Fuerzas del Ejército mexicano y elementos de la Fiscalía federal detuvieron a Fernando Sánchez Arellano, «El Ingeniero», jefe del cártel de Tijuana. Sobrino de los hermanos Arellano Félix, el «capo» se encontraba junto a su familia en un domicilio ubicado en la localidad de La Mesa, en la frontera con Estados Unidos, mientras veía por televisión el partido entre México y Croacia de la Copa del Mundo de Brasil. La operación fue tan sigilosa que ni los vecinos del inmueble se percataron de la captura, según informan medios locales.

Sánchez Arellano figuraba en la lista de narcotraficantes más buscados por la Procuraduría General de la república, con una recompensa de 30 millones de pesos (1,8 millones de euros), y Estados Unidos ordenó en mayo del año pasado su inclusión en la lista «Kingpin», por la que se congelaba cualquiera de sus bienes en territorio estadounidense y prohibía a ciudadanos de ese país realizar operaciones comerciales con él o sus empresas.

«El Ingeniero» es hijo de Enedina Arellano Félix, cerebro en la sombra de la organización criminal que dominara el tráfico de drogas durante la década de los noventa del siglo pasado, en feroz competencia con los cárteles de Juárez y de Sinaloa. El cártel de Tijuana surgió en 1989 tras la captura del jefe de operaciones del pionero cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, «El Padrino». La banda quedaría dividida entre los seguidores de Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien funda el cártel de Sinaloa, y los partidarios de los hermanos Arellano Félix, con Ramón a la cabeza, que se establecen en Tijuana. Ramón fue asesinado en 2002, Rafael –tras pasar por prisión– moría en 2013 a manos de un sicario disfrazado de payaso durante una fiesta infantil, y Benjamín, Eduardo y Javier purgan largas penas de cárcel en Estados Unidos.

Después del arresto de Eduardo Arellano Félix en 2008, el grupo se dividió entre los fieles a «El Ingeniero» y los seguidores de Teodoro García Simental, «El Teo», quien buscó una alianza con el cártel de Sinaloa, mientras que Sánchez Arellano se acercaba a los Zetas. Tras otra cruenta lucha, la detención del «Teo» en 2010 dejaba de nuevo la organización bajo la égida de «El Ingeniero».