No se puede refutar y tampoco caer en la necedad que, más allá de las diferencias, Argentina pasó de un estado de sensación en materia de inseguridad, así como de reduccionismo al tránsito en materia de narcotráfico, a un estado de reconocimiento de ambos problemas con acciones que no se veían desde hacía décadas aunque con una vocación más cuantitativa que cualitativa.
La negación en la era de la seguridad entendida como turismo aventura fue funcional al delito. Ahora, la pasión por comunicar, hasta el anillo de seguridad presidencia, alerta a los delincuentes que buscan terceras vías, vacíos y se mofan ante la jactancia de una lucha que para el narcotráfico ni siquiera comenzó. Porque su matriz dura, como relata una fuente, "está tan intacta como la matriz de la corrupción".
El monopolio mediático como aparato reproductor compulsivo de conceptos, no sólo evidencia ausencia de trabajo en el terreno, sino también un profundo desconocimiento, aunque sea teórico, de cómo fue el proceso del narcotráfico en nuestro país y en el mundo. Entonces se recurre a la construcción de imaginarios. De expresiones de deseo.
Claros ejemplos:
1- "Paco Cero". El Paco es una construcción de PBA primero y de Jujuy después que abrió en lo que va del año 2017 dos nuevos mercados larvales en Mendoza y Tucumán. Es decir que no hay un mercado del paco federal. Nacionalizarlo es un error.
2- Instalar el imaginario del paco en Santa Fe cuando es una provincia, como la de Córdoba y Entre Ríos, en la que pueden encontrarse apenas dosis. El negocio del paco en la región centro tiene su bastión en PBA y su monopolio sagrado lo maneja, según fuentes, los sectores "legales" en función con las mafias del narco. Igual que confundir en la región del NEA una cocaína de extrema baja pureza con paco.
3- No diferenciar punto de venta de droga, de expendio armado, búnker y fortaleza que son las distintas fases de la cadena de venta de estupefacientes.
Todo es concebido como búnker y decir que se derribó un búnker donde no hay estructura de búnker no le da más volumen a un operativo sino más ignorancia de campo a un Ministerio.
Se suma, además, que si hay búnker, hay niño soldado.
4- Hablar de urbanización en lugar de cambio estético en las villas. Una villa no puede urbanizarse con el narco en su interior porque la desorganización de la villa es la organización de las mafias. Oximoron.
5- Decir que un le dan paco a los niños para convertirlos en soldaditos es no tener idea de la composición de ese tipo de niño y de cómo lo hacen naturalizar la muerte sin tener conciencia de la misma. El niño consumidor de paco apenas si puede vender al Menudeo. No tiene sostén mental ni físico para chocar. Eso no quita que no pueda matar porque la droga le quita el nivel de represión que se debe tener para vivir en sociedad. Es decir, puede matar pero no como sicario.
Al niño soldado se lo entrena para custodiar y matar. De consumir, las mafias le administran, en ese mundo siniestro, la droga.
Confunden al niño soldado con los teros, mirillas o campanas.
6- Si hay paco, hay cocinas. Y en los procedimientos, desde ya celebrados, en el bastión de la criminalidad de CABA, 1-11-14, no aparecieron las cocinas que no forman parte de una invención sino de una realidad.
7- Llamar cocina al laboratorio y laboratorio a la cocina.
8- El slogan "Argentina sin Narcotráfico".
Una impunidad conceptual de antología en una concentración retórica en la figura de Bullrich.
A veces, llevan un poco de claridad a los medios, el Secretario de Seguridad Eugenio Burzaco y el Secretario de Frontera Luis Green.
(Uno de ellos prefiere, según nuestras fuentes, no ser mencionado por esta escriba)
Las escasas apariciones de ambos para explicar qué hacen por la seguridad y el narcotráfico desde sus secretarias es contraproducente, ya que ahí el ministerio se convierte en un camarín de egos y vanidades. El monopolio mediático, según trasciende, fue arreglado por la ministro con el mismo presidente de la nación aunque poco se comprenda y mucho se distorsione. Entonces, ambos secretarios, cargan con los recordatorios a todo su árbol genealógico de los ministros de seguridad de muchas provincias a las que otro secretario parece prometerles lo que nunca llega. Espiritualidad y las fuerzas federales que les fueron quitadas para concentrarlas en PBA como una conejera.
En la lectura de su vorágine, el epicentro debe ser ella y no la claridad que solo puede asentarse en la honestidad intelectual de los tiempos. De planes que tienen plazos y etapas. Planes incompatibles con las expresiones de deseo también desarticuladas.
Secretarios confinados a que sus formas de actuar deban ser relatadas con superlativas imprecisiones por la figura central. Por la "diva", que casi por inseguridad, acota al resto. Y que instaló un grueso de ingreso y circulación del narcotráfico por la hidrovía para que la compra de las megalanchas de guerra no aparezca como una compra forzada. Como dice otra fuente calificada, "como un negocio de los que algunos gorrones manotearon algo sin siquiera intervenir".
Desde el interior del Ministerio circulan reproches. Se preguntan, con racionalidad, porqué una inversión de tal magnitud para la hidrovía si la vía terrestre necesita de una inversión igual en tiempo y más urgente.
Son preguntas que solo flotan. Que no tienen respuesta en la autarquía ministerial.
No obstante, no importa porqué a pesar de que el superávit de muertos está del lado de los buenos "la batalla contra las drogas la estamos ganando". Cuando solo con la Provincia de Buenos Aires, perforada en todas sus áreas, costará al menos una década remover, si el contexto coopera, a las mafias enquistadas.
La lucha contra el Narcomenudeo
El Señor Presidente de la Nación, Mauricio
Macri, también padece de la información parcial que le aporta el Ministerio de la purpurina que lo invita a pronunciarse, con desafío y sorna, sobre algunas provincias construidas como enemigo político. Tal es el caso de Formosa. Una provincia a la que le pide el Señor Presidente colaboración cuando la misma entra dentro del combo de provincias que crearon su propia ley provincial para luchar, como corresponde, contra el narcomenudeo. La expresión del mercado del narcotráfico primera en perforar el tejido social al desplazar a la familia del centro de la escena instalando a la droga en el epicentro de un proyecto de muerte.
Al mismo tiempo, Formosa creó una Subsecretaría de lucha contra el Narcocrimen a cargo de Bernabé Escobar. Quien tiene, de acuerdo a informantes, un legajo impecable y que desde que puso en actividad a la subsecretaría aumentaron los operativos con secuestros sustanciales en los distintos puntos provinciales colaborando en la lucha contra el delito federal.
Pero en la construcción amigo/enemigo, por decisión ministerial y contra la palabra de algún secretario responsable, la ciudad de Clorinda quedó afuera de los puestos de vigilancia. Un error, una irresponsabilidad que no solo afecta a Formosa sino también a todo el país. Una vez más, la frontera vuelve a tener un control selectivo en lugar de una defensa en bloque.
Por otra parte, Córdoba, Salta, Jujuy, Chaco y Entre Ríos, también cooperan con Nación en la lucha contra el Narcomenudeo con acciones concretas. Desde una fuerza policial antinarcotráfico hasta una agencia contra delitos complejos pasando por fiscalías especiales y demás actividades que revelan una mirada sociológica que busca recomponer, desde los barrios, el tejido social desintegrado a partir de una lucha integral que intenta, al mismo tiempo, evitar más y nuevas mutaciones delictivas.
Río Negro, La Pampa y Santa Fe, en otro rango, no adheridas a luchar contra el Narcomenudeo, también llevan adelante acciones concretas que se visualizan en los datos y en las mejoras dentro de la medición de los PBI regionales como en la medición del PBI nacional.
Ocurre que la seguridad, en Argentina tiene más sostén provincial que nacional. Son las provincias las que piensan de forma cualitativa las soluciones entendiendo que lo cuantitativo es y será una consecuencia natural. Son las provincias, a las que tanto se les pide y que padecen el federalismo retórico, las que trabajan bajo la estructura orgánica de haber comprendido que prevención, es seguridad.