Está próximo a esfumarse el peligro para la democracia en Estados Unidos, para los valores esenciales de ese paÃs y para la hegemonÃa de la Unión Americana en el mundo.
El expresidente y el actual mandatario de Estados Unidos
están liquidados, con un índice histórico de rechazo entre la población.
A Joe Biden sólo lo aprueba 44 por ciento de la población
y es rechazado por 55 por ciento de los ciudadanos, mientras que a Trump sólo
lo aprueba 36 por ciento de los estadounidenses y lo rechaza 56 por ciento.
Después de años de lucha, ambos se han quedado sin
futuro.
Pero, de los dos muertos, hay un triunfador. Biden logró
arrebatarle la Presidencia a Trump y ahora está cerca de retirarlo de la
política.
Está próximo a esfumarse el peligro para la democracia en
Estados Unidos, para los valores esenciales de ese país y para la hegemonía de
la Unión Americana en el mundo.
Es que el peligro para Estados Unidos no es el Partido
Republicano, sino Donald Trump.
Lo más probable es que Biden será presidente de un solo
mandato, pero le habrá prestado un gran servicio a su país y al mundo que cree
en las libertades, en la colaboración multilateral, en el valor del pluralismo
y en el respeto al derecho ajeno.
La historia le dará un sitio destacado, como a George
Bush padre, que perdió su reelección, pero en un periodo abrió las fronteras de
su país al libre comercio con sus vecinos, fue pieza central en la caída del
régimen soviético (no todo el mérito es de Reagan) y liberó a Kuwait de la
invasión de Saddam Hussein, sin proponerse invadir Irak.
Donald Trump, un supremacista y xenófobo, atacó a los
organismos multilaterales y sólo le faltó tiempo para destruirlos. Abandonó a
sus aliados de Europa, del Pacífico, negó el cambio climático, despreció a la
ciencia, bromeó con la pandemia y siempre tuvo en mente bombardear México, como
se ha revelado después de su salida de la Casa Blanca.
Trump, populista autoritario que no aceptó su derrota
electoral, atentó contra la independencia de las instituciones de su país,
empequeñeció a Estados Unidos y dio alas a tiranos, como su amigo Vladímir
Putin, que se ha convertido en un problema mundial.
Ese peligro, el peligro Trump, se diluye.
Si algo va a destruir a Estados Unidos tal vez sean las
drogas, pero no una corriente ideológica que afirma que unos seres humanos son
superiores a otros en derechos y ante la ley, por el lugar donde nacen o por su
color de piel.
Las elecciones del próximo día 8 seguramente las ganarán
los republicanos. Así es la democracia y no será una fatalidad para nadie.
El resultado de los comicios lo va a determinar,
fundamentalmente, la inflación. No será un muro ni el odio al vecino.
De acuerdo con el más reciente análisis de Morning
Consult, la economía aumenta su peso en la mente de los votantes: cuatro de
cada cinco electores califican a la economía como su tema principal, frente a
76 por ciento en la última semana de septiembre.
Al mismo tiempo, señala, el tipo de información que los
votantes escuchan sobre el tema ha empeorado notablemente sus percepciones.
Y los republicanos están entusiasmados con la posibilidad
de ganar la Cámara de Representantes: en un mes, los ciudadanos de esa
tendencia política, que van a ir a votar, han aumentado 13 puntos porcentuales.
Del flanco contrario, los afroamericanos disminuyen su
apoyo al Partido Demócrata y decae su entusiasmo por ir a votar.
Todo eso cabe en una democracia y es saludable para un
país.
Lo que no cabe es que un mentiroso contumaz atente contra
las instituciones de un país y quede sin castigo del electorado.
Los negativos de Donald Trump aumentan y un encausamiento
criminal por múltiples transgresiones a la ley durante su presidencia, de
darse, terminará por acabarlo.
Biden dice que buscará un nuevo mandato. Se aferra a la
metáfora esencial de los estadounidenses: the comeback kid (algo así como “ante
la adversidad, tu esfuerzo individual prevalece y triunfa”).
Si se empecina en lanzar su candidatura, seguramente va a
perder, pero no será contra Trump.
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2022/10/26/biden-trump-dos-tipos-sin-futuro/