Los narcos, los NOs y los NAFTAs.

Los narcos quieren un México que les permita seguir con sus redes criminales para abastecer la demanda de droga de los estadunidenses.

Los NOs son la parte de la clase media mexicana que depende económicamente del gasto gubernamental. En específico, empleados de Pemex y los beneficiarios de las políticas sindicales que permiten, por ejemplo, tener profesores asalariados que nunca han pisado un aula.

Este segmento de la clase media se opone, por obvias razones, a cualquier reforma que permita la entrada de inversión extranjera y la apertura de estos sectores que carecen de competencia y por ello mantienen a México anclado en el atraso.

Y hay una tercer N que es la que Friedman describe como la posibilidad de un México del futuro: los NAFTAs. Los mexicanos con aspiraciones que han dejado la pobreza, que también conforman una nueva clase media y que lo han hecho trabajando en las grandes empresas generadas por del TLCAN.

El pronóstico de Friedman es que las reformas políticas y económicas, que permitirán a México ser lo que soñamos cuando se firmó el TLCAN, llegarán una vez que los recursos energéticos estén en un nivel en el que los que empujan por el statu quo hoy ya no puedan seguir mamando del presupuesto.

Cuando estos suceda, la clase media meritocrática (los NAFTAs) podrá empujar el futuro que ha aspirado desde la firma del acuerdo económico con Estados Unidos y Canadá.

Es un gran análisis el de Friedman, aunque encuentro que a la mitad del camino se olvidó de su primer N: de los narcos.

Si los que empujan hoy por el statu quo, los NOs, encuentran en los narcos el camino fácil para poder seguir viviendo bien, ese futuro alentador de los NAFTAs seguirá pospuesto para México.

Estamos en un momento delicado como país y como vecinos.

El análisis de Friedman hace evidente lo entrelazados que estamos con EU. Y a la vez, aun cuando esta cercanía geográfica con los norteamericanos es inevitable, la cercanía como vecinos y socios parece que se resquebraja.

Parece que EU se desespera de tenernos tan cerca y por ello quiere erigir una frontera artificial para deshacer lo que la naturaleza impone.

Ahí está la nueva ley de Arizona, como muestra de la desesperación del gigante del norte con un vecino que encuentra problemático.

Un vecino que exporta crimen, desempleados y hambrientos.

Esa actitud de parte de los estadunidenses le hace el caldo gordo a los NOs y a los narcos. A los que ven en un futuro promisorio para México la certeza de su propia debilidad y hasta desaparición. A los que le apuestan que a México le vaya mal para que a ellos les vaya bien.

También debilita a los NAFTAs. Y aleja el sueño de un México próspero.

twitter: @AnaPOrdorica