La canciller alemana, Angela Merkel, está molesta por el hecho de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, despreciera su ayuda en la campaña para las próximas elecciones francesas, informa en su nueva edición el semanario Der Spiegel.

El miércoles, en una entrevista radiofónica, Sarkozy descartó invitar a Merkel a la campaña francesa.

"La elección es un asunto de los franceses", dijo a la emisora Europe 1.

A principio de año y dada la fuerte alianza que hay entre ambos jefes de gobierno, Sarkozy había pedido a la canciller hacer alguna aparición pública conjunta durante la campaña, según Der Spiegel.

Merkel aceptó y en ese clima rechazó recibir al socialista François Hollande, el gran rival de Sarkozy.

"Al conocer la negativa, Merkel criticó ante sus allegados la inconstancia del francés", asegura Der Spiegel.

Ahora a Merkel no le disgustaría no tener que viajar al país vecino antes de las elecciones. Quiere evitar que se le relacione con las últimas manifestaciones populistas y de derechas de Sarkozy", agrega el semanario.

El presidente se mostró crítico en un reciente discurso con la afluencia de extranjeros a Francia y amenazó con sacar al país del acuerdo Schengen.