El gobierno español no dejará "ni respirar" a la banda terrorista ETA y ejercerá contra ella "la máxima presión" hasta que abandone de forma definitiva la violencia, dijo la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega. De la Vega, que se encuentra en México de visita oficial, aseguró a los corresponsales españoles que sólo si ETA "abandona de forma inequívoca" la violencia, el gobierno español "entraría en la posición de hablar, de escuchar".

La vicepresidenta se equivoca. ETA respira muy bien gracias a los balones de oxígeno que le lanza el Gobierno con su plan de "negociación" y "diálogo" a espaldas de la sociedad española y a costa de las víctimas del terrorismo etarra. Recordemos que la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha denunciado que el Gobierno no les dará las ayudas provenientes del IRPF porque, según dijo De la Vega, los miembros de la AVT, son unos "privilegiados".

ETA viene aprovechando la indulgencia del Gobierno de Zapatero y sus ataduras con los partidos nacionalistas para "dialogar" a través de las bombas. Aunque el Gobierno "celebra" que no haya víctimas, es penoso que haga la vista gorda cuando ETA lo está acorralando con el terror exigiéndole mayores concesiones antes de sentarse a negociar o de anunciar el final de sus acciones de terror.

Hasta el momento la política de Zapatero con ETA y con el nacionalismo vasco ha sido ceder y replegarse sin lograr nada a cambio. El programa soberanista del líder del lendakari Ibarretxe, además de contar con el respaldo de ETA manifiesta una propuesta de libre asociación al tiempo que Batasuna pasa olímpicamente de su ilegalización organizando marchas y debates a la vista de todos y con total impunidad. En este contexto, ETA aprovecha la debilidad del Gobierno socialista para viajar en furgoneta desde Francia con miles de kilos de explosivos y hacerlos explotar cerca de una cárcel de mujeres, recordándole al Gobierno su pedido de traslado de todos los presos etarras al país vasco. 

¿Qué se está negociando con ETA? Porque ETA pedirá algo a cambio, como en toda negociación. ¿Qué piensa ofrecer Zapatero a cambio de que los terroristas dejen las armas? ¿Por qué se renunció a ilegalizar al PCTV, topos de ETA en el Parlamento vasco? ¿Cómo se puede decir que el hecho de que ETA aterrorice pero no mate constituye un paso hacia delante? ¿Por qué no se condenó este último atentado? ¿Cómo puede embarcarse en un proceso de paz con ETA sin contar con el respaldo mayoritario de la sociedad y el resto de los partidos?

¿Será como dijo Rajoy que la bomba de Avila es una llamada de atención para alguien que no cumple? De ser así, no sólo estamos ante un Gobierno débil por sus pactos con los partidos atávicos, sino insensato por haber tirado por la borda el Pacto Antiterrorista e incumplir la ley para que Batasuna hoy esté contentándose en el Parlamento vasco con la colaboración del PSOE y el PNV.

No puede existir negociación alguna sin previo abandono de las armas. No se puede claudicar frente al terror. No se puede ser dubitativo e inocente cuando del otro lado se responde con bombas en sitios elegidos cuidadosamente. En lugar de ceder, Zapatero debería rectificar y combatir con todo el rigor que le permita la ley al terrorismo separatista. Sólo así se acabará con la lacra de ETA.