El hecho de que Nicaragua sea un país menos "mediático" que otros de su entorno latinoamericano, es una baza que está jugando a favor de su gobierno. Implica menos cobertura por la prensa aunque los hechos sean de la máxima gravedad.

El fraude se consumó o cuando menos, el FSLN al haber actuado con una mezcla de opacidad y amedrentamiento, hace que el beneficio de  la duda se le niegue. La legitimidad del proceso electoral recientemente vivido es nula.

El país centroamericano ha pasado de una situación electoral a otra postelectoral donde la violencia de los sectores sandinistas va en aumento. Es la gran protagonista. Como el sandinismo no es la corriente ideológica mayoritaria, se ha visto obligado a apelar al "matonismo", ¿qué queremos decir? Muy sencillo, recurre a pandillas a las que dota de machetes, cuchillos y pistolas… para arremeter contra la oposición y los periodistas.

Tan loable como valiente es la labor que vienen haciendo los medios de comunicación independientes, pese a que varios de sus comunicadores han sido amenazados y algunas radios, destrozadas.

Mientras tanto la Comunidad Internacional sigue con sus declaraciones vacuas y, sobre todo, apaciguadoras. Le exigen al gobierno, esto es, a Daniel Ortega, un recuento de los votos que se ciña a la legalidad. Parecen desconocer que este concepto no cabe en el vocabulario del Comandante ni de sus fieles.

La OEA, la UE, la UNASUR…parecen no darse cuenta de la magnitud del problema que se vive en Nicaragua ni de la perniciosa influencia que puede tener en el corto plazo (Venezuela, 23 N) y El Salvador (enero de 2009). La oposición ya sea liberales, reformistas sandinistas…o incluso, organizaciones apolíticas como la Iglesia y asociaciones de derechos humanos, han sido dejadas a la intemperie.

A todo esto, ¿y Daniel Ortega? Pues aún no ha dicho nada. ¿Estará desbordado por la situación? No lo creemos. En el fondo, el escenario actual era el que anhelaba, pues ya se sabe que a río revuelto, ganancia de pescadores. Cuanto más dramática sea la situación, mejor para él. ¿Qué significa? Ante el caos y el desgobierno, cuando tengan lugar negociaciones podrá aparecer como el gran "salvador" e imponer sus condiciones a las partes. El hermanamiento Nicaragua-  Zimbabwe se consuma. Las tácticas de Ortega y Mugabe, gemelas…lo mismo que el triste destino al que arrastran a sus poblaciones