El antiguo lÃder de los espÃas israelÃes atiende a EL MUNDO para hablar sobre el programa nuclear de Teherán y la solución al conflicto israelÃ-árabe. "No podemos permitir que Irán tenga armas nucleares porque desde el Ayatolá Jomeini hasta hoy dicen que hay que borrar a Israel del mapa", afirma el ex jefe del servicio secreto israelÃ, Danny Yatom, sin confirmar, aunque sà comentar, las acciones de sabotaje en la sombra contra el proyecto nuclear iranÃ.
Como sucede en el nuevo paisaje regional dibujado por los
Acuerdos de Abraham, la cuestión palestina ocupa una pequeña parte de la
extensa entrevista al responsable del Mosad entre 1996 y 1998 en su despacho
donde hoy dirige empresas tecnológicas dedicadas a ciberdefensa o influir en la
opinión pública en campaña electoral. Tras participar en la negociación con los
palestinos bajo la batuta de Isaac Rabin en los 90 y Ehud Barak en Camp David
(2000) y ejercer de diputado laborista, Yatom cree que "la solución de dos
Estados es aún posible y vital para que Israel siga siendo democrático y
judío".
P - ¿Considera Irán nuclear una amenaza existencial de
Israel?
R - Lo será si tiene armas nucleares. Yo aprendí de la
historia a tomar en serio las amenazas de los enemigos. Si Irán tiene un medio
por el que puede destruir mi país, no quiero estar en situación de espera a que
lance la bomba. Incluso si dicen que no nos atacarán con armas nucleares, su
mensaje es que no olvidemos que las tienen. Por ejemplo, en caso de guerra con
su milicia libanesa Hizbulá. Un Estado no puede dejar su destino en manos de la
decisión de otro, que le amenaza con su destrucción, si le lanza o no la bomba
atómica.
P - Pero Irán le contestaría que Israel tiene armas
nucleares...
R - No sé lo que Israel tiene o no tiene, pero nunca ha
amenazado con destruir Irán. Irán no solo supone un peligro porque desarrolla
armas no convencionales, sino porque desea ser muy influyente en la región en
la que ya se ha extendido a través de sus milicias en Siria, donde apoya al
régimen de Asad, Líbano, Irak o Yemen.
P - ¿Apoya reactivar el acuerdo nuclear como defiende la
Inteligencia militar al sostener que es la opción menos mala al frenar su
elevado enriquecimiento de uranio, o se opone como el Mosad que lo ve
peligroso?
R - Preferiría volver al acuerdo del 2015 con
sustanciales mejoras porque a algunos elementos les quedan tres años de
vigencia. Un pacto más fuerte y duradero con limitaciones sobre su proyecto
nuclear que incluya un estricto sistema de inspección y duras sanciones si Irán
lo viola. Además, nos puede dar dos años para preparar la opción militar si hay
necesidad de ello.
P - ¿El Ejército israelí tiene la capacidad de atacar sus
centrales nucleares?
R - No sería inteligente hablar de las capacidades de
Israel y es preferible que no esté sola. Debe haber un programa militar
conjunto de varios países, incluyendo Israel, para hacer retroceder el proyecto
años atrás en caso de que sea necesario. Biden reiteró que no permitirá que
Irán tenga armas nucleares. Pero si no hay más remedio y llegamos a la
conclusión de que Irán tendrá armas nucleares si no atacamos, nosotros
deberemos hacerlo.
P - El Mosad exhibe un elevado nivel de infiltración en
Irán, ¿no?
R - No te responderé a esta pregunta porque los iraníes
también desearían saber cómo Israel hace lo que hace según las informaciones
extranjeras. Si hablamos en general, no es casualidad que el Mosad sea uno de
los mejores servicios de Inteligencia del mundo. Hay acciones que Israel ha
difundido, como cuando el Mosad trajo el archivo nuclear secreto de Teherán. Si
Israel no dice estar detrás de una operación, los iraníes no tienen necesidad
de responder, pero, si lo admite, es como meterle el dedo en los ojos y les
obliga hacerlo. Es mejor no hablar. Nadie quiere una guerra abierta.
P - ¿Las acciones de sabotaje pueden frenar el plan
nuclear iraní?
R - Esas acciones, que repito no sé quién las hace,
provocan pánico en el régimen iraní y retrasan el proyecto nuclear, pero no
pueden evitar el desarrollo de la bomba. Solo una solución diplomática o un gran
ataque militar pueden hacerlo.
P - Israel e Irán están inmersos en una ciberguerra...
R - El elemento cyber es cada vez más dominante. Estás
sentado a unos 3.000 kilómetros de una base militar y con el uso del teclado
puedes colapsarla sin arriesgar tu vida, no te disparan y tú no disparas.
Puedes penetrar en un ordenador del enemigo y saber lo que pasa allí sin
necesidad de enviar un espía. Israel tiene ventaja tecnológica en la
ciberguerra.
P - Se trata de una era tecnológica que no tiene nada que
ver con su época como jefe del Mosad...
R - Así es. Hoy, por ejemplo, es mucho más difícil ir con
una identidad falsa por el mundo, pero se buscan soluciones. Por suerte, hay
personas muy creativas en el Mosad, que es una organización muy avanzada
tecnológicamente.
P - ¿Irán y Hizbulá tienen mucha presencia en Sudamérica
más allá de su alianza con Venezuela?
R - Irán es muy fuerte en esa región. Más allá de que
tiene buenas relaciones diplomáticas con parte de los países, las grandes
comunidades chiíes en Sudamérica tienen relación con Irán, también chií, bajo
la responsabilidad de la Guardia Revolucionaria que se encargan de mantenerla y
recibir ayuda de ciudadanos chiíes. Irán y Hizbulá colaboraron en los atentados
en Buenos Aires contra la embajada en 1992 y la mutual judía AMIA en 1994.
P - El informe del Mosad revelado en NYT señala que no
contaron con la participación operativa de Irán.
R - Pero establece que Irán instruyó y financió los
atentados. Confío en los autores del informe del Mosad, pero me cuesta creer
que no hubo iraníes allí o que todos los efectivos de Hizbulá, excepto los que
explotaron los coches, abandonaron Buenos Aires. El informe no da respuesta a
preguntas como quién asesinó al fiscal investigador Alberto Nisman o qué
relación tenía Cristina Fernández de Kirchner con todo ello.
P - ¿La nueva arquitectura de alianzas israelí-árabe es
simplemente oficializar lo que existía en la sombra?
R - Representantes de países sin relaciones con Israel me
solían decir una cosa en privado y, en público, salía otro mensaje. Lo que se
hacía puertas adentro sale al exterior ahora, pero los Acuerdos de Abraham van
más allá: intercambio comercial, turistas, cooperación, se crea una estructura
defensiva con parte de los países árabes contra amenazas aéreas. Se debe seguir
de forma gradual porque aún hay en el mundo árabe quienes no ven bien la
cooperación con Israel, aunque el peso de los palestinos se ha reducido a ojos
de los países árabes que antes condicionaban el acercamiento al conflicto.
Recuerde la iniciativa de paz saudí del 2002.
P - Arabia Saudí sigue con la misma posición...
R - El rey Salman, que veta la normalización mientras no
se solucione el problema palestino, pertenece a la vieja guardia. Cuando su
hijo Mohamed Bin Salman sea el rey actuará de forma diferente ya que lo único
que le importa es fortalecer Arabia Saudí.
P - Pese a todo, ¿cree posible un acuerdo con los
palestinos?
R - Sí. Hay una regresión política, pero no podemos
permitir acabar siendo un solo Estado desde el mar hasta el río Jordán porque
será binacional y, al final, árabe. El problema palestino no ha desaparecido y
un día nos despertaremos con que la solución de dos Estados es imposible.
P - ¿Le sorprendió la invasión rusa en Ucrania?
R - Sí. También me sorprendió el estado de su Ejército
que lleva ya cinco meses sin poder tomar el control de gran parte de ciudades y
tierras de Ucrania y sufre numerosas pérdidas. Y la resistencia y valentía de
los ucranianos. No es casual que Putin viajara a Teherán donde tuvo que esperar
un minuto a Erdogan ante las cámaras. Antes de la guerra esto no hubiera
ocurrido y muestra el debilitamiento de Rusia.