En 2009, incluso a pesar de la crisis, Estados Unidos fue responsable de un 19,9 por ciento de la producción industrial de todo el mundo, en comparación con el 18,6 por ciento alcanzado por China. Pero ese orden de clasificación va camino de invertirse por las envidiables perspectivas de crecimiento del gigante asiático. Según las cuentas de IHS, la producción industrial china superará el año que viene la cifra de 1,8 billones de dólares.
En retrospectiva, Estados Unidos se convirtió a finales del siglo XIX en la mayor potencia industrial del mundo, desbancando entonces al imperio colonial de Gran Bretaña. La economía americana ha mantenido ese privilegio durante más de un siglo. Aunque en términos históricos, se supone que la legendaria China imperial fue el mayor productor del mundo durante más de 1.500 años hasta su declive hacia mediados del siglo XIX.
Las cifras barajadas no están ajustadas a la inflación, lo que en términos reales podría preservar el liderazgo de Estados Unidos un poco más hasta el 2013 o el 2014. En cualquier caso, la tendencia en productividad resulta inexorable ante la competencia planteada por un país como China con cuatro veces la población de Estados Unidos y una décima parte de costes laborales.
Junto a todo ese potencial, la medida de flexibilización anunciada este fin de semana por las autoridades de China para permitir la apreciación de su divisa no ha dejado este lunes de animar a los mercados bursátiles. Además de aumentar la cotización del yuan, también conocida como "renminbi" ("moneda del pueblo"), frente al dólar. Hasta alcanzar los niveles más altos frente a la divisa americana registrados en la era moderna.
La decisión del yuan ha tenido lugar justo una semana antes de la cumbre del G-20 prevista para el fin de semana en Toronto, cita dedicada al fortalecimiento del crecimiento económico global y donde se esperaban renovadas críticas contra la cotización de la divisa china percibida como artificialmente baja para favorecer exportaciones. Reproches que han quedado en un segundo plano con la flexibilización gradual anunciada este fin de semana por el Banco Popular de China.