La recaudación, que el Gobierno espera comience en junio o julio (meses en los que entraría en vigor la normativa), se acumulará en un fondo económico que usarán los pueblos indígenas para proyectos de desarrollo de sus comunidades.

Para implementar la ley, el Gobierno peruano debe todavía aprobar un reglamento, que presentará a las organizaciones indígenas nacionales y regionales, así como formar dos comités, uno de ellos encargado de administrar el fondo.

Una vez aprobado este reglamento, los pueblos indígenas deberán presentar ante el llamado Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (Indecopi) unos expedientes con el tipo de plantas usadas tradicionalmente para fines terapéuticos.

"Son las comunidades de la selva central peruana las que tienen más claro este aspecto", indicó el viceministro.

Al igual que en 2002, la iniciativa del Gobierno peruano ha vuelto a encontrar la oposición del sector privado, que considera excesiva la tasa impositiva dado el "pequeño tamaño" de la industria farmacéutica peruana, que en 2010 facturó unos diez millones de dólares por exportaciones de productos naturales.

"Como industria no estamos de acuerdo con el diez por ciento, pero sí en dar a las comunidades indígenas un beneficio por los productos que ellos han tenido por muchos años", indicó Alejandra Velazco, de la Asociación de Exportadores (Adex).

Velazco anunció que, junto con otras entidades, pedirán al Gobierno representación del sector en la comisión encargada de administrar el fondo económico.

A este respecto, Vilcapoma reconoció la necesidad de incluir a la industria en el proceso de implementación de la normativa y, aunque no descartó una "reestructuración" final de la ley, recordó que Perú suscribió un convenio internacional en el que se reconocen como inalienables los conocimientos colectivos de los indígenas.

El Centro de Investigaciones sobre Medicina Tradicional (CIMT) calcula que en Perú hay más de dos mil plantas con propiedades curativas del total de 300 mil plantas censadas en el país, y cifra en el 40 por ciento los ciudadanos peruanos que recurren a la medicina naturista para tratar sus dolencias.

Según datos de Adex, Perú exporta, principalmente a Estados Unidos y Europa, plantas naturales como la maca (energizante de los Andes centrales), la sacha inchi (rica en omega), además de la uña de gato (antiinflamatoria), cuya demanda en los mercados internacionales ha decrecido después de un primer momento de "boom" experimentado a finales de la década de los noventa.