Las autoridades arrestaron además a decenas de activistas, entre ellos Stanislav Shushkevich, el primer gobernante de Bielorrusia en la era posterior a la desaparición de la Unión Soviética, dijo Vesna, un grupo defensor de los derechos humanos.

La KGB citó a muchos activistas y les advirtió que no efectuaran protestas, afirmó el portavoz de Vesna, Valentin Stefanovich.

El gobierno intenta contener la inconformidad cada vez mayor de la ciudadanía en momentos en que Bielorrusia atraviesa su peor crisis económica desde el derrumbe soviético.

El presidente Alexander Lukashenko afirmó el domingo que ``está en marcha un incremento en la intervención de la información'' como parte de los planes elaborados en ``las capitales de otros países'' para propiciar una revuelta popular. ``Entendemos que el objetivo de estos ataques es sembrar incertidumbre ya larma, destruir la armonía social y al final doblegarnos para reducir a lanada nuestra independencia conquistada a pulso'', dijo Lukashenko en un discurso.

El gobernante inauguró el desfile militar por el Día de la independencia, con el cual se festeja el fin de la ocupación nazi en 1944.

Rusia pretende incrementar su influencia en la economía bielorrusa mediante créditos de asistencia al gobierno de Lukashenko a fin de que sortee las dificultades financieras.

Por primera vez, soldados rusos participaron en el desfile militar anual.

La televisión estatal rusa, que transmite en Bielorrusia, ha apoyado a los manifestantes locales con la difusión de imágenes en las que se advierte la rudeza en su contra por parte de la policía.

La oposición ha convocado diversas movilizaciones por internet en lo que describe como ``la revolución de las redes sociales''.

Los manifestantes no portan pancartas y marchan en silencio por las calles mientras aplauden al unísono.

Ante su pretensión de evitar las protestas en el día nacional, el gobierno comenzó desde el sábado a bloquear el acceso a los sitios de redes sociales que los activistas utilizan para convocar las movilizaciones.