La tensión en el este de Asia por el lanzamiento de un 'satélite' norcoreano aumentó hoy después de que el gobierno japonés diera la orden de destruir cualquier objeto que sea lanzado por Pyongyang y que ponga en peligro la seguridad del país.

'He tomado las medidas necesarias después de que el consejo de seguridad del gobierno decidiera hoy aprobar la orden de destrucción', dijo el ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, tras una reunión con el primer ministro Taro Aso.

Las Fuerzas de Autodefensa -nombre con el que se conoce al Ejército en Japón- fueron puestas en alerta para destruir todo objeto que amenace con impactar en el archipiélago.

Pyongyang anunció el pasado mes que se dispone a lanzar entre el 4 y 8 de abril un satélite de telecomunicaciones que Estados Unidos y Japón sospechan que se trata en realidad de un ensayo balístico de larga distancia que podría llegar hasta Alaska.

La víspera, la marina estadunidense desplegó dos destructores equipados de sistemas de defensa antimisiles en las cosas de Japón ante el eventual disparo por parte de Corea del Norte.

Tokio quiso, sin embargo, tranquilizar a la población japonesa, muy sensible a cualquier acción militar de Pyongyang desde que en 1998 un misil Taepodong-1 sobrevolara Japón y se estrellara en el Pacífico.

'No creemos que un objeto vaya a impactar en nuestro territorio, a no ser que se produzca un accidente. Esperamos que la población seguirá viviendo normalmente', declaró el portavoz del gobierno, Takeo Kawamura.

Tokio precisó que no destruirá el objeto si se limita a sobrevolar su territorio, pero criticó la decisión de Pyongyang.

'Se trate de un misil o de un satélite es extremadamente desagradable que un objeto sobrevuele el territorio japonés', dijo el ministro de Defensa.

Japón dispone, gracias a la ayuda de Estados Unidos, de un doble escudo antimisiles que le protege de cualquier ataque norcoreano: misiles mar-aire SM-3 instalados en destructores equipados de sistemas de combate Aegis y misiles tierra-aire Patriot.