ha
sido de gran utilidad para quien desee votar informado.
Tomás Martínez es periodista y director de Mala Espina,
un sitio web especializado en la detección de "desinformaciones". El
profesional, con experiencia en diarios como Pulso y La Tercera, dice a DW que
desde el plebiscito de entrada de octubre de 2020, cada vez que se acercan unas
votaciones, la circulación de noticias falsas aumenta. "Y las hay de
distintos tipos, como las que buscan que la gente no se movilice a votar por
temor y las desinformaciones sobre contenidos de la propuesta de nueva Constitución".
El experto agrega que desde que la Convención hizo
entrega oficial de su propuesta al presidente Gabriel Boric, "las
desinformaciones que han circulado tienen relación con temas de contenido del
texto, pero uno de los grandes focos de informaciones falsas en este período
han apuntado al rol del Servicio Electoral, con acusaciones de fraude y otros
temas relacionados con la función de este organismo".
Interés masivo
Ángela Erpel, Coordinadora para el Cono Sur de Democracia
y Derechos Humanos de la Fundación Heinrich Böll en Santiago de Chile, destaca
el hecho de que buena parte del 21,72 por ciento que votó en contra de cambiar
la Constitución en el plebiscito de entrada vive en solo tres comunas de la
capital chilena y, en general, son quienes poseen el control de los medios.
"Esta concentración también es la que explica la
direccionalidad de las narrativas en pos de frenar los cambios", asegura
Erpel a DW. Eso redundaría en la creación de un "clima de cuestionamiento
a la propuesta, donde los medios han intensificado una agenda noticiosa
crispada", agrega esta socióloga chilena.
A su juicio, los temas que dividen a la opinión pública
suelen relacionarse con "la masiva contaminación informativa, que se basa
en la difusión de premisas falsas o interpretaciones sesgadas". Erpel
menciona a la plurinacionalidad, el consentimiento para la Justicia (vigente
desde 2008) y lo relacionado con la propiedad privada como elementos que
generan dudas en la ciudadanía. Sin embargo, "la nueva Constitución planteó
desde un comienzo que el derecho a propiedad está garantizado", sostiene.
De cualquier modo, el periodista y verificador de
información Martínez piensa que entre la ciudadanía chilena sí hay un claro
interés por acceder a información contrastada sobre el plebiscito, lo que se ve
en el aumento de visitas que ha registrado Mala Espina, "no solo para
verificar desinformaciones, sino también para entender qué pasa con temas que
generan dudas o cuesta entender".
https://www.dw.com/es/plebiscito-en-chile-la-ardua-lucha-contra-las-noticias-falsas/a-62960599