Los hondureños participan hoy en una jornada electoral cuya legitimidad es puesta en duda por muchos dentro y fuera del país debido al golpe de Estado del 28 de junio que la precedió y en medio de un aumento de los reportes de hechos de violencia que desde ya enturbian el ambiente de cara a las presidenciales.

Autoridades informaron ayer de la detonación de un artefacto explosivo en una zona comercial de la norteña ciudad de San Pedro Sula y de otra explosión en una escuela de la población de Lepaera, en la provincia de Lempira. Las autoridades también reportaron daños por un explosivo en la sede de una emisora de radio en la capital, Tegucigalpa. Las detonaciones no dejaron víctimas, pero se sumaron a cuatro atentados contra centros de votación ocurridos el viernes en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) llamó a los hondureños a participar en calma en las elecciones. En total, 4 millones 611 mil 211 ciudadanos están habilitados para acudir a las urnas a elegir presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano y 298 alcaldes. El presidente del TSE, José Saúl Escobar, aseguró que “todo está listo y el proceso marcha de acuerdo con el cronograma de labores”. Subrayó que existen las condiciones para que los ciudadanos hondureños asistan a ejercer su derecho al voto. “El país está en calma, y hay tranquilidad y paz”.

Las encuestas señalan como favorito a Porfirio Lobo, del opositor Partido Nacional, con una ventaja de 16 puntos porcentuales sobre Elvin Santos, del Partido Liberal al que pertenecen Zelaya y el presidente de facto, Roberto Micheletti.

Lobo va por su segundo intento de llegar a la Presidencia, tras haber sido derrotado en 2005 por Zelaya. Al igual que éste, Lobo es un acaudalado empresario agrícola y creció en Olancho, donde nació “Mel”.

Los candidatos

Lobo ha defendido las elecciones de hoy bajo el argumento de que estaban programadas desde antes del golpe y se ha mostrado confiado en que la comunidad internacional terminará por reconocerlas.

Santos es uno de los líderes políticos más jóvenes de Honduras, a quien Zelaya impulsó en el partido y convirtió en su vicepresidente, pero de quien se distanció poco después de asumir la Presidencia.

“Mel”, refugiado en la embajada de Brasil desde septiembre, volvió a acusar a Estados Unidos de no hacer nada para poner fin a la crisis hondureña y pidió a sus connacionales no votar hoy. “No avalen un proceso electoral que va a ser un tragedia para el pueblo hondureño”, dijo en entrevista con la emisora Radio Globo, aunque según el diario brasileño O Estado de Sao Paulo, que citó a una fuente próxima a Zelaya, éste ya piensa más bien en la posibilidad de exiliarse.

El gobierno de Estados Unidos lanzó un último llamado para que la jornada se realice en calma y su embajador en Honduras, Hugo Llorens, dijo que el país esperará “a ver qué pasa” en los comicios para decidir si los avala o no. Venezuela, Bolivia, Nicaragua, El Salvador y Brasil, entre otros, han dicho que no los reconocerán.