El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, sostuvo que "la guerra del narco no creó la violencia" que se vive en el país, y ésta es resultado de las batallas entre cárteles de la droga y pandillas que se disputan el mercado de estupefacientes.
En una conferencia magistral que dictó en el Colegio de México, el diplomático reconoció que el país vive un círculo de violencia, pero era necesario actuar contra el crimen organizado, por lo que indicó que no se trata ahora de cambiar la estrategia sino de continuar fortaleciendo la capacidad de las policías y el sistema de justicia, además de las aprehensiones de los delincuentes, y de los golpes a las estructuras financieras y logísticas del crimen organizado.
Pascual destacó que no es posible calificar como "insurgencia" a estos grupos delictivos, que en el último año han cambiado a tácticas como la utilización de "coches bomba" o "granadazos", pues su motivación no es política.
Dijo que "lo que estamos viendo no es un movimiento político, estas organizaciones no quieren gobernar, no pretenden liderar al país, sino seguir actuando con impunidad, quieren espacio para mantener sus actividades criminales sin sentir la presión del Estado".
Consideró que salir del círculo de violencia que hoy enfrenta México tomará tiempo, ya que "las policías no se cambian de un día para otro, ni la reforma judicial, pero invertir en esto es necesario".
