El hombre se convierte en motivo de escarnio de representantes de la agrupación La Cámpora que comanda Máximo Kirchner. La Judicatura tiembla porque el Consejo de la Magistratura (equivalente, con matices, al Consejo General del Poder Judicial) está en manos del poder de turno: el Kirchnerismo.

El vicepresidente del Gobierno, Amado Boudou, alcanzó el récord de acumular medio centenar de causas en su contra. La corrupción se crea, se transforma y se protege. La titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, a su vez envuelta en un desfalco y estafa en la construcción de viviendas de protección oficial y con dinero público, sale en defensa de Boudou.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a asistir al Tedeum en la Catedral Metropolitana porque Jorge Mario Bergoglio se convirtió en Papa. Cuando el arzobispo de Buenos Aires, señalaba la pobreza y apuntaba la corrupción, la jefa del Estado viajaba fuera de Buenos Aires para no tener que verle ni oírle en la Catedral. Su sucesor, Monseñor Mario Poli, sigue la estela del Vaticano. “O se apuesta por el diálogo, por la cultura del encuentro o todos perdemos”, insistió.

La viuda de Néstor Kirchner pidió “perdón” por si ofende con su estilo (ofende) y acusó recibo de la necesidad de diálogo indicada por la Iglesia pero entre lo que dice y lo que hace, mantiene las puertas de la palabra, del otro, bloqueadas para la oposición.

Cristina Fernández comparó en la Fiesta Nacional la revolución del 25 de mayo de 1810 que dio pie a la independencia de Argentina, con la llegada a la Casa Rosada de su difunto marido. Alzó la voz para denunciar, “quieren sembrar cizaña, dividir y enfrentrar. No cuenten conmigo”. Y proclamó, “Mientras haya un solo pobre en la patria estaremos en deuda con ella”. La gente se pregunta cuántos son y el Gobierno se hace el distraído. Las cifras salen, como los números que ponen en evidencia la larga “década ganada”, desde instancias civiles y religiosas. El Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina afirma que el 27,5 por ciento de los argentinos son pobres pero el Gobierno debe pensar que no son suyos.

Al fiscal Campagnoli le intentaron juzgar a puerta cerrada para que la prensa no viera ni oyera lo que pasaba. El hombre, al menos, consiguió que los medios de comunicación sean testigos durante la secuencia de sesiones donde su futuro –por cumplir con su trabajo- está en el aire. El calendario donde Campagnoli será “ajusticiado” se cierra en junio. Ricardo Gil Lavedra, magistrado del tribunal que condenó a las Juntas Militares y defensor de Campagnoli, lo dijo sin miedo: “Quieren esconder la destitución (la de Campagnolli) en medio del Mundial”. Los goles de la justicia se cuelan, con la mano del Ejecutivo, en propia puerta. La de Argentina.