Así que ahora la política demócrata-cristiano, que fue introducida en el escenario de Berlín por la Canciller Angela Merkel en 2005 - y que una vez fue evaluada fugazmente como una potencial sucesora de Merkel - parece que está lista para convertirse en jefa de la Comisión Europea. Sería la primera mujer jefa de la Comisión, aunque la decisión final la tomará el Parlamento Europeo en un par de días.

Un buen dominio de los idiomas

Von der Leyen pasó los primeros 13 años de su vida en Bruselas. Su padre, Ernst Albrecht, que más tarde sería Primer Ministro en Baja Sajonia, fue un alto funcionario de la CEE y la CE, las instituciones predecesoras de la UE. A diferencia de muchos de sus colegas del gobierno, von der Leyen habla inglés y francés con fluidez y siempre ha actuado con confianza en sí misma en el escenario internacional.

En varios de los gobiernos dirigidos por la Canciller Merkel, von der Leyen ocupó diversos cargos ministeriales. Invariablemente, abordaba sus tareas con gran dedicación, cuestionando las estructuras existentes. Ocasionalmente, su determinación incluso producía irritación entre sus colegas de partido parlamentarios.

Cargos ministeriales

Inicialmente, esta madre de siete hijos ocupó el cargo de ministra de la familia entre 2005 y 2009. Con su estilo a veces poco convencional, envió señales claras a la clase política de Berlín. Por ejemplo, inició un programa de asistencia económica a los padres ("Elterngeld") y supervisó una expansión nacional del cuidado de los niños mediante la provisión de apoyo financiero sustancial por parte del gobierno alemán.

En 2009, en el segundo gabinete de Merkel, von der Leyen, se convirtió en ministra de salud. Cuatro años más tarde, en diciembre de 2013, se trasladó al Ministerio de Defensa. Permaneció a cargo de este último ministerio incluso después del complicado proceso de formación del gobierno tras las elecciones federales de 2017. Casi ninguno de sus 17 predecesores, todos ellos hombres, logró mantener el cargo durante seis años.

Antes de asumir el cargo en el Ministerio de Defensa, la ambicioso von der Leyen tuvo una carrera casi impecable. Ha sido leal a la Canciller Merkel, quien cuenta con ella como un sólido pilar de su Gabinete.

La hacedora

Como ministro de Defensa, Von der Leyen rápidamente abordó los problemas de las fuerzas armadas uno por uno. El Bundeswehr tenía y sigue teniendo equipos anticuados y defectuosos, proyectos de armamento mal concebidos y una grave escasez de expertos. Ella consiguió un aumento del presupuesto de defensa, aunque todavía muy por debajo de los objetivos de gasto de la OTAN. Y la primera ministra de Defensa alemana detuvo la reducción de las Fuerzas Armadas, reforzando el número de tropas por primera vez desde el final de la Guerra Fría.

Bajo la gestión de von der Leyen, la política de defensa se convirtió en un elemento reconocible de la política exterior de Alemania. Esto también estuvo en línea con los esfuerzos internacionales para luchar contra el terrorismo, que ha contado con la contribución de las Fuerzas Armadas alemanas en varias esferas.

"Hemos dejado atrás un período durante el cual el Bundeswehr ha sido postergado durante mucho tiempo", dijo von der Leyen en 2017. "La situación de la seguridad ha cambiado, de modo que el Ejército alemán tiene que hacer frente a un gran número de desafíos, que van desde Siria e Irak hasta Malí y toda la misión en el Mar Mediterráneo. Además, las tropas tienen que hacer frente al socorro de los refugiados y la protección de la frontera oriental", añadió.

Consultado por DW si von der Leyen fue una buena elección para suceder a Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión de la UE, el experto en defensa de los Verdes, Omid Nouripour, aseguró: "La situación con respecto al equipamiento de las Fuerzas Armadas alemanas no son una calificación obligatoria para el puesto ejecutivo más alto de la Unión Europea".

Deslices y escándalos

La reputación de Von der Leyen como una mujer hacedora ha sufrido en los últimos años. Esto se debe a una serie de decisiones personales, pero también a una serie de escándalos. Durante su mandato, se retrasaron importantes proyectos de armamento y, simultáneamente, salieron a la luz actividades de extrema derecha en las fuerzas armadas y prácticas humillantes que afectaban a los nuevos reclutas.

Afirmar que el Bundeswehr se vio afectado por un "problema de actitud" perjudicó su imagen entre la tropas. Y poco a poco ha ido saliendo a la luz que un viceministro empleado por von der Leyen se tomó una serie de libertades, como por ejemplo, contratar a un pequeño ejército de asesores caros a su propia discreción. Una comisión de investigación del Parlamento Federal alemán se está ocupando actualmente del caso.

Apoya la cooperación militar europea y un mayor gasto en defensa

En los últimos meses y años, este tipo de defectos le habían quitado brillo a la antaño impecable reputación de von der Leyen en Berlín. Y aún así, los observadores sostienen que sus perspectivas de conseguir un puesto de responsabilidad en Bruselas son buenas. Además del conocimiento local y de las habilidades lingüísticas, contribuyó a establecer la estructura de defensa de la UE. "Un ejército europeo como objetivo a largo plazo y la OTAN no son opuestos sino, para mí, dos caras de la misma moneda. Es importante que los europeos constituyan un pilar fuerte dentro de la OTAN, no sólo para mantener la credibilidad de la OTAN, sino también para tener una voz europea fuerte", dijo.

En respuesta al llamado del presidente estadounidense Donald Trump a un mayor compromiso militar de Alemania y Europa, dijo: "En mi opinión, es una demanda justa."

Von der Leyen ha mostrado ambición por un cargo aún más alto en el pasado. Cuando le tocó a la CDU nombrar a un posible sucesor presidencial tras la repentina dimisión de Horst Köhler en 2010, presentó temporalmente su propio nombre. Ahora, su carrera podría alejarla de la política alemana y llevarla de vuelta a su lugar de nacimiento.

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