Este es el diagnóstico elaborado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal sobre las operaciones de este grupo criminal, que en los últimos tres años ha sido diezmado con la captura de 729 de sus integrantes.

Aunque la dependencia reconoce que en marzo de 2011 “se evidenció la recomposición del grupo criminal y el cambio de su denominación a Los Caballeros Templarios”, pero con el mismo sello de violencia e ideario y dispuestos a mantener el control de sus plazas cuyo bastión es el estado de Michoacán.

Servando Gómez Martínez y Enrique Plancarte, fundadores de La Familia, son ahora los líderes templarios que están detrás de la violencia registrada en la entidad el 7 de julio, que dejó un saldo de siete muertos por enfrentamientos entre sicarios y policías federales, en el que ordenaron disparar contra la población civil y establecer bloqueos con vehículos incendiados, de acuerdo con la SSP federal.

Esta semana reiniciaron la campaña propagandística contra el gobierno, que utilizaron como estrategia cuando se llamaban La Familia. En diversos municipios michoacanos se colocaron 35 mantas con mensajes contra mandos de la Policía Federal, con el objetivo de replegarlos y que se retiren de la entidad.

“La Familia Templaria”

El documento de la SSP destaca que de 2008 a julio de este año la Policía Federal ha detenido a 729 personas “vinculadas con la organización delictiva La Familia-Caballeros Templarios”, entre líderes, lugartenientes, operadores financieros y sicarios; 539 están relacionados con delitos contra la salud y operaciones del narcotráfico, 190 más pertenecían a sus células dedicadas al secuestro y la extorsión.

Las aprehensiones se realizaron en 12 entidades del país en las que opera el grupo: Michoacán, Estado de México, Distrito Federal, Jalisco, Guerrero, Aguascalientes, Tamaulipas, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro, Morelos y Tlaxcala, aunque también en Estados Unidos durante 2009, más de 300 de sus integrantes fueron capturados.

Este debilitamiento de la organización provocó una fractura entre sus líderes y José de Jesús Méndez Vargas, quien quedó sólo hasta su captura el 21 de junio pasado, lo que ha intensificado las operaciones de Los Caballeros Templarios.

El informe de la SSP detalla que entre los postulados de la mecánica de operación de La Familia “buscan que los cargos de elección popular sean ocupados por personas afines a su organización criminal; promueven un pacto entre cárteles del narcotráfico y el gobierno federal, y parten del supuesto de que sus objetivos están por encima del Estado mexicano”.

También “asumen el derecho a disponer de la vida de sus integrantes, de sus opositores y de todo aquel que afecte a sus objetivos y están a favor de la legalización de la mariguana”, una ideología que siguen defendiendo.

Al parecer, también están dispuestos a seguir con su estrategia de propaganda a la que recurrió La Familia, que en su momento pagó inserciones en medios impresos y electrónicos; difundió mensajes vía internet, financió marchas y manifestaciones denunciado presuntas violaciones a los derechos humanos “y generó rumores sobre agresiones inexistentes a niños y mujeres”, además de ejecuciones, emboscadas y ataques a las autoridades.