El Ejército Libre de Siria participó en programas de entrenamiento quincenales que incluyeron capacitación con armas antitanques y antiaéreas, indicaron un funcionario estadounidense y un comandante insurgente sirio al periódico estadounidense.

El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney no quiso comentar la información y también declinó explicar qué armamento pudo proveerle Washington a los rebeldes. Se limitó a afirmar: "No puedo inventariar para ustedes todos los elementos de esa ayuda".

"El punto importante aquí es que, debido a las acciones que vimos tomar al régimen de (Bashar) Asad, decidimos incrementar tanto el alcance como la escala de nuestra asistencia a la oposición, y fuimos muy claros al respecto durante las últimas semanas y meses", dijo Carney.