El voto hispano volverá a ser crucial en las elecciones intermedias del 2 de noviembre en Estados Unidos. Los líderes de movimientos migrantes reconocen que es el momento de que la comunidad latina se haga escuchar, apoyar a los candidatos aliados a su causa; pero también priva el desencanto ante promesas de campaña incumplidas.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Enrique Morones, líder de la organización Ángeles de la Frontera; José Luis Arzola, ex titular de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Consejo Consultivo del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME); Sandra Pérez Tapia, directora del Centro de la Comunidad Mexicana en Nueva York, y Julie Contreras, comisionada de Asuntos Migratorios de la League of United Latin American Citizens (Lulac), analizan así la importancia de estos comicios.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dejó en claro la trascendencia del voto hispano. El 25 de octubre participó en el programa radiofónico “Piolín por la Mañana”, que se transmite desde Los Ángeles, California, donde en medio de reclamos por no haber concretado en dos años de gestión una reforma migratoria, recordó que el cambio “no ocurre de un día para otro”.

En su mensaje, el mandatario dijo que “si la comunidad latina decide no participar en esta elección, en lugar de castigar a quienes han sido sus verdaderos enemigos en este tema [los republicanos] y apoyar a quienes [como los demócratas] han estado de su lado, entonces habrá menos votos y será menos probable lograr esto [la reforma migratoria]”.

Los líderes migrantes coinciden en que es un momento definitorio. Enrique Morones, de Ángeles de la Frontera, con sede en California, realiza una gira por varias universidades de Estados Unidos para recordar a los jóvenes hispanos que en estos comicios “nuestra voz es nuestro voto”, pues está convencido de que este sector es el que hará valer el derecho de los migrantes en el futuro.

Para él, la alternativa siguen siendo los demócratas, “para seguir presionando y que salga la reforma migratoria”.

José Luis Arzola, ex integrante del IME residente en Carolina del Norte, afirma que para las elecciones “lo importante es un voto razonado; aunque hay desencanto tenemos que apostar a representantes que puedan garantizarnos que se defenderán nuestros derechos y que no sólo somos útiles en tiempos de campaña”.

Tiene claro que a la hora de votar no hay nada definido: “Ya aprendimos que entre republicanos y demócratas, tan malo es el pinto como el colorado”.

Julie Contreras, de Lulac —una de las redes de defensa de migrantes más grandes en EU— y activista en Chicago, afirma: “Debemos emitir el voto por la opción que pueda generar un cambio en este país, pues hasta el momento ninguna de las promesas de campaña han sido cumplidas ni por demócratas ni republicanos, no han hecho nada ante la crisis humanitaria que representan las deportaciones masivas y la separación de familias”.

Sandra Pérez, del Centro de la Comunidad Mexicana en Nueva York, prevé que se registre un voto dividido e incluso “que algunos ni siquiera salgan a votar”. Afirma: “Hoy no sabemos quién te va a cumplir [promesas de campaña]”, pues hasta hoy todo se ha reducido a la esperanza del cambio.