Los descalabros en el PIB de muchas naciones las ha llevado a esta práctica comercial, la cual daña la salud de las economías mundiales.
El
resurgimiento del proteccionismo en varias naciones, principalmente en Europa,
tanto en comercio como en flujo de capitales a raíz de una prolongada recesión,
son ahora un riesgo para la salud financiera de muchas economías.
Según un
estudio publicado ayer en Nueva York por Standard and Poor’s, la cerrazón de
economías europeas puede afectar al desarrollo y crecimiento de países de
América Latina, principalmente del centro de la región.
“El
impacto de posibles shocks externos diferirá en varias partes de la
región. Centroamérica es más vulnerable que México y muchos países de América
Latina, que disponen de una mayor capacidad para adoptar políticas
anticíclicas”, explica el informe.
América
Latina crecerá entre 3.5 y cuatro por ciento en 2012, es decir dos puntos
porcentuales más que los países desarrollados, y dispone actualmente como
región de mejores notas de su deuda soberana que antes del inicio de la crisis
mundial en 2008, según S&P.
Sin
embargo, la calificadora advierte en su estudio titulado El cambiante
panorama económico global y su impacto sobre América Latina, de un riesgo de
modificación inesperada del actual marco de políticas que afectan el comercio
internacional y el flujo de capitales.
Según Standard
and Poor’s (S&P), “la incertidumbre y el cambio caracterizarán la economía
global en 2012”, con el posible impacto negativo en los mercados emergentes.
A estos
recientes análisis, la firma agrega el riesgo de “abruptos cambios en las
reglas del sistema económico internacional” que podrían “afectar” las
perspectivas de crecimiento en América Latina.
Para el
Foro Economico Mundial, hay muchos ejemplos de países que toman medidas que
discriminan a empresas y productos extranjeros, para proteger su mercado
interno.
“Las
presiones de la alta tasa de desempleo hacen aumentar la demanda de protección
y medidas de estabilización del gobierno. Hay varias formas jurídicas de
protección administrada que se pueden aplicar a través de procedimientos tales
como los derechos antidumping, derechos compensatorios y las
salvaguardas”, explica el organismo en su informe 2010 sobre Facilidades
para el Comercio Global.
A ello se
suma la perspectiva de muchos años de penuria económica y dolorosas reformas en
Europa (y, en menor extensión, en Estados Unidos), que podrían crear una
reacción política inesperada, cambiando el curso general de la política
internacional.
“El
estancamiento socavaría la percepción de las ganancias, producto de una mayor
integración económica internacional, llevando potencialmente a una violenta
reacción en algunos países a favor de un mayor nacionalismo”, agregan.
Casos
ejemplares
Para los
especialistas, Brasil es una de las naciones en América Latina que está
recurriendo al proteccionismo de su economía como manera de relanzar su ritmo
de crecimiento, que pasó de 7.5% en 2010 a 2.7% en 2011.
El país
tiene un gran potencial en materias primas y un mercado interno de 205 millones
de habitantes.
El
escenario puede complicarse en América Latina si la ahora sexta mayor economía
decide cerrarse. “Habrá una desaceleración del comercio mundial y se recortarán
las perspectivas de recuperación a escala global”, según el análisis de
S&P.
Francia
es otro ejemplo. El presidente Nicolas Sarkozy amenazó el pasado domingo con
desconocer las limitaciones europeas en el tema del proteccionismo para apoyar
a su país, en un tema más electoral que económico.
Sarkozy
dijo que era hora de apoyar a las empresas locales y detener el flujo
incontrolado de inmigrantes e importaciones baratas, que demuestran la
falta de controles proteccionistas.
También
propuso una ley europea similar a la Buy American, que obligaría a los
gobiernos a estar a favor de la compra única de productos fabricados en Europa,
y dijo Francia comenzaría a aplicar la regla de manera unilateral.
“Quiero
una Europa que proteja a sus ciudadanos. Ya no quiero competencia salvaje”.
Estados
Unidos ha sido otra nación criticada por su proteccionismo, que viola los
acuerdos del NAFTA y el TLCAN.
Inclusive,
México ha señalado que la “restricción política” en el Congreso estadunidense
impulsada por los sindicatos, la cláusula Buy American a favor del
consumo de productos norteamericanos y la tendencia de EU a proteger a sus
empresas, restringen la competencia internacional, y como ejemplo está el
problema de la entrada de transportistas mexicanos a territorio estadunidense.
Más antidumping
En los
últimos años hay un alza en las solicitudes y las implementaciones de las
medidas antidumping (si una empresa exporta un producto a un precio
inferior al que aplica normalmente en el mercado, se dice que
hace dumping), señala el Foro Económico Mundial.
Según el
organismo, los aranceles promedio en Brasil y Argentina se elevaron tres puntos
porcentuales, debido a aumentos en los impuestos industriales.
En
contraste, hubo un notable descenso en el promedio de los aranceles –de uno a
dos puntos porcentuales– en Nigeria, México, Islandia y Ucrania.