Para defender la autonomía de las regiones contemplada en las leyes y la Constitución hasta sus últimas consecuencias, los gobernadores opositores están dispuestos a enfrentar las amenazas de Hugo Chávez e incluso de ir a prisión, como lo ordenó el mandatario ayer domingo si se oponían a la toma militar de los puertos y aeropuertos de Venezuela.  

“Si me quieren meter preso por defender al Zulia, que me vengan a buscar. No le tengo miedo a Chávez. Estoy apegado a la Constitución”, dijo Pablo Pérez, gobernador del estado Zulia. “No vamos a permitir que nos despojen del puerto y el aeropuerto”.  

Por su lado el Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, afirma que si Chávez ordena meter en prisión a los gobernadores que se opongan a la toma de puertos y aeropuertos “tendrá que hacerlo con todos los demás alcaldes y gobernadores de oposición”.  

El 23 de noviembre pasado la oposición ganó 4 de las 22 gobernaciones, la Alcaldía Metropolitana y 54 de las 330 alcaldías.  

“Si meten preso a Henrique Salas Feo o a Pablo Pérez nos meterán presos a todos, pero no nos van a atemorizar”, añadió Ledezma al adelantar que ha conversado con los gobernadores de Carabobo, Zulia, de Táchira, César Pérez Vivas y el alcalde de Maracaibo Manuel Rosales, quienes se van a reunir hoy para fijar posición ante las amenazas de Chávez.  

En su opinión, Chávez “asume una conducta impropia de un Jefe de Estado que debe garantizar la convivencia de todos los venezolanos. Ya no sabe que inventar para ver como va cercando nuestro movimiento y lo que más le preocupa al presidente es vernos actuando al lado de la gente más pobre”.  

La actitud desafiante de los representantes de la oposición contrasta con la de los chavistas. Tarek William Saab, gobernador de Anzoátegui, en nombre de los “socialistas” leyó un comunicado en el que respalda la modificación a la Ley de Descentralización, aprobada por la Asamblea Nacional el jueves pasado.  

Culpó al “imperialismo” norteamericano de los males de Venezuela. Dijo que apoya el plan de Chávez de revertir los puertos, aeropuertos y autopistas al gobierno central.