En enero afirmé que la acusación judicial contra el ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna en la Corte de Distrito Este de Nueva York sería un tsunami. Y su onda expansiva se acerca a AMLO.
Aun así, por la clara ruta que está siguiendo la enorme
onda todo indica que en poco tiempo golpeará al gobierno del Presidente Andrés
Manuel López Obrador, y a gobiernos
regionales de todos los partidos políticos: MORENA, partido de AMLO, PAN y PRI.
Específicamente al gobierno de la Ciudad de México encabezado por la morenista
Claudia Sheinbaum. A los gobiernos de Chihuahua y Aguascalientes, de los
panistas Javier Corral y Martín Orozco Sandoval, respectivamente. Y al gobierno
del Estado de México, del priísta Alfredo del Mazo, primo del ex presidente
Enrique Peña Nieto.
Ya había adelantado que al expediente de García Luna en
NY se sumaría una larga lista de otros acusados. Este 30 de julio, el
Departamento de Justicia de Estados Unidos dio un fuerte golpe contra quien
fuera el Secretario más poderoso en el gobierno de Felipe Calderón, hoy en una
celda del Metropolitan Detention Center en Brooklyn las rejas. Amplió las
acusaciones en su contra y se presentó cargos criminales contra dos de sus
cómplices y hombres cercanos en la SSP: Luis Cárdenas Palomino, quien fuera
titular de la División de Seguridad Regional, y Ramón Pequeño, de la División
Antidrogas.
Los tres son acusados de narcotráfico y recibir sobornos
del Cartel de Sinaloa y los Beltrán Leyva de 2001 a la fecha. A demás se les
imputa: entregar información sensible al
Cartel de Sinaloa sobre operativos contra ellos de diversas fuerzas del orden,
incluyendo del gobierno estadounidense. Atacar a miembros de los carteles
rivales del Cartel de Sinaloa, y entregar información sensible sobre éstos. Así
como colocar en posiciones clave a otros oficiales corruptos de la SSP para
favorecer las operaciones de la organización criminal.
Más de 100 oficios con evidencias
Por si esto fuera poco, en días previos la Fiscalía de NY
ha presentado más de 120 mil hojas de pruebas contra García Luna incluyendo
reportes bancarios, de empresas y propiedades, interceptación de
comunicaciones, reportes enviados por el gobierno de México; e incluso anunció
que en el juicio presentará pruebas físicas de los cargamentos de droga que el
ex Secretario y sus subordinados habrían ayudado a traficar, cuyo destino era
NY y Chicago, entre otras ciudades.
La lista de cómplices se ampliará aún. Los primeros en la
mira son Armando Espinoza de Benito, quien fuera responsable de la División de
Inteligencia, y Facundo Rosas Rosas, titular de la Policía Federal, así como
una buena parte de los colaboradores más cercanos de todos ellos muchos de los
cuales siguen trabajando en áreas de seguridad pública y justicia.
Hasta la fecha García Luna y su equipo siguen operando en
México sus actividades criminales, según la acusación de la propia Fiscalía de
NY. Si el Presidente Andrés Manuel López
Obrador y el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, no toman
en serio la investigación que en México se debe hacer contra García Luna y sus
cómplices, el tsunami les reventará en el rostro y tendrán que dar
explicaciones porque no hicieron nada en su momento para evitar que la red de
corrupción de García Luna siguiera operando.
Ordenes que no se cumplen, denuncias que no avanzan
En diciembre pasado, AMLO ordenó desde diciembre,
públicamente, que se tenía que hacer una limpieza en su gobierno y sacar a la
gente vinculada a García Luna. Esto no ha sucedido. ¿Por qué? Porque ignoran
las instrucciones del Presidente los integrantes de su gabinete y de su propio
partido político, o porque el llamado no fue lo suficientemente enérgico.
Hace siete meses que la Unidad de Inteligencia Financiera
presentó dos denuncias penales en la Fiscalía mexicana contra García Luna y aún
no hay ningún indicio de avances. ¿Por qué? ¿Quién lo protege desde ahí?
También hay quienes sugieren que un obstáculo para los
avances de esas investigaciones es el empresario Ricardo Salinas Pliego, con
quien Luis Cárdenas Palomino trabaja desde 2013, cuando dejó el cargo de
Director de Seguridad Regional en el cual traficaba droga y hacía favores a
narcos. Es el director de Adamantium, una empresa de seguridad de Grupo
Salinas; y es su asesor en diversos temas. Por ejemplo, es tal la cercanía
entre el empresario y Cárdenas Palomino que su presencia fue impuesta en
reuniones de trabajo celebradas al inicio de la administración de AMLO para
definir las estrategias en materia de seguridad pública.
Hombre de confianza de AMLO
No deja de ser irónico que Salinas Pliego haya acompañado
hace tres semanas a AMLO a Washington en su primera visita oficial a Donald
Trump, y una semana después su hombre de confianza sea acusado en NY.
En la lista negra del gobierno de Estados Unidos están:
el Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García
Harfuch por las acciones realizadas con Luis Cárdenas Palomino y porque
trabajan con él gente del mismo grupo corrupto. Francisco Almazán Baroccio,
jefe de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de la
Ciudad de México, por su colaboración con Ramón Pequeño. Emilio García Ruíz, Secretario de Seguridad
Pública en Chihuahua, y Porfirio Javier Sánchez Mendoza, de Aguascalientes.
Ambos por el trabajo que hicieron con Armando Espinosa de Benito. Y Maribel Cervantes, Secretaria de Seguridad
Pública del Estado de México, por su colaboración con todos ellos.
Alguien debería prevenir a AMLO de lo que está por venir,
puesto que así como afirma que los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique
Peña Nieto conocían todos los enjuagues de corrupción, lo mismo podrían decirse
de él.
https://www.dw.com/es/el-caso-garc%C3%ADa-luna-en-nueva-york-har%C3%A1-cimbrar-al-gobierno-de-amlo-y-otros/a-54398954