Escarmentada por las experiencias que hemos tenido en Venezuela al elegir un candidato "nuevo"y alejado del stablishment partidista, no simpatizo con Obama. Se trata de un hombre preparado, simpático, excelente orador y con extraordinario carisma, pero prefiero a Hillary con todo su pasado que nos conocemos de memoria, sus tropiezos con Bill, sus fallas y sus cualidades.

La imagen mediática tiene cada vez más importancia y Sarkozi lo ha comprendido muy bien al escoger a una súper modelo como futura primera dama (aquí el Supremo tiene prevenida, nada menos que a Naomi). Obama es el preferido de los medios, y el apoyo de Oprah, la reina absoluta de la televisión, que hace de cualquier producto un best seller, cuenta bastante en el ascenso del senador de Illinois. En cambio Hillary es una mujer de más de sesenta años, ¡que poco glamoroso! Toda la prensa la enterró antes de que se iniciasen las Primarias y sorprendiese a los encuestadores con su victoria en New Hampshire.

Esperemos que ahora se tome más en cuenta la experiencia y preparación. Hillary no fue una simple primera dama. Desde un principio se sabía que ella estaba tan preparada para la Presidencia como su esposo, y éste la consideraba una colaboradora esencial. Tiene una clara visión de la política internacional y se ha ganado el respeto de Nueva York, al representar a este Estado en el Senado. Obama, a los 43 años ha escrito dos libros sobre él mismo, que revelan muy buen estilo y una gran vanidad. A pesar de tanto escribir sobre su propia vida, no ha sido sincero sobre detalles importantes como su religión y su familia. Empeñado en demostrar su negritud ha escondido a su abuela blanca que lo educó, buscando familiares lejanos en Kenya.

Estamos apenas comenzando: ¡Se inicia un interesante año electoral!