Con la liberación del general Salvador Cienfuegos, grupos de poder ya saben qué botones oprimir para medir al actual gobierno de México, dice Anabel Hernández.
"Es un hecho lamentable que un secretario de la
Defensa sea detenido acusado por vínculos con el narcotráfico. Estamos ante una
situación inédita porque está detenido por la misma acusación que el que fue
secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, y ahora detienen al
secretario de la Defensa durante el gobierno de Enrique Peña Nieto...
"Esto es una muestra inequívoca de la descomposición
del régimen, de cómo se fue degradando la función pública, la función
gubernamental del país durante el periodo neoliberal. Como en el caso de García
Luna, todos los que resulten involucrados en este otro asunto del general
Cienfuegos que estén actuando en el gobierno, en la Secretaría de la Defensa,
van a ser suspendidos, retirados, y si es el caso puestos a disposición de las
autoridades competentes”
Estas fueron las palabras textuales del presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el 16 de octubre pasado luego de la
detención del general de División Salvador Cienfuegos, quien fue el titular de
la Sedena en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), acusado en la Corte
de Distrito Este de Nueva York de narcotráfico, corrupción y lavado de dinero,
delitos de los que según el expediente hay como prueba miles de mensajes
intercambiados por el general, cuando era secretario de la Defensa, con
miembros de una célula del peligroso
Cartel de los Beltrán Leyva, así como conversaciones telefónicas.
Después de su vehemente discurso sobre la descomposición
y degradación que encarna Cienfuegos y la promesa de que todos los involucrados
con él saldrían de la Sedena, alguien le debió informar a AMLO que el primero
al que tendría que despedir es al general Crescencio Sandoval, a quién designó
como secretario de la Defensa Nacional.
Sandoval fue promovido en 2017 al grado de General de
División por Cienfuegos y por el Presidente Enrique Peña Nieto. En los mismos
años que el gobierno de Estados Unidos acusa a Cienfuegos de haber traficado
droga y de haber trabajado para el Cartel H2 (2012-2018), Sandoval era uno de
sus hombres de mayor confianza ocupando el estratégico cargo de Subjefe del
Estado Mayor de 2013 al 2016.
Es decir, Cienfuegos habría trabajado para los narcos en
las narices del ahora titular de la Sedena. De acuerdo al expediente abierto en
Nueva York contra el general, éste
habría contado con la complicidad de otros militares, su proceso en Estados
Unidos habría implicado el proceso de muchos otros miembros del Ejército
Mexicano aún activos.
La insólita liberación
Un mes después de la captura, de manera insólita y sin
precedentes, AMLO usó su poder e investidura de Presidente de México y su
amistad con el derrotado y adolorido Presidente Donald Trump para liberar al General a quien le esperaban de
diez años de prisión a cadena perpetua en Estados Unidos, de haber sido
declarado culpable.
Por órdenes de Trump, William Barr, titular del
Departamento de Justicia, en un bochornoso procedimiento jamás usado
anteriormente en un caso de narcotráfico, solicitó a la Corte retirar los
cargos contra Cienfuegos y permitir su repatriación a México. Aunque los cargos
fueron retirados, en la corte se aseguró que las pruebas en su contra son
sólidas. Es decir, no lo liberaron por presunción de inocencia, sino como
resultado de una maniobra política alejada de la justicia.
El 18 de noviembre, Cienfuegos llegó custodiado por
autoridades del gobierno estadounidense al aeropuerto de Toluca, bajo la
protección de AMLO y la promesa dada por
el canciller, Marcelo Ebrard, de que llegaría como un "ciudadano libre”.
Cienfuegos se fue así a dormir tranquilo a su casa, gozando hasta hoy de plena
libertad pese a los graves cargos imputados, y pese a que se supone que el
gobierno de México prometió que sería investigado.
Como marca el protocolo de actuación de las autoridades
civiles en este tipo de eventos, los policías de la Guardia Civil adscritos a
dicho aeropuerto comenzaron a tomar las fotografías de rutina sobre el
operativo de entrega. Pero a diferencia de todas las demás ocasiones, los militares
que se encontraban en el lugar se los impidieron, dejando en claro que
Cienfuegos no solo es impune sino es intocable.
Al día siguiente, el Coronel encargado de la Coordinación
de la Guardia Nacional en el Estado de México ordenó un correctivo disciplinario
a todos los elementos civiles adscritos al aeropuerto de Toluca que osaron
importunar al general. El Comisario General de la Guardia Nacional, el también
general Luis Rodríguez Bucio, les
informó que eran órdenes del propio Secretario de la Defensa Nacional,
Crescencio Sandoval, que a partir del 22 de noviembre fueran retirados del aeropuerto como castigo
por la ‘incomodidad' causada a Cienfuegos. Bucio también formó parte del equipo
de Cienfuegos en la Sedena: de 2013 a 2017 fue Director del Centro de
Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea.
¿Quién protege al general Cienfuegos?, ¿Por qué es
intocable en la 4T? ¿Quién hizo que el Presidente de México se retractara
públicamente poniendo en jaque la credibilidad de su lucha contra la
corrupción?
Otro argumento dado públicamente por el gobierno de AMLO
es que Trump accedió devolver al general porque confía en la justicia mexicana.
¿De qué justicia hablan? La impunidad en
México es histórica: la masacre de
Tlaltelolco en 1968, la masacre de Aguas
Blancas (1995), la masacre de Acteal
(1997), las dos fugas de El Chapo de prisiones de supuesta máxima
seguridad, el hecho de que Ismael "El Mayo Zambada” líder del Cartel de
Sinaloa jamás ha sido detenido; el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala
aún no resuelto, y una larguísima lista.
Cuando Genaro García Luna fue detenido en diciembre
pasado en Texas, también por narcotráfico, en México el nuevo gobierno ni
siquiera había iniciado una
investigación en su contra y no existe orden de aprehensión que pese sobre él.
De acuerdo con un estudio publicado en 2018 por el
Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la
Universidad de San Diego, del 100 por ciento de los crímenes investigados por la Fiscalía General de la República de
México (antes PGR), el 94 por ciento quedan sin castigo. En contraste, del
total de crímenes investigados por la Fiscalía Federal del gobierno de Estados Unidos, en el 95 por
ciento hay una sentencia condenatoria.
La diferencia abismal de la eficacia en materia de
justicia entre un país y otro deja claro no solo que la repatriación del
general Cienfuegos no tiene nada que ver con la búsqueda de la justicia, sino
que quienes lograron su regreso están seguros que será impune.
Una explicación más es que la detención del general de
División era una afrenta contra las Fuerzas Armadas de México. En contraste a
esto, después de la detención de Cienfuegos tuve conocimiento directo del
festejo de algunos militares contemporáneos a él, que conocen su trayectoria.
"¡Se lo merece!”, fue la expresión. Durante los más de 15 años que he
investigado al Cartel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, escuché diversos
señalamientos de militares que señalaban a Cienfuegos y a otros de proteger a
dichas organizaciones criminales. Sus dichos se sumaban a las acusaciones de
miembros de los Beltrán Leyva.
Si había un sector militar agraviado no era la totalidad,
sino la aún poderosa facción de Cienfuegos que aún está dentro de la Sedena.
Incongruencia, debilidad, claudicación
La retractación pública y el rescate de Cienfuegos marca
en rojo la línea limítrofe de los alcances de la prometida "Cuarta
Transformación (4T)” dejando al desnudo su incongruencia, debilidad, carencias
y claudicación. De ahora en adelante este será el parámetro con el que otros
grupos de poder en México medirán a AMLO.
Ahora es claro, palpable, que pese a diatriba del
presidente contra la corrupción y la impunidad, y sus amenazas de enjuiciar a
los últimos cinco ex presidentes, es posible hacerlo recular. Todo depende de
apretar el botón correcto.
Cienfuegos pertenece a un grupo de poder que lleva
enraizado en México desde hace más de 30 años, al cual López Obrador ha llamado
"mafia en el poder” y al que desde su primera campaña presidencial en 2006
prometió destruir. Grupo al que también pertenece el ex Secretario de Seguridad
Pública, Genaro García Luna, y su brazo derecho Luis Cárdenas Palomino, también
acusados de narcotráfico en Nueva York.
La detención de Cienfuegos, sumada a la de García Luna,
significaba un maxiproceso a la narco-corrupción política, gubernamental y
empresarial en México, y ponía en un verdadero y grave riesgo los intereses de
dicho grupo, la impunidad de la que ha gozado y su propia existencia.
El rescate del general pone a salvo sus intereses, pero
sólo de manera temporal. Mientras Donald Trump prepara las maletas para dejar
la Casa Blanca, los funcionarios de carrera del Departamento de Justicia de
Estados Unidos se preparan para un contraataque. De acuerdo a la legislación de
ese país, aunque los cargos contra Cienfuegos fueron retirados, estos pueden
ser reactivados en cualquier momento durante los próximos cinco años, y aunque
es difícil pensar que el general querrá de nuevo vacacionar en Estados Unidos,
sus cómplices, cuyos nombres se reservó el Departamento de Justicia, pueden dar
un paso en falso.
https://www.dw.com/es/rescate-del-general-cienfuegos-exhibe-la-l%C3%ADnea-lim%C3%ADtrofe-de-amlo-y-su-4t/a-55734399