En el mismo periodo de tiempo en 2005, se registraron 683 asesinatos atribuidos al crimen organizado y, en general, las autoridades no han logrado precisar la identidad de los responsables.

En los últimos meses, se registró la decapitación de 11 personas -seis en Guerrero, dos en Michoacán y tres en Baja California- como "advertencia" entre los propios cárteles de las drogas y para autoridades supuestamente involucradas con el narcotráfico.

En las últimas horas, en cinco estados se registraron otros nueve asesinatos, incluido el del agente del Ministerio Público federal, Luis Carlos Reyes Gutiérrez, en el municipio de Los Ramones, Nuevo León, y el del ex diputado de Atoyac, Guerrero, Elías Salomón Radilla, en el puerto de Acapulco, donde otras dos personas fueron decapitadas. En Michoacán, ayer fueron asesinadas dos personas, una en Morelia de 16 impactos de bala y otra en Uruapán, cuyo cuerpo presentaba señales de tortura y 50 disparos de rifle AK-47.

En Sinaloa fue asesinado el ex comandante de la Policía Municipal de Culiacán, Carmelino Castro Torres, y en Mazatlán, el ex presidente de la sección atunera de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera, Gilberto Juárez Rammos, hijo del ex diputado federal priísta Gilberto Juárez Carvajal, y en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el trailero Martín Sánchez Orozco, dedicado a la cría de gallos de pelea, luego de ser perseguido por un pistolero hasta la puerta de su casa.

GUERRERO

Escenario de múltiples ejecuciones desde los inicios del año pasado por la disputa de la plaza entre el cártel de Sinaloa -que opera a través del grupo de Los Pelones- y el del Golfo -que utiliza a Los Zetas-, en lo que va del año en Guerrero, suman al menos 64 ejecutados, 45 de ellos en Acapulco, con armas de alto poder, granadas de fragmentación, incluidos seis decapitados en las últimas semanas.

La lista de víctimas en los dos años incluye a ocho comandantes de la Policía Investigadora Ministerial, atacados con rifles con AK-47, AR-15 ó pistolas nueve milímetros, así como a siete elementos de la Policía Preventiva Municipal y Estatal, por pistoleros que utilizaron camionetas último modelo o automóviles de lujo.

En lo que va de 2006, se han dado 10 explosiones con granadas. El número de ejecuciones y de hechos violentos se incrementó luego de la balacera del 27 de enero en la colonia La Garita, entre policías de Acapulco y narcotraficantes, cuatro de ellos murieron en el lugar de los hechos.

En menos de tres días, y a unas horas de las elecciones federales, fueron colocadas en dos hechos diferentes tres cabezas: una en las escalinatas del Ayuntamiento de Acapulco, y las otras dos en las oficinas de la Secretaría de Finanzas del estado, hecho que se repite por segunda vez.

MICHOACÁN

La lucha por el control del territorio michoacano para el trasiego y consumo de drogas ha dejado una estela de 168 ejecuciones, entre los que han perdido la vida, 14 policías y dos abogados, quienes fueron encontrados decapitados.

En el primer semestre del año, los ajustes de cuentas entre integrantes de bandas ligadas al narcotráfico han llegado al extremo máximo de la violencia.

El procurador general de Justicia del estado, Juan Antonio Magaña de la Mora, admitió que el exceso de violencia con que se han perpetrado algunos crímenes genera una percepción de inseguridad muy alta entre la ciudadanía.

Además, señaló que las bandas de personas dedicadas al narcotráfico se mandan mensajes entre ellos, para manifestar o establecer su superioridad en el territorio michoacano.

En esta entidad, municipios como Apatzingán, Aguililla, Tepalcatec y Coalcomán, ubicados en la región de la Tierra Caliente, así como Uruapan, son escenario casi todos los días de ejecuciones. En sus calles se registran balaceras, "levantones" y se pasean comandos en vehículos blindados.

En Michoacán, reconoce el funcionario, la granada es un arma de uso común entre las células del narcotráfico, ya que al menos han sido detonadas en tres ocasiones, incluso contra jefes policiacos y militares como ocurrió en Aguililla el 23 de mayo.

José Luis Santiago Vasconcelos, titular de la subprocuraduría Especializada contra la Delincuencia Organizada (SIEDO), ha señalado que las decapitaciones ocurridas en Michoacán son obra de grupos al servicio del cártel del Golfo.

SINALOA

La disputa de narcotraficantes por el control del noroeste del país dejó ya 277 víctimas en el primer semestre del año, 36 menos que en igual periodo de 2005, pero no por ello con menos violencia y que, según el investigador Florencio Posadas Segura, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, involucra cada vez más a mujeres, adolescentes atraídos por la fama de los delincuentes, así como gente de la tercera edad.

En los seis primeros meses del año, entre las víctimas de la violencia generada por el crimen organizado, están siete policías o ex policías, 17 mujeres y 13 adolescentes, de entre 12 y 17 años de edad, ligados con actividades del narcomenudeo y casi todos acribillados a balazos con armas de alto poder, como los rifles de asalto AK-47.

A pesar de que hace más de un año se estableció el operativo México Seguro en Culiacán, Navolato y Mazatlán, que concentran casi 60% de las muertes violentas del estado, debido a una guerra que data de hace casi cuatro décadas.

TAMAULIPAS

Las bandas que pretenden apoderarse del norte de Tamaulipas para controlar el tránsito de drogas hacia Estados Unidos, mantienen bajo una ola de terror a los habitantes de la fronteriza ciudad de Nuevo Laredo, donde suman 138 víctimas de la violencia del crimen organizado de enero a junio de este año, 61 más de las que se reportaron en igual periodo de 2005.

Aun con la presencia de 600 efectivos de la Policía Federal Preventiva (PFP) que patrullan las calles de Nuevo Laredo, desde hace más de un año, la lista de asesinatos incluye a 12 agentes federales, estatales y municipales, así como 11 mujeres y 35 jóvenes menores de 25 años, en ataques directos, persecuciones, emboscadas o enfrentamientos en los que los asesinos utilizaron armas de alto poder, incluidos rifles de asalto AK-47 y R-15 o pistolas calibre 40, 45, 38 especial o nueve milímetros.

BAJA CALIFORNIA

Un incremento de 10% en los homicidios violentos en Baja California, están relacionados con la venta de droga al menudeo y la lucha de las bandas criminales por imponerse en esta zona.

En este semestre, 57 personas han sido ejecutadas en Tijuana, 16 en Mexicali y 2 en Ensenada. Once de los crímenes se cometieron contra elementos de diferentes cuerpos policiacos.

El especialista en temas de seguridad del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California, David Fuentes, reconoció que el aumento de la violencia en el estado es producto del narcotráfico y del consumo de drogas.

"Los recientes homicidios en contra de mujeres ocurridos en Tijuana muestran que cada día es mayor su participación en el narcotráfico, actividad que hasta hace unos años estaba reservada casi en exclusiva a los hombres", explicó el investigador.

CHIHUAHUA

Ex policías, mujeres, pandilleros, empresarios, así como vendedores de autos usados y supuestos traficantes de drogas, se incluyen entre los 51 ejecutados de enero a junio pasados sólo en Ciudad Juárez, Chihuahua, al estilo del crimen organizado, según la vocera de la subprocuraduría de Justicia estatal en la zona norte, Claudia Bañuelos Mendoza. Para las autoridades, la mayoría de esos asesinatos se deben a pugnas entre bandas que controlan los "picaderos" y "tienditas" que venden drogas al menudeo, con alto grado de impunidad, debido a que familiares de las víctimas se niegan a declarar por temor, lo que impide localizar a los responsables.

(Con información de Luis Carlos Cano, Javier Cabrera Martínez, Gastón Monge, Laura Reyes Maciel, Jaime Márquez, Rosa María Méndez Fierros, corresponsales)