"Se cierne sobre nosotros una nueva amenaza de recesión internacional" y "a la luz de esta realidad crítica (...) la integración económica entre nosotros se vuelve imperiosa", advirtió Funes en su discurso inaugural. "La respuesta a las crisis económicas es más integración, mayor unidad entre nosotros", insistió. "Esta cumbre se realiza en momentos en que una nueva coyuntura económica crítica se cierne sobre nuestros países como efecto de los problemas serios que atraviesa la economía mundial, particularmente las de Europa y por supuesto la de Estados Unidos", a las que están muy vinculados, refirió.

El gobernante salvadoreño y presidente de turno del Sica recordó que la anterior crisis, en 2008, "tuvo efectos muy fuertes y devastadores" para los países pobres, daños que "aún perduran". "Difícilmente lograremos alcanzar niveles de fortaleza en nuestras economías como para soportar esas crisis y salir indemnes de ellas solos", recalcó. Funes sentenció que, por todo ello, "la integración es una necesidad imperiosa".

Flagelo regional

El presidente de El Salvador destacó también los avances y la profundización que el Sica y el Caricom han logrado en seguridad y gestión de riesgos ante desastres naturales. Funes insistió en que Centroamérica y el Caribe deben "actuar de manera conjunta para atacar ese flagelo (...) del delito y la inseguridad", al igual que a las "formaciones delictivas que corrompen el tejido social", como las maras.

Por su parte, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, reforzó la idea de un frente común entre Centroamérica y el Caribe para contrarrestar la inseguridad y la delincuencia. Es importante "trabajar muy bien, coordinados" para enfrentar esos flagelos, dijo Lobo. "La inseguridad está afectándonos mucho y ha ido en aumento, pero espero que" los Gobiernos "actúen juntos, así como lo hacen los delincuentes", insistió el mandatario hondureño.