"Unipolaridad" que ya se veía en 1999 -a sólo 10 años de la caída del muro de Berlín- se fue acentuando al ritmo del crecimiento de las economías China e India. La consolidación de sectores de Medio Oriente y el freno a la llamada "Primavera Árabe" que permitió controlar el petróleo por EEUU, cosa que logró en Irak y en Libia, pero que fracasó en Irán y en Siria (en esta última con un costo tremendo) debido a la participación de Rusia y Turquía. Antes del rompimiento de la efímera unipolaridad, coincidió con la decisión de los grandes grupos económicos por acentuar el control de la natalidad y con las caídas de las fronteras con la formación de organizaciones transnacionales, el debilitamiento de todas las FF.AA. periféricas y la caída de las fronteras con el respectivo aumento de los tráficos ilegales de todo tipo. Esta situación fue percibida por a Rusia como un intento de colocarla contra la espada y la pared.
Y ciertos sectores del mundo como sucedió entre nosotros
con muchos países de América del Sur, vieron la posibilidad de filtrarse por
esa fisura para eludir la tenaza que el Nuevo Orden Mundial cierne sobre todo
el mundo con el guante suave de una pseudo democracia global, aplaudida por
todos los medios de comunicación y las redes sociales. Se produce una
homogenización de normas y cosmovisiones que mostró sus dientes con la pandemia
del 2020. Esto detonó una alarma en muchas personas y en muchos países.-
Rusia se dio cuenta que si no consolida su dominio sobre
el Mar Negro y distiende su tradicional rivalidad con China, no puede hacer
frente al cinturón que contra el Eje Báltico-Mar Negro se cernía sobre ella y
en realidad sobre toda la Europa aún no "dominada" por la filosofía
del NOM.-
Esto provocó el agravamiento de la guerra entre Rusia y
Ucrania que termina con la era de las guerras híbridas y asimétricas por la
Guerra abierta y convencional entre la Federación Rusia y sus aliados asiáticos
-Siria, Chechenia, Kazajistán, Irán, la India y la europea Bielorrusia- contra
Ucrania y toda la NATO unida aún en contra de sus propios intereses.
Actualmente temen que China dé otro golpe a la
unipolaridad en Taiwán. Rusia canceló sus negociaciones para devolver a Japón
las Islas Kuriles. Alemania queda en el medio entre sus necesidades reales y la
presión del grupo NATO. Detrás, avivando el fuego se encuentran EEUU e
Inglaterra verdaderos autores del drama. Francia y Turquía pretenden ser
mediadores porque saben que si se agrava el conflicto van a estar en el ojo del
huracán nuclear. En una palabra la doctrina de la "disuasión" del
General Baufré de la década del 70 del siglo XX vuelve con toda su fuerza y
entonces los peligros de guerras periféricas reaparecen como la forma de evitar
la hecatombe.-
Por lo tanto si no se llega a la Guerra Nuclear, reaparece
el armamentismo intermedio y las fronteras volviendo de golpe a la situación
del año 1980. Esto indica como lo demostró la crisis de los granos de Ucrania
-aparentemente destrabada por Rusia con la intervención protagónica de Turquía-
que el hambre puede hacerse presente a nivel mundial en cualquier momento. Y
que hacer vías de intercambio. Exportación y sobre todo producción de alimentos
y su manufacturación es una gran opción a considerar, así como elementos para
la defensa de bajo costo y mucha necesidad.-
¿UNA HIPOTESIS?
Podemos pensar alguna hipótesis como ejercicio
intelectual. Creemos que la situación inflacionaria que se gestó durante la
pandemia de Covid 19 por la inmensa emisión de dinero y regalo de dinero que se
dio a los consumidores de occidente (llámese en términos militares los países
NATO), sumado al freno impuesto por las autoridades a la producción mundial por
los aislamientos obligatorios, que generaron no solamente parada de plantas y
no producción, sino también parada de medios de transporte comercial como
barcos, aviones, camiones, generó un incremento de la demanda (la gente no
gastaba porque no podía consumir ni en gasto de bienes ni entretenimiento y
generó un ahorro de disponibilidad de dinero) y falta de oferta (causada no solo
por la falta de producción y logística sino también porque empresas
desaparecieron luego de estar un año sin operar) generó una base inflacionaria
fenomenal porque hay más dinero y menos en que gastarlo.-
A esto se le suma la guerra en Ucrania, la guerra en sí
misma no genera inflación, pero si las consecuencias como: que Rusia no exporte
más energía a Europa ha provocado aumentos de hasta el 400% del costo de la
energía europea y va a destruir infinidad de empresas.-
En fin, todo esto es un enorme problema para las
Democracias Occidentales del Norte, donde están y estarán expuestas a grandes
disconformidades sociales que pueden generar una crisis existencial de la
cultura económica y social como la conocíamos hace 30 años y sus dirigentes
pueden perder todos sus beneficios.-
Ante esto se generan diversas hipótesis, entre ellas
podemos teorizar que estamos delante de una guerra donde la NATO tiene como
"justificación" el viejo enemigo "Rusia", que amenaza el
estilo de vida occidental y puede invadir Europa, y para lo cual Europa debe
prepararse militarmente para defenderse. Esto le permitiría a los Gobiernos
NATO unir a sus poblaciones con sus gobiernos más allá de los problemas
inflacionarios y estarían dispuestos a cualquier sacrificio económico para
garantizar su estilo de vida occidental.-
UCRANIA
Cientos y cientos de misiles disparados contra Ucrania en
casi un año de guerra. Decenas de grandes ciudades destruidas, pueblos borrados
de los mapas, casas, edificios y estructuras reducidos a escombros e
infraestructuras desintegradas. Estas son solo algunas de las cicatrices con
las que, tarde o temprano, alguien se encontrará lidiando. Una cosa es cierta:
ningún conflicto es infinito, y tampoco lo es el que se libra en territorio
ucraniano desde el 24 de febrero de 2022. Inevitablemente llegará un momento en
que Moscú y Kiev alcancen una tregua, si no un tratado de paz. No sabemos si
esto ocurrirá pacíficamente, como consecuencia natural de una guerra que ya no
es sostenible para nadie, o si tras la capitulación de uno de los dos bandos en
conflicto. Más allá de todas las predicciones, una vez terminada la
destrucción, un período de (re)construcción.-
La pregunta del millón, otra más que nadie puede
responder, es: ¿quién reconstruirá Ucrania? Los daños materiales registrados
hasta el momento son enormes. Según un estudio realizado por la Escuela de
Economía de Kiev, que data de agosto pasado, la guerra habría causado daños a
la infraestructura ucraniana por un total de 108.300 millones de dólares.
El gran riesgo es que, cuando llegue a buen puerto, el proyecto
de reconstrucción de Ucrania se convierta en un gran negocio. En cualquier
caso, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, presentó un plan de
recuperación de 750.000 millones de dólares para reconstruir el país tras el
final de la guerra.-
En junio, el canciller alemán Olaf Scholz se refirió al
Plan Marshall, un programa financiado por Estados Unidos que ayudó a
reconstruir Europa Occidental después de la Segunda Guerra Mundial, como modelo
para reconstruir Ucrania. En resumen, neto de las estimaciones variables y aún
imprecisas, es plausible cuantificar el costo de la reconstrucción en Ucrania
entre 200 y 800 mil millones de dólares.-
Recordando: el Plan Marshall ofrece varias lecciones
importantes para el presente. Primero, las grandes inyecciones de dinero para
reconstruir la infraestructura pueden generar grandes ganancias. En promedio,
las transferencias del Plan Marshall de 1948 a 1952 representaron menos del 3%
del PIB en los países receptores. Por si fuera poco, calculadora en mano, en 1948
el Plan Marshall representó un total del 5% del PIB americano. Si los países de
la UE comprometieran hoy el 5 % de su PIB combinado para la reconstrucción de
la posguerra de Ucrania, podrían financiar un paquete de ayuda de 870 000
millones de dólares. Las contribuciones estadounidenses pueden entonces
aumentar aún más el paquete de ayuda.
¿Alguien más? No son solo los Estados Unidos y la Unión
Europea son los que compiten por reconstruir Ucrania. También encontramos a
China, que siempre ha estado presente en casos similares, como en Siria, Libia
o Afganistán, es decir, cuando países devastados por la guerra necesitaban
inversiones.-
A partir de 2019, China ha sido el mayor socio comercial
de Ucrania. Ucrania también forma parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta
de la seda, junto con Rusia, y Kiev, durante años, ha sido la prueba de que las
potencias europeas enfrentadas con la UE podrían encontrar amigos en Pekín
(como Serbia y Hungría). El Dragón importó una buena cantidad de grano de
Ucrania y, antes del conflicto, también había invertido grandes sumas en
proyectos locales, como sistemas ferroviarios metropolitanos y parques eólicos,
que presumiblemente le gustaría continuar en caso de un acuerdo de paz.-
Por último, pero no menos importante, la reconstrucción
de Ucrania -más aún si la UE no se pone de acuerdo sobre cómo y cuándo
intervenir- podría ofrecer a China una gran oportunidad para mejorar su imagen
global. ¿Cómo? Contribuyendo, por ejemplo, al mantenimiento de la paz en
Ucrania a través de las Naciones Unidas. En general, sin embargo, China se
siente mucho más cómoda hablando de reconstrucción física y económica. Aquí,
entonces, es que la infraestructura estratégica ucraniana destruida podría
revivir gracias a los trabajadores y empresas chinos. Para Washington y
Bruselas equivaldría a una "piedra en el zapato" que hay que evitar a
toda costa.-
ENSEÑANAZA PARA ESTAS PAMPAS:
Toda guerra, ciertamente dolorosa, también puede ser una
oportunidad: Japón y Alemania; China y Europa supieron aprovechar la
reconstrucción y el desarrollo. ¿Por qué nosotros no? Hemos observado que tanto
la guerra como la posguerra pueden favorecer inversiones. Citaremos algunos
ejemplos.-
La Argentina puede en la posguerra de Ucrania y Rusia
ganar una oportunidad para los granos argentinos y productos alimentarios
manufacturados. Cereales y lácteos. En torno al Mar Negro. Derivados de la
carne elaborados como la consumen en cada país. "Kosher" en Israel,
"Halal" entre los musulmanes etc. Caños de gas sin costura:
reconstrucciones de gasómetros y de transportes de fluídos. Tunelización.
Centrales Atómicas de uranio enriquecido del que argentina es pionera.
Fabricarles satélites artificiales. Drones para control de plagas
agropecuarias. Desarrollar la Industria de Defensa Nacional para nosotros y
para los otros países: armas disuasivas. Piénsese lo que significaron los
drones turcos. Astilleros de buques de pesca, transportes y de guerra.
Necesitamos controlar nuestra pesca de las depredaciones. Sumarse financieramente
a los planes de reconstrucción de Ucrania: compañías de financieras; de la
construcción, de alimentos, presencia cultural y educativa del castellano o
español para abrirles la conexión a la América Hispanoparlante. Insumos
médicos, prótesis, medicamentos, equipamiento de odontología. Recepción de
alumnos universitarios. Grupos de inversión para la reconstrucción. En fin
estar atentos a este proceso de post guerra para no perder las oportunidades
que brindará la región.-
Gabriel Camilli , Cnl My (R) - Director de Elevan.