Inteligencia y Seguridad Frente Externo En Profundidad Economia y Finanzas Transparencia
  En Parrilla Medio Ambiente Sociedad High Tech Contacto
En Parrilla  
 
07/02/2011 | Egipto - los dilemas de Occidente

Oscar Guisoni

El gobierno de Mubarak ha contenido las acciones de grupos islámicos radicales que buscan establecer un Estado teocrático, lo que agravaría la situación en el Medio Oriente. ¿Qué perspectivas hay para su sustitución?.

 

Con cerca de 85 millones de habitantes y ubicado en un punto neurálgico del mapa, Egipto no sólo es el país más populoso de la región, sino también el principal aliado de Estados Unidos (EU) en una zona que no se caracteriza por las simpatías hacia Washington. Su vecindad con Israel y el hecho de que en su territorio se encuentre el estratégico Canal de Suez, por donde pasa gran parte del petróleo proveniente del Golfo Pérsico con destino a los países europeos y América del Norte, justifican la preocupación por su destino. Encima, la revuelta egipcia amenaza con trasladarse a todo Medio Oriente. ¿Cuáles son los escenarios que deja abiertos la actual crisis política?

MARGEN DISCURSIVO ESTRECHO

Desde Washington llegan las primeras respuestas. Barack Obama nunca subestimó el problema egipcio. Ya en su célebre discurso en la Universidad de El Cairo en 2009, meses después de asumir la presidencia, no sólo dejó en claro que “Estados Unidos no está en guerra con el Islam”, sino que además los árabes tienen derecho a “un gobierno transparente que no robe a su pueblo la libertad para elegir, el respeto a las minorías, el gobierno del pueblo para el pueblo”. No hacía falta tener el oído muy fino para comprender que las cosas habían cambiado en EU, y la oposición al muy resistente Hosni Mubarak tomó debida nota del mensaje.

Esta semana, un Obama apremiado por la velocidad de los acontecimientos se vio obligado a hacer malabares con las palabras para no contradecir su mensaje de entonces. Desde Nueva York, el periodista e historiador Ernesto Semán, analista de la política exterior estadunidense, expone a M Semanal las claves de los dilemas del presidente demócrata. “El discurso de Obama del martes es el único que podía pronunciar”, explica Semán. “Si hubiera salido a apoyar a Mubarak hubiera consolidado niveles antiestadunidenses que la protesta todavía no tiene. Si, por el contrario, hubiera dado un apoyo más contundente y más claro a la oposición, habría fortalecido a los sectores del Ejército que apoyan a Mubarak y que están tentados a resucitar la retórica de la revolución nacionalista egipcia de hace 50 años contra los imperialismos. Discursivamente, el margen que tiene EU es mucho más estrecho de lo que uno imagina; busca más acompañar el proceso de cambio que liderarlo”.

CAPITAL POLÍTICO DEL EJÉRCITO

Los militares egipcios son una casta especial. Como protagonistas de la revolución nacionalista dirigida por Gamal Abdel Nasser en 1952, tuvieron un rol relevante y gozan de un prestigio que aún hoy, en medio de la revuelta, continúa vigente. La población que se manifestó estas semanas contra la dictadura de Mubarak rodeó los tanques de guerra que salieron a las calles con afecto y respeto, le pidió al Ejército que no reprimiera y las Fuerzas Armadas respondieron con el anuncio de que no iban a provocar un derramamiento de sangre, aunque tampoco intervinieron cuando el miércoles los partidarios del gobierno molieron a palos a los manifestantes contrarios al régimen, lo que sumió al país en un mayor caos.

Semejante capital político se explica por el rol jugado por los militares durante los primeros años de la independencia, cuando se transformaron en un factor modernizador de la sociedad y en representantes de los sectores más progresistas. Su programa laico, similar al de los oficiales que rodearon a Kemal Ataturk a la hora de diseñar la moderna Turquía en los años veinte, los transformó en un freno natural contra las tendencias teocráticas de la sociedad musulmana; pero el rol jugado hasta 1967, de oposición frontal al recientemente creado estado de Israel, les granjeó la simpatía del resto del mundo árabe. Cuando Nasser murió en 1970, ya era un referente del panarabismo anticolonialista en todo el norte de África.

Pero por más capital político de que dispongan las Fuerzas Armadas egipcias, éstas saben que no pueden transformarse en una alternativa al reclamo de democratización que durante estos días se ha hecho oír en las calles. Un golpe militar contra Mubarak, aunque no ha sido descartado, no es la solución. Y si se produjera, sólo tendría margen de maniobra para garantizar una transición ordenada hacia elecciones con mayor o menor margen de libertad, coinciden en señalar distintos analistas políticos europeos. La designación como vicepresidente de Omar Suleiman, un hombre proveniente del riñón de los servicios secretos más temidos del mundo árabe, es una señal hacia los sectores más duros del Ejército, los que temen que se produzca un desmoronamiento del régimen y la subsiguiente llegada al poder de Los Hermanos Musulmanes, auténtica pesadilla de Occidente y, sobre todo, de la vecina Israel.

HERMANOS MUSULMANES: EXCUSA Y AMENAZA

¿Quiénes son en realidad Los Hermanos Musulmanes y por qué despiertan tanto temor en Washington y en las capitales europeas? “Antes que nada”, explica a M Semanal Khaled Fahmy, decano del Departamento de Historia de la American University de El Cairo, “Los Hermanos Musulmanes son la excusa perfecta que ha tenido Mubarak durante todos estos años para mantenerse en el poder”. Fundada en 1928, esta organización política inspirada en el Islam fue primero apoyada por los sectores conservadores que veían con recelo las tendencias democratizadoras pro-occidentales de los militares y de la izquierda política. Los Hermanos fueron duramente reprimidos por el gobierno nacionalista de Nasser a partir de los años cincuenta, una situación que se prolongó durante todo el gobierno de su sucesor, Anwar el Sadat, y que no ha cesado en la actualidad.

En los años setenta, bajo el influjo de las ideas islámicas extremistas del ayatola Jomeini, líder de la revolución iraní de 1979, vivieron un momento de esplendor cuando reclutaron jóvenes universitarios radicales dispuestos a la lucha armada con tal de instalar un Estado teocrático en Egipto. Inspirados en Sayyid Qotb, autor de A la sombra del Corán y Signos de Pista, uno de los intelectuales más influyentes del islamismo moderno y que fue ejecutado por el gobierno de Nasser acusado de traición en agosto de 1966, sospechoso de haber participado en un intento de asesinato al líder egipcio, Los Hermanos fueron hasta los años noventa fuente de inspiración de grupos radicales como el Hamás palestino. Su influencia llega hasta el mismísimo Osama Bin Laden, que tuvo como profesor a uno de los hermanos de Qotb.

La derrota del islamismo religioso fuera de las fronteras de Irán, sobre todo tras la masacre en la que terminaron aniquilados por las balas del Ejército de Argelia los miembros del Frente Islámico de Salvación —un grupo similar a Los Hermanos que estuvo a punto de alcanzar el poder en el mundo árabe en los años noventa— produjo serias transformaciones en el interior de esta formación política egipcia. “En estos 30 años”, explica a Fahmy, “se han transformado, incluso académicamente. Los cambios se notan más profundamente si miramos la última generación. Ahora son una fuerza religiosa reconocida en la sociedad que no le habla al país necesariamente en nombre del Islam, que pretenden ser reconocidos y que han dicho con claridad que quieren ser parte del sistema, quieren expresarse de manera política pero no necesariamente gobernar ni mucho menos instalar un Estado islámico. Es por eso que ya no podemos ignorarlos. Mientras más los ignoremos, más difícil será solucionar el problema. Mubarak ha usado el miedo a Los Hermanos para detener todo tipo de reformas democráticas. Ya está bien con esta lógica, que es la de la dictadura, la misma lógica que expresa el Likud israelí (partido de extrema derecha en la actualidad en el poder en Israel)”.

Desde Nueva York, Semán coincide con Fahmy en señalar que “Los Hermanos Musulmanes no son los mismos de hace una década. Ahora compiten en las elecciones y tienen alguna representación parlamentaria, y no tienen más representación en el Congreso porque el oficialismo los ha cercenado con métodos no democráticos. Pero en general están insertos en la poca práctica democrática que existe en Egipto. Aunque a su vez incluyen entre su programa la necesidad de eliminar al Estado de Israel, por lo cual el margen para que terminen por moverse hacia posiciones más radicales también es muy estrecho”.

LA CARTA DE OCCIDENTE

Mientras el drama egipcio sigue dirimiéndose en las calles, otros actores regionales hacen sus apuestas. Entre ellos Israel, que teme por la seguridad de sus fronteras y por la irrupción de una teocracia árabe en el poderoso Egipto. Para Semán, “EU trata de convencer a los israelitas que no calienten el mapa con sus pronunciamientos a favor de Mubarak”, como lo hizo recientemente su presidente, Simón Peres; pero a Tel Aviv le preocupa que si la administración estadunidense “deja caer demasiado fácil a su aliado de hace 30 años y principal receptor de su ayuda militar en la región”, cunda el mal ejemplo y el resto de los gobiernos árabes proclives a Washington y poco afectos a las bondades de la democracia también se derrumben detrás del egipcio. “Israel quiere que Mubarak se quede”, afirma Khaled Fahmy. “Benjamín Netanyahu —Primer Ministro judío— le pidió hace un par de días a los gobiernos occidentales que dejen de culpar y atacar a Mubarak. Pero la fortaleza de Israel en la región a largo plazo no puede depender de Egipto. Si Israel quiere una existencia pacífica en la región tiene que acudir a los pueblos de la región, no sólo a sus líderes. Esta es la típica mentalidad del Likud, que piensa sólo en la estabilidad de hoy y mañana, y no a largo plazo. Son miopes, y con este pensamiento sólo nos han provocado frustración, inestabilidad y terrorismo”, concluye el catedrático egipcio.

Ante un panorama tan inestable, Occidente parece resuelto a jugar con Mohamed El-Baradei. Nacido en El Cairo en 1942, este diplomático y político egipcio fue Premio Nobel de la Paz en 2005 por su labor al frente de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), organismo dependiente de Naciones Unidas que intenta evitar la proliferación del armamentismo atómico en el mundo. Enemistado con la administración Bush por su oposición frontal a la guerra de Irak, ya que argumentaba, con razón, que no había pruebas para afirmar que Sadam Hussein estuviera fabricando bombas atómicas, abandonó la AIEA en 2008 debido a la firme oposición de Estados Unidos a su reelección. Con fama de íntegro y de ideas políticas moderadas fundó en 2010 la Asociación Nacional para el Cambio y regresó al país hace apenas unos meses para ponerse al frente de las protestas contra Mubarak. “Pero”, advierte Khaled Fahmy, “no hay que olvidar que hoy por hoy El-Baradei no representa a nadie. Primero hay que lograr las condiciones necesarias para tener elecciones libres”, concluye.

 

Las manifestaciones masivas contra las políticas económicas restrictivas, que obligaron en Túnez a la renuncia de su presidente, se extendieron a Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán, Yemen, Chipre y Siria. En Israel hay preocupación de que el nuevo gobierno de Egipto no respete el Tratado de Paz de 1979.
 
 

 

**Oscar Guisoni , con la colaboración de Karen Kesselbrenner

Milenio (Mexico)

 


Otras Notas Relacionadas... ( Records 1 to 10 of 1267 )
fecha titulo
25/12/2013 Analysis: As Egypt hardliners gain, scope for conflict grows
06/11/2013 Egypt - Muhammad Morsi on trial
05/11/2013 Egipto- 'La Hermandad es responsable de la atmósfera de violencia que se respira'
31/10/2013 Egypt’s Dark Tunnel
05/09/2013 Un golpe para disolver a los Hermanos Musulmanes
01/09/2013 Una célula de Al Qaeda llama a las armas contra el Ejército egipcio
27/08/2013 ¿Qué pasa en Egipto?
26/08/2013 «Egipto no está viviendo una revolución, sino una restauración»
20/08/2013 Diccionario para comprender qué sucede en Egipto
15/08/2013 Egipto - Tras el golpe, la locura


Otras Notas del Autor
fecha
Título
19/03/2012|
19/03/2012|
29/08/2011|
29/08/2011|
04/07/2011|
04/07/2011|
22/05/2011|
22/05/2011|
02/02/2011|
03/01/2011|
09/12/2010|

ver + notas
 
Center for the Study of the Presidency
Freedom House