Hoon ha ido más allá de sus propias declaraciones en el 2015 y reconoce que tanto él como su personal en Defensa reaccionaron con estupefacción antes las "órdenes inequívocas" de quemar el informe, trasmitidas por el entonces jefe de Personal de Blair, Jonathan Powell.

"Tony era incapaz de dar malas noticias, incluso las malas noticias causadas por su propias acciones", escribió Hoon en sus memorias publicadas en noviembre pasado. "Siempre tuve dudas sobre su manera de tratar a la gente. A mí me dejó colgado y nunca pareció importarle quién conseguía los cargos ministeriales".

Hoon fue destituido en el 2005, dos años después de la guerra que costó la vida a miles de civiles iraquíes y a 179 soldados británicos. Las madres de cinco militares fallecidos han escrito esta semana una carta a la reina Isabel II pidiendo que anule la concesión del título de "Sir" a Blair por considerar que "pisotea los sacrificios de nuestros hijos".

"Estamos luchando para entender cómo un hombre que ha causado tanta devastación puede ser recibir tal distinción", continúa la carta. "No le vemos como un hombre de paz, sino todo lo contrario: sus manos están manchadas con la sangre de nuestros soldados muertos en Irak".

La distinción de Blair como "Sir" ha causado estupor entre los británicos y ha provocado una campaña contra el ex "premier" laborista en los tabloides conservadores. La presión ha llegada hasta Boris Johnson, que ha echado balones fuera alegando que es la reina la que ha concedido personalmente el título. El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, defendió el martes a Tony Blair frente a las críticas, antes de confinarse por segunda vez en diez semanas al volver a dar "positivo" por el coronavirus.