A Barack Obama le aguarda una dura batalla por la reelección. Pero ayer olvidó por unas horas los sinsabores de la campaña y se relajó contando chistes en la cena de los corresponsales de la Casa Blanca. El presidente tuvo tiempo para reírse de sus rivales republicanos, de sus colegas y de sí mismo y cerró sus palabras haciendo un guiño al escándalo de Cartagena de Indias: “Tenía preparados muchos más chistes pero los agentes del servicio secreto tienen que volver a tiempo para su nuevo toque de queda”.
El
presidente arrancó con una referencia a 2011. “Nos reunimos en un aniversario
histórico”, proclamó, “el año pasado por estas fechas ajusticiamos a uno
de los individuos más notorios del mundo”. Hubo quien creyó que Obama sacaba
pecho por lamuerte de Osama bin Laden. Pero la frase era un dardo envenenado
contra el empresario republicano Donald Trump, cuyas dudas sobre los orígenes
de Obama llevaron a éste a mostrar hace un año las imágenes del nacimiento de
Simba en 'El Rey León' como si fueran suyas.
El
recuerdo del chiste de Trump fue el prólogo de un catálogo de chanzas sobre los
asuntos que han atraído la atención de los periodistas en los últimos meses.
Obama se rió de la voracidad agregadora del 'Huffington Post' y
recordó el obstruccionismo a los congresistas republicanos: “Os agradezco que
hayáis hecho un hueco para venir estando tan ocupados como estáis no aprobando
ni una sola ley”. También clavó un dardo a su secretaria de Estado a cuenta de
su juerga colombiana: “Hace cuatro años estábamos inmersos en unas primarias
brutales y ahora no deja de mandarme mensajes borracha desde Cartagena”.
Fiel a
la tradición, el inquilino de la Casa Blanca no olvidó incluir en sus palabras
algunas bromas sobre sí mismo. Obama se rió de su envejecimiento prematuro
e insinuó que dentro de cuatro años su rostro sería igual que el de Morgan
Freeman. “Ni siquiera es gracioso”, rezongó el presidente mientras resonaban
las carcajadas de su esposa.
Bromas
para Romney
Obama
también tuvo palabras para el hombre que se perfila como su rival en la carrera
por la Casa Blanca. “Es un placer estar en el espléndido salón del Hilton”,
dijo con sorna, “aunque estoy seguro de que Mitt Romney diría que necesita
algunas reparaciones”. Se trataba de retratar al aspirante republicano como un
millonario fuera de la realidad. Un retrato que por cierto él mismo se ha
labrado con la torpeza de sus declaraciones públicas.
No fue
la única referencia a Romney. El presidente recordó que ambos tenían títulos de
Harvard: “Yo uno y él dos. Menudo snob”. También recordó que su rival se
había cogido unas horas libres de la campaña republicana para ver “Los juegos
del hambre”. “Es una película sobre personas que cortejan a patrocinadores
ricos y luego se aniquilan brutalmente unos a otros hasta que sólo uno queda en
pie”, dijo Obama en una referencia velada a la campaña. “Estoy seguro de que
para Romney fue un gran cambio de ritmo”.
No todos
los chistes del presidente hicieron reír a su esposa Michelle, que se quedó de
piedra cuando retocó su célebre chiste de mal gusto sobre Sarah
Palin. “¿Sabéis cuál es la diferencia entre una 'hockey mum' y un
pitbull?”, preguntó Obama, “la diferencia es que un pitbull está delicioso”. Se
trataba de señalar el eterno retorno de Palin a la actualidad. Pero también de
reírse de sí mismo y de quienes le acusan de haber comido carne de perro.
No fue
la única referencia canina de la noche. Obama mencionó la polémica en torno al
perro al que Romney llevó a Canadá atado a la caseta del portaequipajes de su
coche y recordó que el candidato había asegurado que el animal estaba encantado
de viajar de esa manera. El incidente dio pie a un presunto anuncio que
aplicaba al mundo los grandes tópicos del discurso republicano. “Bajo el
liderazgo de Obama al mejor amigo del hombre se le ha obligado a ir dentro de
los automóviles”, decía el anuncio. “Los perros de América no pueden permitirse
cuatro años más de Obama. Para ellos suponen 28 años. Necesitan liderazgo
ahora”.
A la
cena asistieron unos 2.000 invitados. Entre ellos líderes republicanos
como Newt Gingrich, Eric Cantor o Chris Christie y cineastas como George
Clooney o Steven Spielberg. Pero también figuras del famoseo como Lindsay Lohan
o Kim Kardashian.