Intentaban huir del asedio a Homs, pero acabaron atrapados en la trampa mortal de un puesto de control. Los secuestraron, los mataron y abandonaron sus cadáveres como advertencia a quienes pretendan escapar de los bombardeos. Activistas sirios encontraron este lunes sus cadáveres, 64 en total, según los Comités de Coordinación Local de la oposición a la dictadura.

La masacre ocurrió en la zona de Abel, en Homs, feudo opositor y 'capital' de la revuelta iniciada hace casi un año contra el régimen de Bashar Asad.

La red de activistas atribuyó los asesinatos a las fuerzas y los matones leales al tirano, que supuestamente capturaron a esas 64 personas cuando trataban de dejar atrás el asedio al barrio de Bab Amro.

Los vecinos hallaron 47 de los cadáveres entre las zonas de Ghajar y Tanota, mientras que otros 17 fueron localizados en el norte de Sad Shandajiyeh. La Media Luna Roja trasladó todos los cuerpos al hospital nacional de Homs.

Mientras tanto, durante la jornada perdieron la vida al menos otras 61 personas en distintas zonas del país. La mayoría en Homs, que sumó 25 víctimas mortales, pero también en Idleb (15), Alepo (nueve) y otras ciudades.