Entre la opinión pública nacional los recientes actos de violencia en Michoacán ponen en duda el éxito de la política seguida por el gobierno federal contra el crimen organizado. Tanto a nivel nacional como en Michoacán se percibe que las bandas del narcotráfico les están ganando la batalla a las autoridades en esa entidad. No obstante, no se apoya la desaparición de poderes en el estado, de acuerdo con los resultados de la encuesta telefónica BGC-Excélsior tanto a nivel nacional como en Michoacán sobre este tema.

La amplia mayoría de la población del país y del estado está enterada de los atentados a instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, de los bloqueos en carreteras y de los enfrentamientos causados por bandas del crimen organizado en Michoacán ocurridos recientemente. Alrededor de 70% de la población nacional y más de 80% en esa entidad saben de estos hechos y los atribuyen al embate de las organizaciones criminales para controlar el estado y a la debilidad de los gobiernos. Entre quienes creen que la inseguridad está más agudizada en algunos estados o ciudades del país, Michoacán es el más mencionado como uno de esos lugares (92%).

Esos sucesos referidos están contribuyendo a modificar negativamente los juicios sobre el combate al narcotráfico y crimen organizado en el país. Entre la opinión pública nacional predomina ya claramente la percepción de que el gobierno de Enrique Peña Nieto está siendo rebasado por el crimen organizado (60%).

 

Las expectativas de reducción de la violencia para el próximo año en el país se han revertido y ahora empieza a prevalecer la perspectiva de agravamiento (se va a poner peor, 40%, 15 puntos más que en junio pasado).

Un panorama similar se observa en Michoacán respecto del gobierno estatal, pues entre la población de la entidad domina la idea de que la administración de Fausto Vallejo ha sido superada por las organizaciones criminales (70%), opinión que ya existía sobre sus antecesores.

Como reflejo, la reciente oleada de violencia en el estado deja la impresión de que los narcotraficantes están ganando la batalla a los gobiernos federal y local (población nacional, 66%; población de Michoacán, 56%) y tienen mayor control de la entidad.

La irrupción de los grupos de autodefensa es explicada tanto a nivel nacional como en Michoacán por la necesidad de defender a las familias y localidades. Se estima que es un esfuerzo auténtico de organización ciudadana.

Aun así, se cree que no es la actividad de los grupos de autodefensa, sino la acción coordinada del Ejército y las policías federal y estatal la mejor manera de combatir a los criminales. De hecho, la expectativa principal es que sean el gobierno de la República y el Ejército quienes intervengan para resolver la inseguridad en ese estado.

Pese a todo, no se desea la desaparición de poderes en Michoacán. La opinión pública nacional y la de esa entidad se inclinan por reforzar la coordinación entre los gobiernos federal y estatal.