Los debates del IV Foro Mundial del Agua concluyeron con un llamado de la Unesco a no ver al agua sólo como una mercancía más y considerar los aspectos culturales y sociales en el manejo de los recursos hídricos para que garanticen su acceso a los mil 100 millones de habitantes del planeta que aún no lo tienen.

El acceso al agua limpia y en cantidad suficiente ``es un derecho humano fundamental de todas las personas'', dijo el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura.

El cierre de los debates coincidió con la celebración del Día Mundial del Agua y también culminará con la adopción de una declaración por parte de ministros y funcionarios de 140 países que, en principio, resalta la importancia del líquido para el desarrollo y el compromiso de los gobiernos por garantizar el acceso al servicio.

Comentó que si bien la tecnología es fundamental para resolver los problemas de acceso mundial al agua, ``por sí sola no va a darnos soluciones viables'' si no se toman en cuenta los contextos específicos de las necesidades de la gente, que a su vez están marcados por factores sociales y culturales.

``El agua no es solamente una mercancía'', añadió Matsuura, quien pidió aplicar los conocimientos de la gente para encontrar las soluciones más adecuadas.

La reunión concluyó en medio de críticas de algunas organizaciones que consideraron no se anunciaron nuevos compromisos para enfrentar los problemas de falta de acceso al agua.

``La declaración del foro no ha hecho nada nuevo para mejorar las estadísticas'', dijo Jamie Pittock director del programa global de agua del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) , en referencia a que según Naciones Unidas hay 1.100 millones de personas en el mundo sin acceso al agua potable y 2.600 millones carece de infraestructura sanitaria básica.

El debate ministerial estuvo marcado por una discusión que encabezó Bolivia y Venezuela, y al que el miércoles se sumó Cuba, para reconocer al agua como un derecho humano fundamental e incluir esa referencia en la declaración ministerial.

Para algunos, sin embargo, considerarla derecho humano puede tener implicaciones políticas y jurídicas que los gobiernos deben analizar antes de validar esa afirmación.

Ante la imposibilidad de llegar a un consenso sobre el concepto de agua como derecho humano, se acordó anexar a la declaración final un documento de Bolivia, Cuba y Venezuela con su posición y al que podrán adherirse los países que lo deseen.

Un informe de la ONU sobre los recursos hídricos ha señalado que casi la totalidad del agua del planeta no es apta para consumo humano: El 97,5% se encuentra en los océanos y sólo el 2,5% restante es agua dulce.