Serbia no renunciará jamás a su soberanía sobre Kosovo incluso si eso significa que no podrá entrar en la Unión Europea, declaró ayer el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, un nacionalista moderado que gobierna en coalición con los socialdemócratas. "El Gobierno está unido y se mantiene firme sobre el hecho de que no aceptará perder Kosovo a cambio de su integración en la Unión Europea", señaló en una entrevista con la agencia oficial Tanjug.

El primer ministro, que acaba de renovar su mandato después de unas largas negociaciones con el partido del presidente europeísta Boris Tadic, señaló que "no existe ningún ejemplo en la historia europea de un Estado que ceda el 15% de su territorio a cambio de concesiones de ningún tipo". Kosovo, una provincia serbia de mayoría albanesa que se encuentra bajo el mandato de Naciones Unidas desde 1999, está a punto de convertirse en un Estado independiente, aunque bajo la supervisión de la Unión Europea. La inmensa mayoría de los partidos políticos serbios están en contra de ceder un territorio que consideran la cuna de su religión y de su cultura, aunque los serbios apenas representen actualmente el 10% de la población.

Palo y zanahoria

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas puede pronunciarse en las próximas semanas sobre la independencia condicionada de Kosovo, aunque Rusia ha anunciado que vetará la propuesta. La política de la Unión Europea hacia Belgrado se ha convertido un poco en la táctica del palo y la zanahoria: a cambio de la renuncia a Kosovo, Bruselas promete reanudar las negociaciones de adhesión rotas por la falta de cooperación con el tribunal de La Haya.

El primer ministro kosovar, Agim Ceku, ha señalado que su Gobierno no declarará la independencia unilateral en caso de que se produzca el anunciado veto ruso. "Sin embargo, creo que todo está preparado para que el Consejo adopte la resolución de la Unión Europea y de Estados Unidos", sostiene Ceku en una entrevista que publica hoy el diario francés Le Journal du dimanche. Aunque a finales de marzo el primer ministro kosovar apostaba porque la independencia se produciría ya en mayo, en esta entrevista asegura que no llegará hasta junio. "¿Por qué habría que esperar hasta el otoño? Comprendo que es una decisión difícil, sobre todo para los rusos, pero retrasarla no hará las cosas más fáciles", agrega Ceku en Le Journal du dimanche.