Tras 18 años de democracia y con cuatro elecciones presidenciales, si tomamos como referencia las pasadas municipales, la conclusión es que el país centroamericano ha sufrido un enorme retroceso democrático. ¿A quien le sorprende? A nadie debería pues Ortega ha adaptado sus formas políticas (nepotismo, corrupción e intimidación) de los años ochenta al siglo XXI

Procesos y "resacas" electorales como la nicaragüense ya las hemos visto este año en otros escenarios, como Kenia y, más recientemente, Zimbabwe con Mugabe, a cuyo modus operandi se asemeja Daniel Ortega ¿quien copia a quien? Más bien se retroalimentan ambos liberticidas.

No permitir la presencia de observadores ya nos puso en la pista de que el fraude se estaba gestando en la cocina de Managua. No sólo lo advertimos sino que lo denunciamos. Los hechos nos han dado la razón.

El recuento de votos ha sido un ejemplo (más) de caciquismo gubernamental porque llevarse las sacas a un estadio de fútbol y expulsar a los supervisores de la oposición ¿puede definirse de otra manera? El sandinismo dice haber ganado y por aplastante mayoría. Sin embargo, la gente se ha echado a la calle no para exigir el triunfo de la oposición, sino el cumplimiento de estándares democráticos.

Es relevante que la Conferencia Episcopal nicaragüense se encuentre entre las voces de protesta ya que se trata de unos de los poderes fácticos a los que el matrimonio Ortega-Murillo trató de controlar. La OEA y el Centro Carter también se han sumado exigiendo explicaciones.

¿Qué sucederá? De momento el gobierno acepta llevar a cabo repetir el recuento de los resultados de Managua. Insuficiente. Sería una débil concesión a la democracia. El supuesto fraude que en la capital pudo haber también se dio en otros lugares del país. Ortega maquillaría así lo sucedido y la comunidad internacional, nos tememos, miraría para otro lado…una vez más.

El gran perjudicado es el pueblo nicaragüense, ¿qué garantías ofrece su país a la inversión exterior?, ¿qué estados pueden ver en el sandinismo un socio serio y responsable con el que entablar relaciones? Ninguno. Ortega y sus acólitos siempre podrán invocar a Chávez o Castro, pero recordemos que la ayuda que éstos le prestan no es desinteresada. Además, su destinatario particular es el FSLN,  gran embajador del imperialismo castro-chavista.