Sorpresas de la polÃtica, ayer se filtró el proyecto de sentencia que regresa 50 años el reloj legal de Estados Unidos, que volverÃa a castigar con cárcel el aborto.
La filtración del proyecto en que la Suprema Corte de
Estados Unidos vuelve a penalizar el aborto, da un vuelco a los momios
electorales para los comicios de noviembre y la presidencial de 2024.
De manera muy prematura se daba por descontada la
aplanadora republicana en las elecciones intermedias de noviembre, en las que
se renovará toda la Cámara de Representantes y la mitad del Senado.
El tema central que allanaría el triunfo republicano en
las dos cámaras y el retorno de Donald Trump a la presidencia iba a ser la
migración.
Pero, sorpresas de la política, ayer se filtró el
proyecto de sentencia que regresa 50 años el reloj legal de Estados Unidos, que
volvería a castigar con cárcel el aborto.
Si los demócratas, y el presidente, aprovechan este
cambio, pueden retener el control de la Cámara de Representantes en noviembre y
la presidencia en 2024.
La Corte, de confirmarse el fallo, le daría un nuevo
himno de guerra a republicanos y demócratas, de cara a las elecciones.
Sí va a pesar el tema migratorio, pero muy probablemente
no sería el central en las campañas. Cárcel por abortar, o pro opción, será la
discusión.
Y ahí los demócratas tienen las de ganar.
Para una amplia proporción de los ciudadanos
estadounidenses, la mujer no debe ser castigada por abortar.
Y si va a optar por esa decisión, terrible siempre y a
veces traumática, que por lo menos lo haga en un lugar salubre y se ponga en
manos profesionales.
De concretarse el proyecto, apoyado por una mayoría de
jueces (ministros) pro republicanos, cambia el prisma de las cosas y,
afortunadamente, la migración no será el factor último que determine quién
gobierne Estados Unidos.
Biden la tomó al vuelo, y ayer dio un mensaje a la nación
en torno al caso:
“Creo que el derecho de la mujer a elegir es fundamental,
Roe ha sido la ley del país durante casi 50 años, y la equidad básica y la
estabilidad de nuestra ley exigen que no se revoque”, dijo Biden (Roe fue el
caso que originó la despenalización del aborto en 1973).
Después de dos años aciagos, de derrotas en sus temas
fundamentales, Biden y los suyos tienen el argumento para permanecer en el
gobierno de las cámaras y en la Presidencia.
Ayer, con toda la solemnidad del caso, expuso: “Dijimos
que Roe se basa en una larga línea de precedentes que reconocen el ‘concepto de
libertad personal de la Decimocuarta Enmienda’... contra la interferencia del
gobierno en decisiones intensamente personales”.
Claro, es el punto exacto: ¿debe intervenir el gobierno
en una decisión personal de la mujer?
Nadie está ‘en favor del aborto’, porque es una medida
extrema y dolorosa para la madre y, a veces, también para el padre.
El tema es si debe intervenir el gobierno y meter a la
cárcel a quien toma la decisión de interrumpir el embarazo, o no.
Cada lectora o lector tendrá su opinión y argumentos,
pero en el caso de Estados Unidos esa discusión se cerró hace medio siglo.
Traducido a política, penalizar el aborto o dejarlo como
opción no punible, puesto en el centro del debate de la sociedad
estadounidense, vuelve a cohesionar a los demócratas.
Y a las mujeres, en su gran mayoría.
A la comunidad lésbico-gay, que es inmensa. ¿Qué van a
decir ahora los votantes republicanos de esa comunidad?
También a los independientes que piensan como un
empresario iraní (su padre fue escolta del sha Reza Pahlevi) radicado en
Florida, que me dijo: mira, en lo económico simpatizo con los republicanos, y
en lo moral con los demócratas.
Ahí está.
Para las elecciones de noviembre los demócratas ya no
estarán divididos, decepcionados, y sin nada qué ofrecer ni de qué hablar.
A la luz del proyecto que penaliza el aborto, pueden
decir a la población: ¿ya ven? Voten por los republicanos, sigan así, llenen de
republicanos las cámaras y vamos a perder todo lo que hemos ganado.
Si ganan los republicanos van a disminuir o de plano
quitar los salarios mínimos.
Viene el sí a la pena de muerte en todo el país.
Cierre de fronteras.
Nunca podrá haber control de armas.
Prohibirán los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Adiós a la ‘acción afirmativa’, que obliga a adoptar
políticas incluyentes para gente de escasos recursos, latinos, discapacitados.
Tienen un filón de oro para su narrativa y una hoja de
ruta por la cual luchar y ganar.